Los minutos transcurrían y a la distancia se lograba escuchar bombas aturdidoras, los hombres encargados de la seguridad de Alessandro estaban siendo reducidos; el teléfono de Daniele sono.—¿Qué sucede? —pregunto en medio de susurros. —Cada vez somos menos, nos tienen arrinconados llevándonos hacia el interior de la casa, son demasiados, hay carros blindados estratégicos que se aproximan, no solamente se trata de la policía, logre notar que se encuentra involucrada la Interpol, la DEA, la CIA y el FBI —Daniele terminó la llamada bajando lentamente el teléfono. —Este será nuestro fin, las posibilidades que había de poder sobornarlos ahora son nulas, la única manera en la que podremos salir de este lugar será con esposas en manos y pies o dentro de una bolsa oscura —aseguró Daniele sintiéndose de lo peor. —Si logras quedar en libertad necesito que me des tu palabra que vas a cuidar de Sophia siempre sin importar la situación —musito Alessandro. —No será posible señor, me quedaré a
Luego de que las autoridades se marcharon de la propiedad de Alessandro, Daniele llevó sus dos manos en la cabeza, había quedado solo, no había con quien acudir en busca de ayuda para salvar a su jefe, la impotencia de no poder hacer algo por él causaba que perdiera el control. —Debo avisarle al abuelo de lo que ha sucedido con Alessandro, de igual manera me pondré en contacto con Sophia, ellos lo deben saber lo más antes posible —comentó Daniele en medio de su preocupación.Daniele se había deshecho del suyo y necesitaba encontrar un teléfono lo más antes posible, al llegar a la sala se detuvo al instante, sus ojos se abrieron y en ese momento deseó haber tenido en su cintura la pistola para haberse podido defender. Un disparo tras otro pegaron en el pecho de Daniele cayendo al piso sin vida al instante, murió sintiéndose un cobarde por no haber cumplido con su trabajo, hasta su último aliento buscó la manera de ayudar a su jefe cayendo en el intento.Mientras tanto, Sophia estaba
La captura de Alessandro fue uno de los golpes más grandes en Estados Unidos, habían capturado a uno de los mafiosos más poderosos del mundo, uno que hacía estremecer a cualquier país, en una pequeña sala el detective Olive, el fiscal y otros hombres leyeron los antecedentes de Alessandro.Debido a que todo fue de manera repentina a Alessandro le colocaron un abogado de oficio únicamente para cumplir el requisito y poder legalizar su condena. Mientras que leían sus cargos Alessandro esbozó una leve sonrisa. «Definitivamente estoy perdidamente enamorado de Sophia, es increíble como aquella mujer me hizo cambiar de una manera tan drástica, desde el momento en el que la vi por primera vez hizo que mi vida cambiara para siempre. Los cargos que están leyendo en mi contra parece como si fueran de otra persona, la clase de vida que solía llevar antes de conocer a Sophia era completamente opuesta a la que estoy llevando, el verdadero problema es que tengo que pagar por mis delitos, delitos
Luego de que la captura de Alessandro fuera oficial, fue trasladado a otra área de la prisión, allí tuvo que retirarse aquel traje elegante que lo hacía sentir distinguido y con autoridad para luego llevar sobre su cuerpo aquel pijama naranja y en sus pies unos zapatos de goma. Esposado de pies y de manos fue llevado el hombre más buscado y peligroso hasta la celda donde tendría que pagar su condena, al llegar al pasillo donde estaban los condenados por delitos graves todos comenzaron a murmurar.—El jefe está aquí.—Han capturado al jefe.—Un saludo para el jefe —gritó uno de ellos que se encontraba en una celda y de inmediato todos saludaron a Alessandro.—¡El jefe mafioso! —exclamó el jefe de la prisión—. Al parecer eres un hombre demasiado modesto, espero que no provoques problemas, porque me veré obligado a ponerte en aislamiento hasta que a mi escroto se le borre la última arruga —advirtió el jefe de la prisión quien acompañaba el movimiento de Alessandro. Alessandro mantenía
