Capitulo433
Natalia, sin perder más tiempo, extendió su mano para quitarme las gafas de sol.

Yo, por supuesto, retrocedí al instante para evitarlo.

Ese movimiento ágil, que hice sin pensar, terminó por delatarme.

—¡Maldito! ¿No se supone que eres ciego? ¿Cómo es que reaccionas tan rápido? Natalia me miraba fijamente, exigiendo una explicación al respecto.

En mi mente solo podía pensar: Esto es el fin. Estoy completamente expuesto.

—Seguro que lo de masajista ciego es una farsa verdad, ¿no? Entonces, ¿cuándo me desnudé hace un momento, tú lo viste todo?

La indignación de Natalia crecía segundo a segundo. Sin darme tiempo siquiera a reaccionar, se lanzó hacia mí intentando arrebatarme las gafas.

Sabía muy bien que ya no podía seguir fingiendo, así que mientras esquivaba sus ataques, intento explicarme:

—No fue mi intención fingir no poder ver siendo ciego. Es solo que este trabajo lo requiere.

—Pero te lo juro, durante todo el masaje tenía los ojos cerrados.

—¡No soy una mocosa de tres años para cre
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP