Alexander estaba sentado en el sofá de su habitación fumando un cigarrillo. Era de noche, pero no había salido de su habitación desde el mediodía, escuchó un golpe en la puerta.

—Adelante

Andrew entró, Alexander volvió su rostro hacia él, sus ojos se posaron en el sobre en la mano de Andrew volvió a mirar a la cara de Andrew y levantó una ceja.

—¿Qué hay en tu mano? —preguntó Alexander.

—Jefe, el asistente del Sr. Taylor me lo dio al salir del hospital, así que me pidió que te lo diera.

—Tráelo aquí —Alexander le hizo un gesto para que se acercara, Andrew camino hacia él y le dio el sobre.

Alexander puso el cigarrillo en el cenicero.

—Regresamos mañana —dijo Alexander y comenzó a abrir el sobre.

—Está bien, jefe — Andrew inclinó la cabeza y luego salió de la habitación.

Alexander abrió el sobre, sacó todas las fotografías y las extendió sobre la mesa de cristal que tenía delante. Cogió una foto e inmediatamente reconoció que era su padre. El Sr. Taylor tenía razón en que se parece exa