Sophia luego de haber caído desde el balcón quedó inconsciente, Charlotte de inmediato tomó su teléfono móvil e hizo una llamada. —Las cosas se salieron de control, la mugrosa gorda ha caído y al parecer está sin vida —dijo ella con la voz entrecortada mostrando angustia.—Perfecto buen trabajo, ahora sal de ahí lo más antes posible, finalmente me podré quedar con todo —dijeron del otro costado del teléfono y Charlotte salió a toda prisa de la propiedad de Alessandro dejando a Sophia tirada en el piso y con su cabeza sangrando. Unos minutos más tarde uno de los empleados del servicio que aún se encontraba escondido en el interior de una de las habitaciones, al notar que no había nadie decidió salir para huir y no verse involucrado en la vida de los jefes, pero al llegar a la sala se llevó la terrible sorpresa de encontrarse con Sophia.—Señora Sophia, señora Sophia... —la llamó una y otra vez mientras movía su brazo tratando de que ella despertara, pero no lo hacía. »No me puedo ve
Días más tarde.Paolo se encontraba celebrando en un lujoso casino, estaba pasando por su mejor momento, estaba tocando la cima debido a sus logros, ya nadie se podría entrometer en sus asuntos, la victoria estaba en sus manos. —Hola cariño —un tono de voz suave y delicado habló cerca de su oído, Paolo se dio vuelta y recibió un beso en la comisura de sus labios. —Siéntate preciosa —dijo él mostrando una sonrisa coqueta en su rostro—. Acompáñame en mi celebración, las cosas finalmente se dieron, ahora podré tener el control de todo, los negocios los manejaré a mi antojo, lo mejor de todo es que te podría dar todo lo que mi primo nunca te dio —Charlotte sonrió y se sentó a su lado. —¿Estás hablando en serio o solo juegas conmigo? —preguntó Charlotte mientras recogía su cabello de medio lado. —Hablo muy en serio, cumpliste con tu parte y tu manera de actuar me agrada, eres contundente con tus tareas —Paolo esbozó una sonrisa—. Ante el hecho de haber acabado con la vida de aquella mu
Paolo junto a Charlotte se dirigieron al hospital, lo dos vistieron de manera elegante logrando pasar desapercibidos ante el personal de seguridad; Charlotte de manera astuta logró secuestrar a una de las enfermeras del lugar únicamente para robar su uniforme y así poder irrumpir en cualquier habitación que a ella se le antojara.Paolo se acercó a la recepción del piso donde se encontraba Sophia, con preguntas tontas logró hacer que todas las enfermeras fijaran la atención en él. En ese momento su show fue interrumpido por un doctor.—Por favor señoritas tengan mucho cuidado con la suministración del calmante a la señora que ingresó hace poco, en ocasiones pierde la paciencia y actúa de manera brusca, si las cosas continúan así nos veremos obligados a amarrarla contra la camilla, así evitaremos que nos haga daño y se haga daño a sí misma —comentó el doctor y luego se retiró. —Pero que clase de casos tan raros tienen que tratar ustedes —espetó Paolo buscando forma de conseguir infor
Paolo caminaba a toda prisa mientras que Charlotte iba atrás de él directo a su auto, él no daba mayor explicaciones de lo que pretendía hacer, pero en su rostro había una sonrisa malvada que hacía estremecer a cualquier persona. —¿A dónde vamos?, podrías decirlo por favor, estoy cansada de ir tras de ti, prefiero esperar para que razones y dejes de actuar como un loco —de inmediato Paolo se detuvo. —Estamos demasiado cerca de tenerlo todo, si pretendes renunciar a estas alturas estás en toda tu libertad te puedes marchar cuando a ti se te plazca —Charlotte apretó los labios y negó con su cabeza, de inmediato subieron al auto y él condujo a toda prisa.—Está bien continuaré a tu lado, pero por favor deja de actuar como un robot y habla un poco más conmigo de lo que pretendes hacer, porque con tu manera de actuar lo único que vas a conseguir es que te quedes solo —Paolo soltó una sonora carcajada y detuvo el auto de manera brusca. —¡Lárgate ahora mismo!, sal ahora mismo del maldito