—Gustavo, Santiago, aquí hay dos elixir de limpieza de la médula, preparados para ustedes dos —dijo Christian, sacando dos elixir de limpieza de la médula y haciendo señas a Gustavo y Santiago para que se acercaran y tomaran las píldoras.

—¿Qué has dicho? —preguntaron Gustavo y Santiago, sorprendidos y sin poder creer lo que escuchaban.

El valor y los efectos del elixir de limpieza de la médula eran bien conocidos por ellos. No solo era extremadamente valioso y difícil de encontrar, sino que también muchas familias poderosas de la región del sur lo buscaban desesperadamente sin éxito.

Pero ahora, lo que no esperaban era que, siendo solo subordinados de Christian, personas de bajo estatus, él estuviera dispuesto a regalarles dos elixir de limpieza de la médula.

¿No era esto simplemente increíble?

Sorprendidos, ninguno de los dos se atrevió a tomar las píldoras.

—No, no están equivocados —confirmó Christian.

—Estas dos elixir de limpieza de la médula son para ustedes dos. Dado su joven e