—Andrea, eres una chica y has alcanzado el nivel de Gran Maestro en tu entrenamiento. Tu talento marcial me hace sentir inferior—suspiró Hugo, aceptando la derrota de todo corazón.

—Yo no soy tu oponente, me rindo—dijo Hugo con resignación.

—¿Te rindes tan fácilmente?—Andrea frunció el ceño ligeramente, sintiéndose algo decepcionada.

Sin embargo, Andrea ya había herido a Hugo con dos golpes consecutivos, lo cual era una venganza para su hermano mayor, Iñigo. Ahora que Hugo se rendía por iniciativa propia, no podía ser demasiado exigente. Solo podía ver cómo Hugo bajaba del escenario en un estado lamentable.

El fracaso de Hugo fue un gran golpe para el señor Castro y los miembros de la familia Castro. Sus rostros no lucían bien.

Esta vez, Hugo no solo fue derrotado, sino que además perdió ante una joven chica. Realmente era algo vergonzoso.

Sin embargo, no tenían más remedio. Después de todo, entre los jóvenes de la familia Castro, no había nadie más destacado que Hugo. Ahora que inclus