Alessandro luego de haber escuchado aquellas palabras dio unos cuantos pasos atrás con la yema de sus dedos frotó de su frente, paciencia era algo que él no tenía ni lograba conseguir, pero con ella estaba a punto de llegar a su límite. —Muy bien entonces te escucho, ya me estoy cansando de esta situación y lo que más quiero es terminar de una buena vez, si fuera por mí claramente esta situación nunca se estaría dando, aunque no lo creas he sido bueno contigo, pero una mala decisión mandara todo al carajo, no te sientas afortunada de que tengas frente a ti a un hombre como yo pidiendo que te le des un hijo.»Pero soy capaz de hacer cualquier cosa únicamente para que mi primo no se quede con todo, maldita sea mi suerte, ya metí las patas no tendré de otra salida más que hacer que esta mierda funcione, durante mi vida nada me ha quedado grande y esta no será la primera ocasión, así que pon las cartas sobre la mesa y sé clara, porque no tendrás una segunda oportunidad para querer hacer
Aquella noche fue la más larga y vacía que tuvo que pasar Sophia, se sentía atemorizada ante las acciones que fuera a tomar Alessandro en su contra, a cada instante giraba su cuerpo y fijaba la mirada al otro costado de la cama en búsqueda de su esposo, pero aquella noche Alessandro decidió pasarla en el estudio.Aquel cambio repentino por parte de Sophia fue un golpe bastante bajo, jamás llegó a imaginar que ella le fuera a salir con ese tipo de jugada maestra, o quizá lo que más le dolía era su ego, durante toda su vida nadie se había rehusado a tener intimidad con él, las mujeres caían redondas ante de su físico, poder o por el dinero.Pero la manera en la que ella se expresaba al contemplar tener intimidad con él le dejaba claro que lo detestaba con todas sus fuerzas, Alessandro bebió sin control alguno al haber sido rechazado por una mujer, a pesar de que para él lo único importante era que le diera aquel hijo, no podía dejar de preguntarse si sus encantos de galán habían termina
Una semana más tarde.Sophia se encuentra demasiado triste luego de la inseminación artificial, los roces con Alessandro son demasiado fuertes, no pierden la oportunidad para discutir, el cambio que hay en él es bastante notorio, ya ni siquiera la soporto y permanece distante. Se comporta con ella como normalmente lo haría con alguien que no le interesa, Sophia lo observa a distancia sin acercarse lo suficiente para evitar dolores de cabeza, Sophia se siente frustrada y rechazada al estar en el interior de la propiedad de Alessandro, así que decidió salir a cenar a un lujoso restaurante.El dinero ya no era impedimento para que ella pudiera adquirir lo que deseara, Alessandro le había facilitado fondos ilimitados y ella estaba disfrutando de aquel beneficio; en aquel lugar solo se podía ingresar con reservas anticipadas; Sophia había aprendido de Alessandro que con dinero todo se podía arreglar. Ofreció unos cuantos billetes al recepcionista y él la ubicó en una mesa justo al lado d
Alessandro luego de aquella cena se dispuso a acompañar a Charlotte hasta su apartamento, ella era endemoniadamente atractiva, aquel vestido resaltaba sus espléndidas curvas, el atrevido escote atraía la mirada de él sin previo aviso. Por supuesto Charlotte sabía muy bien tras de que iba, una relación de amigos a ella no le interesaba, conocía perfectamente los beneficios que iban a caer sobre ella si terminaba siendo la mujer con la que Alessandro encontraba desahogo y satisfacer sus necesidades.—Espero que mis indicaciones hayan quedado bastante claras, es un negocio demasiado importante y por ello lo he puesto en tus manos, espero que no me falles y si cumples al pie de la letra nuevamente podré recuperar la confianza en ti —habló Alessandro manteniendo las manos dentro de los bolsillos y su cuerpo erguido.Charlotte se derretía al observar su presencia masculina, aquellos labios que no mostraban ningún tipo de atracción hacia ella, aquella mirada necia que se debatía en un fuert
