Él la miró, a los ojos antes de dibujar una sonrisa en la comisura de sus labios pecaminosos.
Su coraje y rechazo solo hicieron que sus ganas de tenerla en su cama aumentaron, ninguna mujer se había atrevido a hablarle con aquella osadía y atrevimiento como lo estaba haciendo la pequeña mujer que tenía al frente.
Él se inclina hacia adelante y Angelina intenta alejarse pero su fuerte agarre en su cintura le impide moverse. —Te desafío —susurró él a su oído.
El pecho de ella subía y bajaba de ira. Quería desahogar su ira sobre él, así que hizo lo que se le vino a la mente. Ella lo escupio en la cara y lo llama “Idiota”.
Los ojos de Alexander se inyectaron en sangre, parecía una bestia.
El corazón de Angelina latía con fuerza. Ella solo quería correr y esconderse en algún lugar lejos de él.
Ella no sabía que haría después de ella.
—¡Qué piensas de ti mismo! ¿Eh? —preguntó con sus ojos disparando fuego hacia ella. —Estaba siendo amable contigo. Pero, ahora verás lo que hago con aquellos que me faltan el respeto.
Él agarró su rostro, sus dedos apretaron su quijada con furia y la besó con fuerza.
Los ojos de ella se abrieron como platos, él la estaba besando bruscamente ¿Como se atrevía hacerlo?
Ella realmente quería darle una paliza. Trató de empujarlo pero él no se movió en lo absoluto.
Alexandre apretó descaradamente una de las nalgas de ella, quien instantáneamente abrió la boca ante la sorpresa y él gustosamente introdujo su lengua en su boca.
La mente de Angeline se quedó en blanco por unos segundos tratando de procesar lo que había acabado de pasar.
Nadie se había atrevido a faltarle el respeto una y otra vez con tanto descaro menos de una hora.
En si ningún hombre jamás había tratado de propasarse con ella.
Su cuerpo se estremeció temblando por la cólera, mientras su pequeño rostro se teñía de rojo por la vergüenza y la rabia
“Eso es todo” gritó en su mente.
Ella colocó sus manos sobre su pecho, mordió con fuerza su lengua. Él soltó un gemido de dolor como respuesta y ella lo empujó con fuerza, causando que sus labios perdieran contacto y tropezara hacia atrás.
Alexandre se volvió para darle una mirada de muerte, pero al momento siguiente.
BOFETADA.
Su rostro instantáneamente giró hacia el lado derecho con el impacto de una fuerte bofetada.
—COMO TE ATREVES A TOCARME BASTADO —GRITÓ ELLA ENCOLERIZADA.
La atención de todos se centró en ellos inmediatamente, pero se sorprendieron aún más al ver al hombre parado frente a una chica con huellas dactilares rojas en su mejilla.
La cara de Alexander estaba girada hacia el lado derecho y estaba echando humo de ira.
Vio a todos los camarógrafos tomándole fotos por el rabillo del ojo.
Apretó la mandíbula y miró a Angelina.
Ella tragó saliva después de encontrarse con su cara.
Sus ojos inyectados de sangre con la mandíbula apretada era algo de tener ya que solo reflejaba muerte.
Temió por ella, después de todo ella no era más que una simple huérfana, estaba a punto de salir corriendo de allí; sin embargo, su cuerpo se volvió a estremecer de cólera al recordar cómo había sido insultada su dignidad.
Angelina mantuvo su postura y lo miró directo a los ojos sin ningún temor.
Todo lo que se escuchó fueron los sonidos intermitentes de las cámaras.
Nadie se atrevió a decir nada por miedo, pero todos quedaron asombrados al ver el coraje de Angelina para abofetear a la persona más peligrosa que puede matarla en un abrir y cerrar de ojos.
De hecho ella no era más que un simple insecto a comparación del poder que manejaba en todo esa ciudad Alexander.
Después de reunir mucho coraje, el amigo de Alexander, dio un paso adelante.
—Alexander —susurró suavemente, temiendo lo que haría a continuación, pero se sorprendió al ver una sonrisa en los labios de Alexander.
Ahora Mario se asustó más porque sabe lo que su amigo está pensando en este momento.
Alexander ignoró a Mario y dio un paso adelante hacia Angelina, Mario rápidamente trató de detenerlo, pero una mirada de Alexander fue suficiente para detenerlo en su camino.
Mario miró hacia abajo y dejó que su amigo hiciera lo que quisiera.
Alexander se acercó a su rostro y le acarició la mejilla izquierda con el dorso de su mano.
