—¡No puedo esperar! La caza de Maximiliano no puede retrasarse, no tengo tiempo para esperar a que los expertos del Grupo Dragón de Guerra en el oeste vengan en nuestra ayuda —dijo Christian, sacudiendo la cabeza, rechazando sin dudar la propuesta de Eufrasio.

El polvo de rastreo que él había elaborado solo mantenía su efectividad durante unas dos o tres horas antes de disiparse. Dado que estaban en una región remota del oeste y la sede del Grupo Dragón de Guerra estaba a una distancia considerable, se necesitaría al menos una o dos horas de viaje en automóvil.

Esperar refuerzos del Grupo Dragón de Guerra en el oeste sería demasiado tarde.

—No es seguro que vayan solos, no puedo dejar que vayan solos —Eufrasio se negó a aceptar la decisión. Tenía la intención de convencer a Christian, pero antes de que pudiera decir algo, fue interrumpido.

—No digas más, ya he tomado una decisión —afirmó Christian—. Eufrasio, no te preocupes, dejemos que el Grupo Dragón de Guerra en el oeste maneje est