Alessandro llevó una de sus manos a la cabeza, lo que acababa de escuchar no era simplemente casualidad, de manera directa acusó a su primo de aquella tragedia.—¿No recuerdas quién soy yo? —Sophia negó con su cabeza.—No lo recuerdo porque me han hablado muy mal de usted, no lo recuerdo porque quizá lo único que ha querido ha sido hacerme daño y mi mente me quiere mantener a salvo de toda su maldad —respondió ella sin rodeos. —Ven conmigo, hablaremos de nosotros —Sophia negó con su cabeza. —No pienso ir a ningún lado con usted, déjeme libre, porque de lo contrario mi esposo lo buscará y le hará pagar por todo el daño que me ha causado —Alessandro en medio de aquella terrible situación que estaba viviendo no podía creer su mala suerte.Alessandro la tomó de la mano y la sacó de allí, Sophia forcejeaba buscando liberarse mientras que gritaba pidiendo ayuda, él la llevó en sus brazos hasta el interior de aquella casa, al ingresar Snake levantó la cabeza y al notar que se trataba de Al
Sophia levantó el brazo y le dio una fuerte bofetada a Alessandro causando que él se alejara de su cuerpo.—Espero que esta sea la última vez que se atreva a hacer este tipo de cosas, no soy su juguete y mucho menos la burla de nadie —advirtió mostrando molestia en su rostro. —Lo siento, no soy tan fuerte ante tu presencia para negar lo que en realidad siento por ti, perdí el control y solo me dejé llevar por los sentimientos —se excusó. —Me importa muy poco sus sentimientos, no quiero que se acerque a mí, no quiero tener nada con usted, no quiero que se siga aprovechando de la situación —ella intentó salir de la habitación, pero él se atravesó en su camino impidiendo que lo consiguiera.—Lo siento mucho Sophia, pero no pienso permitir que salgas de este lugar, y menos si continúas asegurando que James es una buena persona, te prometo que haré hasta lo imposible para que recuperes la memoria, y así podamos estar finalmente juntos —Sophia colocó las manos en su pecho y lo empujó con
Alessandro ingresó a largas horas de la noche en la habitación donde se encontraba Sophia, ella se encontraba durmiendo, de manera silenciosa se sentó junto a la cama y disfrutó de su compañía en silencio. «Juro que recuperaré tu amor, eres todo para mí, la única persona que me hace sentir feliz, por más que intenten separarnos nadie lo logrará», pensó en silencio dibujando una leve sonrisa en su rostro al estar nuevamente a su lado. Unas pocas horas más tarde, Alessandro se levantó, le dio una última mirada al amor de su vida y luego salió en búsqueda de recuperar lo que le pertenecía. —Iría contigo si pudiera por lo menos caminar tranquilamente, pero debido a las heridas solo me queda esperar que todo salga bien.—No te preocupes, has hecho más de lo que otra persona haría por mí —respondió Alessandro y luego se despidió de su amigo. Alessandro junto a su enorme grupo de hombres fue directo a su propiedad, necesitaba hacer frente a su primo y no podía esperar más tiempo para hac
Paolo se sentía en libertad para ofender y hacer pasar por los peores momentos a Alessandro, ya que se sentía protegido por el abuelo, pero en aquella ocasión su suerte cambió. Un disparo rompió el silencio de aquel amanecer, Paolo cayó al piso, Alessandro bajó la pistola mientras mantenía el ceño fruncido.—Has corrido con gran suerte durante mucho tiempo, pero tus acciones han logrado que llegará mi paciencia al límite, en una próxima ocasión no me tomaré la molestia de dispararte en el brazo —Paolo se retorcia del dolor.—Solo admite que no tienes el valor suficiente para acabar con mi vida, y te tienes que valer de tus estúpidas reglas de proteger a la familia, cuando lo único que estás haciendo es perder el tiempo al proteger a una ridícula gorda que no podrá cumplir con lo que necesitas para tener la corona del abuelo —Paolo sonrió intentando provocar a Alessandro.—Saquen esta basura de mi propiedad —ordenó Alessandro con un tono de voz fría manteniendo su cuerpo erguido—. Esp