Su tacto fue más que una mera amenaza para Angelina quien lo miró sin comprender .
Alexander se inclinó sobre su oído y susurró suavemente. –Pagaras por esto niña, te arrepentirás que incluso desearas no vivir.
Si Angelina dijera que no tenía miedo, eso sería una gran mentira, pero no dejo que el viera ningún tipo de miedo ni temor en sus ojos y aun así lo miró sin comprender.
Alexander dio un paso atrás y la miró a la cara por última vez con sus ojos maltrechos.
—Vamos —le dijo Alexander a Mario, quien lo siguió en silencio fuera de la mansión.
Tan pronto como Alexander salió de la mansión, muchos comenzaron a bombardearla con preguntas.
—Señorita ¿Por qué abofeteó al Sr. Knight?
—¿Cuál es su relación con el Sr. Knight?
—Por favor, señorita cuéntanos que pasó entre ustedes.
Angelina suspiró y les dio las respuestas a sus preguntas.
—Él quería acostarse conmigo por una noche, pero me negué, así que trato de forzarme.
Todos se quedaron en silencio después de escucharla, pero nuevamente comenzaron a hacer preguntas.
—¿Presentará un caso contra él?
—¿Crees que después de abofetear al Sr. Knight frente a tanta gente, no te hará daño?
Justo en ese momento, Jennifer apareció y tomó de la mano de Angelina y gritó en voz alta para que todos escucharán.
—La función ha terminado. Todos ustedes, por favor, despídanse ahora.
Angelina miró el rostro de Jennifer y pensó que su amiga la regañaría por ese momento, pero aun así no se arrepiente. Aunque no podía evitar sentirse mal por arruinar la fiesta de compromiso de su amiga.
Todos comenzaron a salir de la mansión.
Cuando todos se fueron, Jennifer se dio la vuelta y miró con enojo a Angelina.
—¿Sabes lo que has hecho? —preguntó apretando los dientes.
—Estoy triste porque no le di una bofetada más fuerte y aquí me estás regañando como si hubiera hecho algo malo —Angelina hizo un puchero tratando de animar a su amiga.
—Tu….
El padre de Jennifer la interrumpió.
—Angelina, sabemos que no te equivocas pero la persona a la que abofeteaste no es alguien que te deje ir sin arruinarte por completo —expresó el Sr. Torres.
Era evidente que estaba preocupado, por la situación que ahora se encontraba Angeline.
—Entonces ¿Qué quieres que haga ahora? —preguntó ella aburrida, sin tomarle mucha importancia a la preocupación del padre de su amiga, después de todo ella pensaba que solo Knight era un riquillo más de esos consentidos y mal educados.
—Haré una conferencia de prensa mañana donde te retractes de tu declaración de que trato de forzarte y también les dirás que estabas equivocada, no el Sr. Knight —dijo el Sr. Torres.
El rostro de Angelina se puso rojo de la ira después de escuchar sus palabras.
—No me culparé a mí misma, ha cometido un error y pagará por esto —gritó Angelina en voz alta, sintiéndose indignada.
—Aún no lo conoces. O te matará o destruirá frente a todo el mundo hasta que le ruegues porque te mate —gritó el Sr. Torres.
Angelina cerró los ojos y suspiró antes de abrirlos solo para encontrarse con la cara enojada del Sr. Torres. Ella volvió a suspirar y dijo con calma.
—Tío no soy una chica débil. Él no puede hacerme nada y si se atreve a hacerme algo se enfrenta a las consecuencias —dijo con calma—. Debería irme ahora —antes de que el señor torres pudiera decir algo, ella comenzó a caminar.
—Ángel, Detente ahí mismo —gritó Jennifer, pero Angelina la ignoró y se fue.
—Hablaré con el Sr. Knight y le pediré que la perdone, lo cual estoy seguro que no hará —dijo el padre de Jennifer y se dirigió a su habitación.
Tan pronto como Alexander entró a su habitación comenzó a romper todos los muebles de la habitación.
Parecía una bestia.
—Como se atreve —gritó mientras golpeaba el espejo del tocador.
Pronto comenzó a salir sangre, pero le importó.
No sentía ningún dolor en ese momento cuando rompió todo en la habitación, se sentó en la cama y comenzó a masajearse las sienes para aliviar el dolor.
Unos minutos después escuchó el golpe de su puerta. Sabía quién podría atreverse a llamar la puerta en lugar de sus hombres que saben cuándo su jefe está enojado como en el infierno en este momento.
