Alessia:Me equivoqué.Y mi error me ha costado caro.El “ciego” no lo era.Era un centinela de Karman, apostado estratégicamente para vigilarme.Ahora, todo se ha venido abajo.Marchamos solamente los guerreros y guerreras en dirección a Tarmén, y voy descalza, adolorida y medio desnuda, atada de manos tras la montura del Voor.***Karman:Al cruzar los altos riscos llegaríamos finalmente a la capital y nuestra verdadera contienda comenzaría.No fui con mi madre por consejos, porque sabía con exactitud lo que diría.Debía entregar a Alessia a juicio por alta traición, para ser quemada viva en una hoguera, sin embargo no podía.Las leyes que rigen mi bestia no me lo permiten. No puedo tomar su vida, pero otro podría hacerlo en mi lugar. Y tengo la idea perfecta de quién, cómo y dónde.Umara:Mi vientre crece a paso acelerado y sé, que traigo dentro de mí otros gemelos, los cuales también portarán la Maldición del lobo en sus venas. Alessios está a mi lado.Juntos contemplamos la en
Alessios:Sentí el momento exacto en que la vida abandonó el cuerpo de mi hija y mi pecho se llenó de un dolor que parecía querer aplastarme.Por doquier caían las víctimas de Zai y Mem, y había cadáveres calcinados por los poderes de Burya.Preso de una ira ciega me voy sobre los enemigos. Descuartizandolos con mis fauces y destripandolos con mis garras.¡Ya este combate no tiene como objetivo un rescate, ahora cobraremos venganza sobre los rebeldes!Mi hija, mi heredera...ha muerto. Umara:Lloro amargamente.Mi hija ha muerto.La tomo en mis brazos y la meso, como cuando era pequeña, sin importarme que su sangre manche mis vestiduras. Beso su frente, y cierro sus ojos.Maldiciendo el día que regresé a Tarmén.Porque de no haberlo hecho ella aún viviría.A nuestro lado ha llegado una niña.No sé cómo rayos ha cruzado el campo de batalla y menos como ha atravesado la barrera mágica de Citié, pero trae flores en sus manitas y sus ojos están llenos de lágrimas, al contemplar el cuerpo
Umara: —¿Y que idea tienes?- interrogo. —La verdad no lo sé. No sé si estarían dispuestos a disgregarse por todas las provincias del imperio, o…- Alessia abrió sus ojos enormemente, se le acababa de ocurrir una idea.-¡ eso es! ¡Que no muevan el campamento de dónde está! Que se mantengan al otro lado de las montañas. Padre los reconocerá como pueblo libre y… —¿Y? —Pues no lo sé.- susurro entristecida. —¿Y que será de ti? Eres la heredera al trono, hija. —Ya no. Assian será el próximo emperador. —Entonces, ¿te marcharás con Karman? —No. Él ha dejado bien claro que me odia, y que no desea verme nunca más. La expresión de tristeza en el rostro de Alessia hiere mi corazón. Ha sido rechazada por el dragón y el lobo se niega a hablarle. Yo intento comprende todo esto, aunque me resulta difícil. Sin embargo, entiendo cómo se siente. Así de miserable me sentí yo, los veinte años que estuve alejada de Alessios. Karman: La audiencia en el palacio real tuvo un final inesperado. La pr
Alessia: Mi loba se encrispa al contemplar a sus mates peleando, saca sus garras y muestra sus dientes, deseosa. No hay mayor satisfacción para una hembra como yo, que contemplar a este par de hombre rudos y fuertes partirse las caras uno al otro por mí, pero…no puedo permitir que esto dure mucho, porque podrían hacerse daño grave. Con lentitud, me muevo cerca y detienen su pelea, mirándome con desconcierto porque estoy desnuda. Lo cierto es que hace demasiado calor aquí en estos aposentos, como para andar en las gruesas pieles de los Voleer. —No luchen más entre ustedes. ¿Qué no ven que esa no es la solución?- susurro, interponiéndome entre ellos. Tomo la mano de Assian y tiro de él, reclamando su boca y colocando su mano sobre mis pechos, Karman gruñe, y me muevo contra él, contoneando mi trasero contra su enfurecido miembro. Al instante captan mi mensaje, y los animales en ellos salen a relucir. Me rodean, besándome, acariciándome, tentándome y finalmente tomándome entre lo