14 días después de la inseminación artificial.Sophia no ha sentido ningún cambio por parte de Alessandro, continúa siendo el mismo desgraciado que la ignora y la rechaza, solo que esta vez ella ya no se tiene que molestar en huir ante su presencia, disfruta estar tranquilamente comiendo helado en cualquier parte de la casa, ya que ha cumplido con su parte y no se siente presionada de tener intimidad. A pesar de sus calamidades las recomendaciones que recibió por parte de la doctora era que no se podía estresar ni exaltarse ante las preocupaciones, sin importar ella sentía gran aprecio por el bebé que habían puesto en su vientre y por ello escuchábamos música, veía telenovelas como si no tuviera un solo problema en su vida, en aquellos momentos lo único que le importaba era que su bebé naciera sano y fuerte. Cada vez que Alessandro se acercaba a Sophia la observaba con desprecio, ella sabía que lo hacía porque él estaba con aquella mujer, la mujer del baño, y sin importar lo que ell
La tensión en Sophia era demasiado alta, cruzó sus dedos mientras que deseaba con todas sus fuerzas estar embarazada, Alessandro no era el mejor hombre del mundo y ella lo sabía, pero al estar esperando un hijo suyo todo sería diferente, su venganza estaría a la vuelta de la esquina logrando obtenerla de la manera más fácil.—Antes de que abras el sobre necesitamos hablar —comentó la doctora, pero Alessandro arrebató el sobre de su mano y de inmediato lo abrió. —¡Resultado negativo! —exclamó Alessandro mostrando su molestia, al escuchar aquellas palabras Sophia borró de inmediato la sonrisa de su rostro y se levantó.—¿Pero cómo es posible? —preguntó Sophia completamente sorprendida—. Se suponía que me habías traído a lo mejor clínica de inseminación artificial, pero por lo visto está “doctora” lo único que sabe es fijarse en los esposos de sus pacientes —Comentó Sophia y la doctora simplemente inclinó la cabeza.—No sé como lo pueda solucionar, pero necesito ese bebé en su vientre l
“Nueva York”Sophia se encontraba en la oficina trabajando como siempre lo solía hacer, hasta que una llamada que le comunicó la asistente interrumpió sus labores.—Hola —respondió ella mientras recostó la espalda en la silla.—Soy el detective Oliver Davis, ¿me estoy comunicando con la familia Adams? —Sophia arrugó sus cejas ya que no lograba comprender cuál era el motivo de aquella llamada. —Así es, ¿en qué le puedo ayudar? —preguntó ella al instante. —Lamento darle esa terrible noticia, pero el señor y la señora Adams han perdido la vida en un terrible accidente. Luego de escuchar aquellas palabras el rostro de Sophia cambió repentinamente, ella sentía que el aire se agotaba y respirar le costaba. Esas palabras se repetían una y otra vez en su cabeza.—¿Qué?, pero... ¿qué ha dicho? —preguntó ella con sorpresa mientras se levantó de la silla—. Es imposible y difícil de creer, hace unos pocos minutos ellos estuvieron conmigo —aseguró Sophia con sus ojos húmedos. —No le miento, en
“Palermo - Italia”En el interior de la propiedad de la familia Morelli todos se encontraban agitados, ya que en el lugar se iba a llevar a cabo una reunión bastante importante y muy decisiva que afectaría el futuro de todos, en aquella familia tan poderosa se encontraba al frente Vittorio Morelli, un hombre de 67 años quien estaba próximo de perder la vida debido a su vejez.—Darío, Darío... —llamó con poca fuerza Vittorio a su abogado y hombre de confianza. —Sí señor, lo escucho estoy aquí a su lado —respondió Darío y se levantó de inmediato de aquel cómodo sofá donde acompañaba de manera fiel a su jefe. —Ayuda a levantarme de esta cama, quiero que cuando ellos lleguen me encuentren en la sala y no vean el deterioro de mi estado de salud —Darío asintió y de inmediato llamó a otros cuantos hombres para que se hicieran cargo de la orden del jefe. Unos cuantos minutos más tarde en la puerta principal se encontraban autos de lujo, del interior descendieron varios hombres, quien se en