—Adelante —gritó Alexandre enojado, todavía masajeando las sienes.
Una puerta se abrió con crujido y entró un hombre de traje negro. Miró alrededor de la habitación casi destruida y luego dirigió su mirada hacia el hombre sentado en la cama.
—Si no tienes nada que decir entonces vete Daniel —Alexander dijo con frialdad.
—Obtuve la información que querías —dijo Daniel sin emociones y arrojó el archivo sobre la cama. Alexander levantó la cabeza y se dio la vuelta para ver el archivo. Recogió el archivo y comenzó a repasar la información, pronto una sonrisa diabólica apareció en su rostro. Daniel colocó tranquilamente el cigarro entre sus labios y lo encendió con un encendedor. —¿Cuál es tu plan? —preguntó apoyándose en la pared. Alexander levantó la vista del archivo, con la sonrisa diabólica todavía jugando en los labios de él —¿Qué crees que haré?. —Se que no la matarás todavía. Estás planeando otra cosa en tu mente diabólica —Daniel soltó el humo de su boca y respondió sin comprender. —Tienes razón, no la mataré todavía porque no será divertido. Quiero que ella sufra todos los días, le haré difícil vivir —los ojos de Alexander se oscurecieron. —Tengo un plan para ti —dijo Daniel y se sentó en el sofá. Alexander levantó una ceja y miró a su amigo con extrañeza. Daniel nunca se interes
POV de Alexander. Actualmente, estoy esperando a ese hijo de puta que fue invitado por mi padre para espiarme. Robó todos mis archivos y se los dio al otro jefe de la mafia que no es otro que mi padre. Bueno padrastro. Mario me informó que va al club todas las noche a las 11 pm. Aunque lo estoy esperando frente al edificio ya que no puedo entrar y derramar sangre . Ante los ojos del mundo, soy un hombre de negocios famoso y quiero que el mundo piense de la misma manera en el futuro también. Después de un rato lo vimos salir del edificio. Casualmente se dirigió hacia el estacionamiento. Le ordena a Mario que se fuera y acabará con él sin dejar rastro. Se bajó del coche y lo siguió . Daniel y yo lo esperábamos dentro del coche. Unos minutos más tarde, escuchamos el sonido de un disparo y vimos a alguien salir corriendo del estacionamiento inmediatamente reconocí a ese bastardo y salí con Daniel. —Daniel ve a ver a Mario —dije y comenzó a correr detrás de Adán. Adán corrí
El coche se detuvo de repente con el sonido de la cachetada. El sonido fue tan fuerte que incluso yo me sobresalte de mi propia fuerza. Su rostro cambió, me miró fijamente. Su mandíbula se apretó y sus nudillos se pusieron blancos. —Vas a ser castigada por esto, mujer que no te alcanzará la vida para contarlo…. ¡AHORA VETE AFUERA! —gritó y me estremecí ante su tono. Sus fosas nasales estaban dilatadas de la ira. Él estaba tratando de controlar su ira. ¡Maldito psicópata! Me estaba dejando en medio de la nada, pero prefería estar en medio de la nada que estar un segundo más con este sicópata. Sus fosas nasales estaban dilatadas de la ira. Estaba tratando de controlar su ira. Estaba a punto de salir del vehículo pero me tomó de la mano. —Nunca pienses que esto termina aquí. No ni siquiera ha comenzado todavía —anunció. Salí del auto y observé cómo su auto se alejaba de mi vista. Estaba parada sola en medio del camino y solo una palabra resonaba en mi cabeza y ese era…. Esto
Al día siguiente.Angelina y Anna vienen al centro comercial con Jennifer, pero Jennifer les ha estado comiendo los sesos contándole sobre un bastardo que conoció ayer.—Ustedes deberían de haberle revisado su actitud, primero mi móvil se rompió por su culpa y luego en lugar de disculparse, me mostró su jodida riqueza —apretó su mandíbula y sus nudillos se pusieron blancos.—Está es la vigésima vez que dices eso —dijo Angelina dramáticamente a bostezando.—Estoy enojada porque no le rompí la nariz, pero juro que si lo vuelvo a ver la próxima vez —dijo Jennifer y sacó su celular que comenzó a sonar.—Hola papá —Jennifer atendió la llamada.—¿Dónde estás? —su papá cuestionó.—He venido al centro comercial de compras —Jennifer simplemente respondió.—Tú suegra nos invitó a cenar. Entonces prepárate……….Jennifer estaba a punto de responder cuando alguien tropezó con ella y su móvil cayó y se rompió.—QUÉ DEMONIOS —GRITÓ ELLA frustrada.—Lo siento —escuchó una voz familiar, su mirada se vo