Alessia: Reposo recostada sobre el fuerte pecho de mi esposo, mientras ni otro esposo acaricia mi espalda, somnoliento. Karman acaricia mis cabellos, y besa mi frente, con lentitud. —¿Realmente me has perdonado?- murmura. Y su pecho vibra. —Ya ves que sí. —Pero yo te encadené. Y te forcé a pelear. Luego te forcé a ser mía, y por último te envié a morir.- protesta con voz entrecortada.- no merezco tu perdón, forastera. Sino tu odio. —Lo sé. Sin embargo no podemos luchar contra lo que somos. Y comprendo por qué hiciste todo aquello. Me deseabas, pero no confiabas en mí. Y luego te pusiste ciego de celos. Al punto en que no aceptabas mis explicaciones. El gruñe, mirando a asían con rencor, por sobre mi hombro. —No me gusta esta situación. No me gusta tener que compartirte con …ese. Le querrás siempre más que a mí. Sonrío complacida. Y acarició su musculoso pecho con mis dedos. Con lentitud subiendo por su cuello , hasta rozar su rostro, marcado por las cicatrices de la guerra. L
Umara:Han transcurrido tres meses desde la batalla contra el Draggar.Alessia florece entre los Voleer. Esa gente ha llegado a amarla con gran profundidad, y no solo la respeta por ser la mujer de su líder.Assian y Karman aún se la disputan.Con el tiempo que llevan juntos aún no aceptan del todo compartirla y a mí siempre se me hará extraña la relación de ellos.Luché con uñas y dientes por tener a mi esposo solo para mí, no comprendo cómo mi hija puede amar tan profunda y completamente a dos hombres tan distintos.—Umara, la pequeña Assia tiene hambre.- murmura Citié, trayendome cerca a una de mis gemelas.Oh, sí. Mis pequeñas gemelas ya tienen tres meses. —Umara, la pequeña Lessa también tiene hambre.Ruedo los ojos.Burya trae a mi otra beba en sus brazos.—Ya, ya amores. Mamá les dará de comer.No lloren más.- susurro en lo que meso a ambas bebés, cada una en un brazo.—Son unas ternurita.- comenta Zai.- excepto cuando tienen hambre.Reimos todas. A grandes carcajadas.Llevo un
" Querida madre:No sabes cuánto se regocija mi corazón de saber que mi hermana ha regresada sana y salva, y también de saber que finalmente se han calmado las cosas entre ella y el príncipe Assian.Mi esposa y yo, estamos felices de anunciar que tenemos un hijo.Hemos decidido llamar al pequeño Kantor, como mi abuelo, tu padre.Espero que veas con buenos ojos esta decisión.Hemos llevado a cabo la reposeción de nuestras tierras y las tribus florecen como nunca antes.Ahora contamos con espacio de sobra para el ganado y tendré en cuenta tu sugerencia, dejaremos para el próximo ciclo la peregrinación anual al oasis. Así sus aguas tendrán tiempo de purificarse.Mientras, nosotros llevaremos a cabo la ceremonia en el río subterráneo de la cueva de las montañas del cuerno.Esa agua nos vendrá bien para el ritual de sanación.Espero en poco meses ir a visitarlos para que conozcas a tu nieto."Con amor: tu hijo.Umara:Acaricio las cartas de Lysander.De mis dos cachorros él siempre fue el
En el décimo aniversario de la guerra contra el Draggar y los rebeldes del Este, Kyla, la hija mayor del Voor fue secuestrada.Su madrastra y padre, supieron que la joven había estado buscando agua en el pozo, con sus hermanos menores, cuando un cazador egipcio pasó por allí, le dió de abrevar a sus caballos y luego, poseído por un impulso feroz, montó a la doncella en su carro y se la llevó.Los pequeños gemelos, Alessar y Kylar, hijos del Voor, su mate, y su Omega, presenciaron todo el asunto y corriendo de regreso a la tienda de sus padres dieron aviso.El Voor montó en cólera, cambió a su forma bestia y persiguió el rastro del carro de batalla, pero le fue imposible encontrarlos y rescatar a su hija. Porque una terrible tormenta de arena se levantó en el desierto rojo, el cual colinda con las tierras de los Voleer y Egipto.Regresando a casa, Karman levantó a sus guerreros, sin embargo Alessia quiso ser más diplomática.Rogándole frenar su ansia de guerra, y perseguir una vía m