Sophia luego de salir de la empresa de su padre sentía que su corazón se quería salir de su pecho, nunca llegó a creer que iba a ser capaz de hablarle de aquella manera a Alessandro, amaba con todas sus fuerzas a aquel hombre, pero al mismo tiempo sentía todo lo opuesto, a aquellas alturas lo único que deseaba era hacer que todo se aclarar. Sophia tomó el teléfono móvil y se puso en contacto con Daniele, una vez que él hizo presencia subió al auto y condujo a toda prisa, ella se mostraba bastante nerviosa, además las palabras de Alessandro aún continuaban marcadas en su cabeza, no podía negar que haberlo visto nuevamente había logrado causar el efecto que ella suponía.«Alessandro es perfecto, es el hombre ideal, el hombre que quiero tener junto a mí por el resto de mi vida, y en estos moemntos me estoy debatiendo entre lo que mi corazón quiere o lo que la razón pide a gritos», pensó Sophia sintiéndose segura que nunca iba a perder a Alessandro.—Él ya se encuentra de regreso —coment
Luego de haber asistido a las sentencias de las personas que le hicieron daño y que estuvieron a punto de acabar con la empresa, Sophia se sentía tranquila, mientras que caminaba en dirección al auto pensaba que solo quedaba un cabo suelto, sí, se trataba de Alessandro.A quien por supuesto también le iba a ser pagar de la forma que más le iba a doler, ahora que estaba segura que Alessandro estaba perdidamente enamorado de ella y ese era su punto estratégico para ponerlo de rodillas ante ella antes de dar su golpe final. —Llévame a la empresa —pidió Sophia a Daniele y él asintió.Durante el camino de regreso sus ojos se humedecieron, había un choque de emociones en su interior, conseguir venganza era algo que ella necesitaba hacer, pero al mismo tiempo era algo nuevo para ella y no podía estar tranquila porque se sentía culpable.Sin Noah en el camino se sentía segura y sabía que por lo menos por unos cuantos años su mente iba a estar tranquila y su cuerpo a salvo; pero para ella la
La temperatura en el interior de la oficina de presidencia con cada segundo que transcurría incrementaba, en la cabeza de Sophia pedía a gritos que Alessandro se alejara de su cuerpo, mientras que su corazón y su cuerpo correspondía a él como lo más importante.Alessandro sediento de placer devoraba su cuello con cálidos y tiernos besos, luego de haber probado el cuerpo de Sophia no sentía ningúna necesidad de satisfacer sus deseos sexuales en otra mujer.Aquellos besos y caricias recorrieron su cuello, con astucia una de sus manos logró zafar los botones de la blusa poniendo al descubierto sus pechos, lamió y succionó de ellos sin detenerse, mientras que con la mano acariciaba su redondo trasero. Sophia llevó las manos hasta su cabeza y entrelazó los dedos con su cabello, cerró los ojos y dejó que pasara aquel momento; Alessandro dando pasos cortos llevó a Sophia hasta el sofá, con delicadeza ayudó a que se ubicara. Sophia quedó sentada con la espalda erguida, de inmediato y sin pe
Sophia acomodó su vestido, su cabello, retocó el maquillaje y colocó un poco de loción sobre su cuerpo para ocultar aquellos aromas que Alessandro había logrado provocar en ella.Con las mejillas ruborizadas Sophia salió del baño, conectó la mirada con Alessandro y luego le brindó una leve sonrisa, estilo del brazo abrió la puerta y se retiró, lo estaba disfrutando y él lo sabía. Mientras que Alessandro quedó más confundido que antes, fue al baño y limpio el reguero que ella había dejado, colocó un poco de loción sobre su traje y luego sirvió licor en un vaso hasta el rebose.Fijó la mirada a través del enorme ventanal, había quedado fuera de lugar debido a la manera de actuar que ahora tenía Sophia, no lograba comprender lo que ella estaba planeando; no deseaba tener nada con él y al mismo tiempo podía notar que ella lo único que deseaba era estar entre sus brazos y sentirse suya. «¿Qué rayos pretendes hacer conmigo Sophia, por qué actúas de esta manera tan extraña como si supieras