—Muéstrame esto. —Muéstrame esto. Dos personas pidieron el mismo reloj al mismo tiempo. Daniel se giró para mirar a la persona que había pedido el mismo reloj. Cerró los ojos con pura frustración cuando la vio de nuevo. —¿Me estás siguiendo? —Jennifer preguntó —¿Alguna vez has visto tu cara? ¿Quién te seguirá con esa fea cara tuya? Jennifer se quedó boquiabierta ante sus duras palabras. —BASTARDO FEO... COMO TE ATREVES A INSULTAR Ml BELLEZA —Jennifer gritó a todo pulmón y llamó la atención de todos en la tienda. —Detente, Jennifer. Todo el mundo nos está mirando con miradas raras —Anna apretó su brazo para detenerla. —¿COMO PUEDO DETENERME CUANDO ESTE MONO ME LLAMA FEA? —Jennifer gritó enojada de nuevo. —No le hagas caso. En realidad, su vista es débil. Lo llevaré a un oftalmólogo y de ahora en adelante también usará anteojos. Mario se interpuso, pero pronto recibió una mirada de muerte de Daniel. —Si no lo veo sin anteojos la próxima vez, te romperé la nariz con el talón —
Ese hombre asintió con la cabeza con miedo, se levantó rápidamente y corrió cojeando para salvar su querida vida. Alexander miró a sus amigos que miraban detrás de él, se dio la vuelta y vio a Angelina que estaba de pie en la puerta del vestuario. Alexander se puso de pie y se acercó a ella, que todavía estaba temblando mucho. Angelina estaba constantemente abriendo o cerrando la mano, lo que no pasó desapercibido para los ojos de él. Después de mucho coraje, hizo la pregunta que la había estado molestando desde el incidente en el café esa noche. —¿Quién eres realmente? —su pregunta salió como un susurro. Alexander sonrió y acercó sus labios a su oído y susurró—. El Jefe de la mafia. Los ojos de Angelina se salieron de sus órbitas después de escuchar esto. Era como si estuviera a punto de perder el conocimiento. Estaba inmóvil cuando sintió que alguien la estaba arrastrando fuera de allí, pero esta vez lo dejó hacer lo que estaba haciendo. Todavía la estaba arrastrando cuando escu
—Ayer, mi futura suegra nos invitó a la cena. El propósito de esta cena era para fijar la fecha de la boda de León y mía —chillo Jennifer saltando de arriba abajo. —Entonces ¿Qué fecha decidieron todos ustedes? —Angelina preguntó feliz. —06 del próximo mes —respondió Jennifer, pero esta vez cubriendo su rostro con las manos, tímidamente. —Oh, mi... ven aquí, déjame felicitarte. Angelina la abrazó y la felicitó. —Y ahora aquí está tu café —dijo Anna, colocando el café en el mostrador frente a Jennifer. —Está bien. Tengo que irme ahora. Tengo mucho trabajo que hacer. Jennifer tomó la taza de café y comenzó a caminar hacia la puerta del café. Volvió la cara para decir algo a sus amigas sin darse cuenta de que alguien más acababa de entrar en el cate. Vio ojos de sus amigas muy abiertos y al momento siguiente se encontró chocando con alguien. Volvió la cara hacia el frente de inmediato y jadeó en estado de shock Daniel cerró los ojos para controlar su ira. Jennifer notó que su taz
En las empresas... El coche de Alexander se detuvo frente a su empresa. Todos los reporteros rodearon su auto, Mario salió con mucha dificultad de la multitud y entró en el auto de Alexander. —¿Qué diablos es esto, por qué no están dejando de lado ese asunto? —Alexander casi grita. —Amigo, no se detendrán hasta que les respondas —Mario dijo tomando una respiración profunda. —¡JODER! —Alexander maldijo en voz a alta: —¿Dónde está Daniel? — pregunto enojado, sus venas le sobresalían en el cuello. —Se fue tan pronto como vio a esos reporteros y dijo que no vendrá a la empresa hasta que resuelva ese problema. —Eso es exactamente lo que esperaba de ese bastardo, es una maldición en el nombre de un amigo. Se rio Mario, y colocando su mano sobre el hombro de Alexander; —dijo, es hora de que actúes. No se detendrán hasta que les des tu declaración. Ni siquiera podemos matarlos a todos, nos meterá en problemas. Alexander miró a los reporteros que estaban siendo controlados por sus guard