—¿Quieres escapar?

—¡No es tan fácil!

En este momento, una risa fría sonó y otro todoterreno negro se acercó por detrás.

La puerta del coche se abrió y tres jóvenes salieron de él.

El líder llevaba un traje elegante, tenía una nariz aguileña y su presencia era muy intimidante. No parecía ser alguien común.

¡Maldición! Ellos tienen compañeros y no era solo uno más.

Lucía pensó que esto no iba bien e inmediatamente corrió hacia la zona verde para escapar lo antes posible.

Hace un momento apenas pudo manejar a dos hombres altos y delgados, ahora hay tres más. No creía que pudiera enfrentarse sola a ellos.

—¡Atrápenla! —

El líder resopló fríamente, hizo un gesto con la mano y sus dos secuaces junto con los otros dos hombres altos y delgados fueron tras Lucía. Pronto lograron detenerla.

—¿Quiénes son ustedes en realidad?

—¿Qué quieren hacer? ¿Acaso no saben quién soy yo?

Lucía gruñó con rabia, llena de ira.

—No importa quiénes seamos nosotros.

—Lo importante es que, si eres inteligente, t