No sabían si era la mejor decisión o no, pero Emily y Sergio iban a estar unidos ante cualquier consecuencia como se habían prometido desde hace 15 años. Convocaron a los mejores hombres lobos de su manada entre los diferentes rangos de Alpha, beta y omega; no solo ello si no prepararon a los especializados en la salud para los posibles heridos que hubiera, además algunos forenses por si se fallece durante la guerra. Emily dejó a sus dos pequeños en manos de su omega más cercana, confiaba en ella ciegamente y no entraba dentro de la lista de los sospechosos de traición, sabía que si algo les sucedía a sus hijos se iba a morir en vida, porque cada uno de los cuatro formaban un pedacito de su corazón.

— Se van a portar juiciosos, cualquier cosa escapan por el pasadizo secreto — Ordenó mirando y señalando a cada uno —, Se van a cuidar uno al otro, com