Una vez que Alessandro noto noto que había terminado la reunión fue hasta la oficina de Sophia, debido a su molestia no tuvo la delicadeza en llamar a la puerta, simplemente estiró el brazo y giro de la perilla ingresando de un solo movimiento.Sus ojos se abrieron cuando encontró a Sophia hablando tranquilamente con uno de ellos a solas en el interior de la oficina de presidencia, en el rostro de Sophia había una enorme sonrisa, lo que para ella era bastante normal, para él fue el peor engaño del mundo. —Aún no has respondido Sophia sobre la presencia de esta persona en la empresa, claramente no confío en él, si él decide continuar en este lugar lamentablemente debo decir que no podremos llegar a ningún lado, todo lo que hemos hablado por largas horas tendrá que quedar de un lado, porque no pienso ponerme en riesgo una vez más a causa del mismo hombre.»No logro entender que tipo de relación tiene este hombre con una mujer encantadora como eres tú para que ingrese de esta manera a t
Sophia gritaba de la emoción en su interior, mientras que su rostro permanecía firme, el hecho de haber escuchado aquellas palabras de la boca de Alessandro había causado que su cuerpo flotara de la felicidad.Era un hecho, Alessandro estaba perdidamente enamorado de ella y ya no quedaba duda alguna, tan solo quedaba su venganza en pie, lo cual era el único impedimento para que ella pudiera corresponder a su amor. —Siento mucho que te hayas enamorado de la mujer incorrecta, ya me cansé de fingir que sentía algo por ti, solo lo hacía para que me ayudaras a conseguir mi venganza, pero ahora que finalmente lo pude conseguir puedo ser sincera contigo, tú no me interesas ni logras causar ningún sentimiento en mí. »Por más que te esfuerces podrás hacer me enamoré de ti, no tienes nada que me agrada, solo eres un delincuente que le causa daño a las personas, un hombre sin sentimientos que lo único que mereces estar solo, porque ni siquiera mi compañía la mereces —aquellas palabras salieron
Ante la presencia de Paolo, Alessandro estaba seguro que todo se iba a convertir en un completo caos, fuera de aquella competencia invisible, Paolo era un hombre que se encargaba de armar una guerra en cuestión de segundos debido a su astucia y manera sagaz de deshacerse de las personas que no le convenía para sus planes. —¿Paolo es tu primo verdad? —preguntó Sophia y él asintió levemente con su cabeza. Sin darle tiempo a Alessandro para que fuera a recibirlo Paolo hizo presencia, con quien se encontró de frente fue con Sophia, sin tomarse la molestia de disimular el escaneó el cuerpo de la esposa de su primo con la mirada, luego dibujó una sonrisa de medio lado, la cual no tenía nada de agrado.—No puedo decir que luces diferente —ante su comentario Sophia rodó los ojos—. Porque estás igual que la última vez que te vi, aún me pregunto de dónde carajos te sacó mi primo, gorda de feria —habló manteniendo aquel tono con el que él solía burlarse de las personas. —Lo mismo digo yo, sig
Sophia al notar que Alessandro no deseaba reaccionar, se cruzó de brazos y gruñó. —¿Así que aquí quedarán todas tus promesas? —aquella pregunta por parte de Sophia hizo que Alessandro reaccionara.«Mis promesas, eso quiere decir que aún está interesada en mí, pero lo que menos quiero es que se de cuenta la clase de persona que en realidad soy cuando pierdo el control, así que me tendré que deshacer de ella para atender a mi primo como se merece», pensó Alessandro al conectar la mirada con la de ella. —Necesito hablar con él a solas, por favor sal un momento, igual mi primo no se demorará con su visita —aseguró Alesandro causando que Paolo sonriera.—No asegures sobre lo que no sabes, me agrada estar de regreso en este lugar y no quiero irme tan pronto —comentó Paolo y luego guardó silencio. —Por favor sal de este lugar, necesito hablar con mi primo y espero que no sea interrumpido —Sophia levantó una de sus cejas y luego se dio vuelta saliendo molesta de allí.La presencia de Paolo