—Hugo realmente es un talento destacado entre la joven generación de Ciudad Baja, ¡realmente tiene elegancia!— exclamaron los presentes, levantando el pulgar en señal de admiración.

—Muy bien, lo pediste tú mismo—dijo Andrea con una sonrisa tranquila. Su figura se deslizó rápidamente y apareció frente a Hugo como un relámpago. Luego, lanzó una palma que se transformó en una lluvia de sombras de palmas, dirigiéndose rápidamente hacia el pecho de Hugo.

Hugo ya menospreciaba a Andrea y había prometido darle tres movimientos. Naturalmente, no iba a romper su palabra. Sin embargo, cuando notó las verdaderas fluctuaciones de energía en Andrea, se puso pálido.

—¡Gran Maestro en etapa inicial!—exclamó Hugo horrorizado. Ni en sus sueños había imaginado que el nivel de habilidad de Andrea ya había alcanzado la etapa de Gran Maestro.

Lo peor era que, debido a que Hugo subestimó demasiado a Andrea antes, perdió la oportunidad óptima de defenderse. Cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde para