Alessandro logró ponerse en contacto con Daniele, ha dado la orden de acudir en su ayuda, y unas cuantas horas más tarde varios de sus mejores hombres se encontraban en camino para ayudar a su jefe.Mientras tanto, Sophia se encontraba en el sótano de aquella mansión atada a una silla, mientras que su estómago gruñía de hambre, desde el momento en el que la dejaron allí nadie se había acercado, buscaba la manera de mantener su mente ocupada, asi que pesaba en lo que pudo haber sucedido con Alessandro.Por más de que ella se esforzaba en ser positiva, terminaba llegando a la conclusión de que su esposo había muerto mientras caía, todas sus posibilidades de haber salido con vida eran nulas al recordar la manera en la que su cuerpo giraba a toda velocidad. Era el momento menos indicado para pensar en Alessandro, pero era lo único te la hacía sentir bien a pesar de la situación, no era para menos ya que en poco tiempo había logrado causar diferentes emociones en ella y difíciles de poder
La tensión en aquel sótano era bastante elevada, Carlo se mostraba furioso por estar atendiendo aquella llamada, mientras que Sophia se sentía la persona con más suerte en el mundo. —Ya estoy enterado que tienes a mi esposa en tu poder, más precisamente en el sótano de tu mansión, si no quieres desatar una guerra la vas a liberar, porque te aseguro que soy capaz de ir a buscarla y acabaré con todo lo que se encuentre a mi paso, y desde luego que me quedaré con todos tus bienes —dijo Alessandro buscando la manera de intimidar a Carlo.—Tienes una deuda pendiente conmigo y antes de exigir tendrás que pagar, sabes muy bien que no te quedará nada fácil vencerme y menos en mi mansión, así que bájale la velocidad a tu auto que puedes terminar estrellando —Alessandro frotó de su mandíbula mientras que pensaba. —Te daré el doble del dinero que perdiste en aquella entrega, pero libera a mi esposa ahora mismo —propuso Alessandro.—La mercancía que perdí en aquella entrega fue por tu culpa, as
Sophia fue llevada directo al aeropuerto, ella se encontraba bastante nerviosa, su cuerpo aún temblaba y el temor de ser nuevamente atrapada por aquellos hombres la perseguía, al llegar al avión se acercó a Daniele.—¿Dónde está Alessandro? —le preguntó de manera directa. —Se encuentra en el avión en espera de usted —Ella sonrió y rápidamente subió. Sophia se encontraba emocionada, pero su rostro cambió al instante al observar a Alessandro sentado trabajando en la computadora como si todo hubiese sido insignificante, la decepción era porque ella había pensado que su encuentro iba a ser diferente.—Me alegra que estés bien, acomódate porque dentro de poco vamos a despegar —habló de manera fría y cortante Alessandro.—A mí también me da gusto ver que estás bien —comentó ella mientras que pasó por su lado notando las heridas y moretones que habían en sus brazos y rostro.Sophia se ubicó en la silla trasera manteniendo la mirada puesta en Alessandro, aquello que vivieron al parecer se t
Sophia había logrado hacer que Alessandro se sintiera diferente, no era capaz de admitirlo, pero ante el hecho de contemplar que hubieron enormes posibilidades de perder a Sophia para siempre causó que Alessandro perdiera la estabilidad.Demostrar los sentimientos lo hacía sentir débil, pero ahora se encontraba completamente seguro que sentía algo por Sophia, y no se trataba de un simple capricho o tan solo deseo como con las demás mujeres que solía frecuentar; Alessandro había encontrado algo único y especial en ella y no pensaba permitir que ella nuevamente estuviera en peligro por su culpa.Una vez que el avión aterrizó ellos descendieron, uno de los autos de Alessandro se encontraba en espera, subieron y se marcharon a casa, Sophia continuaba en silencio sintiéndose triste e indignada por la manera de actuar de Alessandro. Al llegar a la propiedad Sophia se dirigió a su habitación, mientras que Alessandro recostó su trasero sobre el auto tratando de organizar sus pensamientos, su
Sophia se encontraba en el interior de la habitación principal, su respiración era rápida, sus manos se encontraban sudorosas, y un cosquilleo recorría por todo su cuerpo.Alessandro dando pasos cortos se acercó a ella, llevó sus manos directo hasta sus mejillas, acercó su rostro al suyo y le brindó un cálido beso, ella colocó sus brazos alrededor de su cintura y correspondió con el mayor de los gustos. En esta ocasión no hubo prisa de deshacerse de sus prendas, algo nuevo se estaba dando, algo que ninguno de los dos no lograba comprender, él deseaba no detenerse por un solo minuto durante toda su vida, sentir sus labios se había convertido en aquella terapia que lo hacía olvidar su vida pasada.En cuanto a ella, sentir sus labios le ayudaba a superar el sufrimiento y el dolor que habían causado en ella, Sophia sentía que su mundo ahora giraba en torno a Alessandro, él se había convertido en el único motivo por el cual quería vivir. Las prendas fueron cayendo, las caricias eran cada
Días más tarde.Luego de aquella declaración de amor, Sophia todas las noches esperaba ansiosa que Alessandro regresara a la habitación, más que intimidad le brindaba compañía, cariño y afecto como ninguna otra mujer antes lo había hecho. Él disfrutaba de aquella compañía, pero aún así a largas horas de la noche Sophia se dirigía a su habitación dándole espacio a aquello que le hacía perder la cabeza.Mientras que ella se esforzaba en brindar sonrisas y miradas tiernas, él continuaba siendo frío y distante, pero al mismo tiempo correspondía con afectos no tan certeros ni empalagosos como los suyos. —Esta noche se llevará a cabo una fiesta, no tendrá nada que ver con los negocios, se llevará a cabo debido a la celebración del cumpleaños de un poderoso y reconocido empresario, es más que necesario que mi presencia se encuentra allí, cabe recalcar que en aquel lugar posiblemente esté tu hermana en compañía de Noah, si prefieres no ir lo aceptaré —Sophia negó con su cabeza.—No hay ning
Noah dibujó una sonrisa en su rostro, tomó un bocadillo en sus dedos y nuevamente se acercó a Sophia, rodeó su cuerpo y se ubicó en la parte de adelante. —Créeme no te estoy mintiendo, ni tampoco intento hacerme la víctima —Sophia rodó los ojos—. Solo quiero hacerte entender que entre tú y yo puede haber una amistad —Sophia bufó—. Estoy abierto si quieres hablar nuevamente conmigo —Noah estiró el brazo e intentó colocar el bocadillo dentro de su boca, pero ella se rehusó.—Claramente tú no eres la víctima, eres un desgraciado que me hiciste sufrir por un largo tiempo, y lo peor de todo fue que lo permití, mis padres colocaron su confianza en ti suponiendo que ibas a ser lo mejor para mi vida.»Noah Baker, un reconocido y respetado empresario fue la impresión que se llevaron mis padres a la tumba, nunca llegaron a imaginar que habían contratado a un apestoso gusano capaz de devorar a la familia entera debido a la ambición que recorre por todo tu cuerpo —Noah tensó la mandíbula y la to
Las personas se alborotaron, todos corrían de un lugar a otro, mientras que Sophia dando pasos cortos fue directo a él, dobló las rodillas y cayó a su lado, las lágrimas invadieron sus mejillas, un fuerte vacío se apoderó de su pecho, tomando aliento de donde no lo tenía estiró el brazo y llevó su temblorosa mano hasta su mejilla y luego la acarició.Fijó la mirada en su pecho el cual se encontraba impregnado de sangre, Sophia rompió en llanto, no podía creer que luego de todo lo que había sucedido tendría que continuar sufriendo.—¿Por qué, por qué maldita sea, por qué te arrebataron la vida? —preguntó Sophia con la voz entrecortada y vidriosa—. Ya no importa todo lo malo que me hiciste, yo te perdono, te perdono porque te amo, te amo con todas mis fuerzas Alessandro Morelli, fuiste lo más importante que pude haber encontrado en mi vida, fuiste quien le dio sentido a mi vida y ahora estoy furiosa en contra del destino. »Preciso cuando encontré el amor verdadero me lo arrebataste, ¿q