—Muchacho, ahora te doy una oportunidad: ¡libera inmediatamente a Amalio!

—¡De lo contrario, asume las consecuencias!

La mirada afilada del señor Báez se clavó en Christian, con un aire de amenaza en sus ojos.

Ahora que sabía que Christian era un enemigo de la familia Carmona y, además, que había irrumpido en la familia Báez causando violencia, el señor Báez ya albergaba un deseo de venganza.

Incluso si Christian liberaba a Amalio, no planeaba perdonar tan fácilmente a Christian. En el mejor de los casos, podría hacer que la muerte de Christian fuera un poco más rápida.

—Viejo, ¿crees que liberaré a Amalio solo porque lo dices?

—¿Quién te crees que eres?

Christian resopló con desdén.

En este momento, su prioridad era rescatar a Clara. Si el señor Báez estaba dispuesto a disculparse por las malas acciones de Amalio, consideraría liberarlo. Sin embargo, tanto el señor Báez como Amalio actuaron de manera desagradable y trataron de intimidarlo.

No iba a mostrar ninguna consideración hacia