—¿Amigo?

—Sí, lo que dijiste es correcto, ¡somos amigos!

Lucía se sorprendió por un momento y luego sonrió, su sonrisa era tan encantadora como la floración de cien flores.

La soledad en las alturas es fría.

Debido a que familia Castro tenía dinero y poder, a Lucía nunca le faltaban pretendientes a su alrededor. Sin embargo, no tenía muchos amigos verdaderos. Incluso si los había, la mayoría estaban allí por el poder de familia Castro.

Pero Christian era diferente. Él era un médico experto que curó a su abuela sin pedir nada a cambio.

No solo eso.

Christian acababa de arriesgar su vida para salvarla sin abandonarla sola sabiendo que no podía vencer. Su integridad personal era excelente en todos los aspectos.

¡Ella inmediatamente aceptó a Christian como amigo desde lo más profundo su corazón!

Después, Lucía llamó a su abuelo y le contó lo que había pasado cuando fue atacada.

Al enterarse de esto, el eñor Castro se enfureció mucho y envió a Hugo Castro con varios expertos de la familia