Los autos se detienen, Alessandro desciende rodea el auto y abre la puerta para que Sophia baje.—No me equivoqué al pensar que era un ogro, ahora veo porque necesita vivir apartado de la sociedad —aquel comentario logró hacer que Alessandro marcará una leve sonrisa en su rostro. —Además de amplia, está muy hermosa tu propiedad, me siento elogiado al ser un invitado en tu casa —Snake interrumpió expresando unos cuantos elogios a su jefe.—Sigue y ubícate en la habitación que te sientas más cómodo —indicó Alessandro intentando tener espacio a solas con su esposa. —¿Familiar suyo? —preguntó Sophia observando a Snake.—No, es mi primer amigo que he logrado encontrar luego de tantos años —respondió con certeza como si lo conociera de toda la vida. »Acompáñame, he preparado algo especial para ti, espero que te agrade —Alessandro de manera involuntaria intentó tomar de su mano, pero ella se rehusó a aquel afecto, arqueó una de sus cejas y arrugó sus labios.—No pretenda actuar como si en
“Nueva York”Sophia se encontraba en la oficina trabajando como siempre lo solía hacer, hasta que una llamada que le comunicó la asistente interrumpió sus labores.—Hola —respondió ella mientras recostó la espalda en la silla.—Soy el detective Oliver Davis, ¿me estoy comunicando con la familia Adams? —Sophia arrugó sus cejas ya que no lograba comprender cuál era el motivo de aquella llamada. —Así es, ¿en qué le puedo ayudar? —preguntó ella al instante. —Lamento darle esa terrible noticia, pero el señor y la señora Adams han perdido la vida en un terrible accidente. Luego de escuchar aquellas palabras el rostro de Sophia cambió repentinamente, ella sentía que el aire se agotaba y respirar le costaba. Esas palabras se repetían una y otra vez en su cabeza.—¿Qué?, pero... ¿qué ha dicho? —preguntó ella con sorpresa mientras se levantó de la silla—. Es imposible y difícil de creer, hace unos pocos minutos ellos estuvieron conmigo —aseguró Sophia con sus ojos húmedos. —No le miento, en
“Palermo - Italia”En el interior de la propiedad de la familia Morelli todos se encontraban agitados, ya que en el lugar se iba a llevar a cabo una reunión bastante importante y muy decisiva que afectaría el futuro de todos, en aquella familia tan poderosa se encontraba al frente Vittorio Morelli, un hombre de 67 años quien estaba próximo de perder la vida debido a su vejez.—Darío, Darío... —llamó con poca fuerza Vittorio a su abogado y hombre de confianza. —Sí señor, lo escucho estoy aquí a su lado —respondió Darío y se levantó de inmediato de aquel cómodo sofá donde acompañaba de manera fiel a su jefe. —Ayuda a levantarme de esta cama, quiero que cuando ellos lleguen me encuentren en la sala y no vean el deterioro de mi estado de salud —Darío asintió y de inmediato llamó a otros cuantos hombres para que se hicieran cargo de la orden del jefe. Unos cuantos minutos más tarde en la puerta principal se encontraban autos de lujo, del interior descendieron varios hombres, quien se en
“Nueva York”Luego de que Sophia condujera por largas horas sin sentido alguno decidió detenerse para pasar la noche en un hotel, su estómago gruñía del hambre y necesitaba pensar con calma y saber que hacer de ahora en adelante con su vida.Una vez que ingresó al hotel y llegó la hora de pagar por el servicio ninguna de sus tarjetas se encontraba con fondos, Sophia no lograba comprender lo que estaba sucediendo, en su bolso no tenía suficiente efectivo para pagar, así que sin otra salida tuvo que salir con la cabeza baja aguantando las burlas del personal de aquel hotel.Sophia decidió regresar a su apartamento, allí tenía dinero suficiente para sobrevivir mientras solucionaba el problema con las tarjetas; lo peor llegó una vez que se encontró en la entrada principal del edificio donde ella residía.—Señorita Sophia, nos han dado la orden de no permitirle el ingreso, según nos informaron usted ya no tiene ningún derecho de ingresar en este lugar, no se moleste con nosotros, solo hace