Alison estaba en casa, aseando la habitación de huéspedes en la que dormía, le gustaba cuidar lo que le prestaban, y mantener limpio los espacios. Al escuchar la explosión se escondió debajo de la cama pensaos que alguien habia arrojado un misil o algo parecido.Jena observó por la ventana la enorme nube de polvo, bajo las escaleras y encontró a Kenia parada frente a la ventana de la sala, ella observaba con temor el monstruo que se levantaba sobre las copas de los árboles, y la montaña.—¿Que sucedió?, ¿que fue ese estallido? —preguntó la esposa de Conan llena de miedo, sus piernas deseaban correr hacia la mina, correr hacia donde Conan se encontrara, él estaba angustiado, preocupado, lo sentia en su corazón. —¿Que paso Kenia?—Escucharon eso, ¿que fue? —Alison al escuchar los pasos de alguien en el pasillo, decidió salir para saber que pasaba, en la sala encontró a su hermana muerta de miedo. eso era raro en ella, nunca demostraba miedo, era una mujer muy templada, en este tipo sit
La ruidosa carcajada de Samara aturdía a Débora, ella observo la conversación entre su hermana y Jena, después de la satisfacción de haber conseguido sus objetivos, su mente sé lleno de preocupaciones, aun no era el momento de festeja victoria. Débora se soltó el cabello y se quitó el abrigo que cubría su ropa de gitana, recordar su expresión de pánico, ver ese dolor reflejado en sus ojos también era una tortura. —Su cara, cielos, su cara fue tan divertida, estaba a punto de explotar. —reía de Jena de su reacción, al mismo tiempo que se alegraba de ello, de ver ese sufrimiento —la volviste loca eres demasiado cruel hermana…—¿Puedes guardar silencio? —Débora estaba cansada de su escándalo mezclad con sus pensamientos, era posible que ella volviera a casa a lado de Conan, sería cuestión de tiempo para que supieran que fue ella. Samara siempre fue así, exagerada y bastante ridícula, de mal corazón y siempre alegrándose de las desgracias ajenas. Hasta de la misma Débora, además de est
Edmundo, observo como si se trata de una obra de teatro la dramatización de Débora, admiraba su habilidad para fingir una preocupación exagerada. Con piel de lobo corrió detrás de Jena, la locura que esa mujercita demostró al saber que su hermano estaba en peligro le fascino, descubrió una fuerza indomable de correr a socorrer a Conan, Débora no era capaz de amar de esta manera.La vio caer a ese barranco, salto casi detrás de ella para sostenerla de la ropa con su hocico, pero no le fue posible, giro sobre la maleza unos metros provocándose rapones.Al verla al fondo prefería saberla muerta que en los brazos de Conan, era tan hermosa, tan dulce, tan diferente a todo lo que conocía, sensual y cálida, incluso ensangrentada y sucia del rostro era perfecta. Bajó hasta donde se encontraba, observo su respiración elevar su pecho lentamente, aún vivía. Se hecho unos metros sin despegar sus ojos de Jena, esperando que el frío debilitará su corazón y acabará con el calor de su cuerpo. ¿Cuán
Alison bajo las escaleras como un torbellino, desde el segundo piso estaba observando el largo de la calle, el ruido de los cascos sobre el pavimento alerto sus sentidos, y en la oscuridad pudo distinguir perfectamente a Conan trayendo consigo a su hermana, no tardo en girarse y bajar a toda prisa, Kenia se tensó al escuchar sus pasos rugientes sobre la madera llegar al recibidor—¡Están aquí, Conan la encontró! —choco contra la puerta al tratar de abrirla. Conan entro con paso firme, esa no era la forma en que esperaba que Jena volviera—Prepara un té, ella tiene que entrar en calor. —ordeno sin nombrar a nadie, subió las escaleras de dos en dos. Entró en la habitación, la recostó sobre la cama y noto el golpe en su frente el hilo de sangre seca bajando por su rostro, la herida tenía signos de estar cicatrizando.—Yo lo preparare —se ofreció Samara de inmediatoAlison toco a su hermana, su cuerpo era un tempano de hielo, pero solo al verla su piel azul y su estremecimiento constante
Hacer que su cuerpo entrara en calor y su mejillas adquiriera un buen color fue más fácil de lo que esperaban, Jena era fuerte su ímpetu por salir adelante pelear por su hijo la mantenía viva y luchando, tras la tranquilidad que le generaba sentir el calor de Jena presto atención, escucho un suave latido en su vientre, era muy bajo pero estaba ahí.Pero a pesar de una notoria mejoría no abría sus ojos.Conan sugirió Derek llevarla a la clínica, la misma de donde la recato de aquel enfermo secuestrador, estaban tan perturbado que Derek tuvo que conducir, al entrar llamo con exigencia a algún doctor que atendiera a Jena, cargaba con ella en sus musculosos brazos—Mi esposa esta embarazada, por favor ayúdenme ella sufrió un accidente. —Un par de hombres vestidos de blanco corrieron con una camilla para atenderla, —ella estuvo mucho tiempo inconsciente en el bosque, no despierta creo que se golpeó la cabeza con algo ella está embarazada por favor.Una enfermera se acerco con una tabla in
En el mismo hospital lo colocaron en una habitación, un neumático estaba ponchado, mientras lo reparaban lo resguardaron para evitar que escapara.Derek volvió a la sala con dos cafés en la mano, al encontrar la estancia vacía supuso que ya le habrían informado sobre Jena. Alison se acercó a pedir informes, un par de enfermas se encantaraban detrás una de ellas observaba el computador y la otra leía papeles en una tabla.—Disculpen el hombre que estaba aquí, le han informado algo sobre m hermana? —las dos mujeres se miraron entre sí, primero se asustaron pensando que se habia cometido un error, luego una de ellas pensado que esa otra chica tan joven e inexperta también podría estar en peligro.—¿Su hermana? —Alison asintió con seguridad y unos ojos enormes y expresivos.—Jena Lapointe es mi hermana, soy Alison Lapointe —sin pensarlo saco de su bolsa una identificación, aunque no era necesario tenia rasgos casi idénticos, es que Alison era una versión más joven de la doctora.La mujer
Los videos mostraban como Derek habia dicho, que el hombre que intento llevarse a la doctora Lapointe era un hombre esvelto y más alto que Conan. Los videos del exterior no tenían registrado, las cámaras llevaban meses inservibles sin que a nadie le preocupara repararlas. Ni siquiera después de lo ocurrido con Jena.—Lo ve no soy yo quien sale del consultorio de Jena con ella en brazos. —afirmo Conan, impaciente, esperaba que lo dejaran salir y poder saber el estado de ella y de su cachorro.—Haremos esto, —dijo el oficial de mayor edad — esperemos que la doctora Lapointe despierte y nos cuente su versión.—Si con eso me permite estar aquí esperando saber que ella se encuentra bien obedeceré, no me iré a ningún lado solo déjenme ir con mi esposa, cuando ella despierte les aclarara todo. si ella me acusa entonces responderé a cualquier culpa—dijo seguro, esto era una horrible pesadilla, perder el tiempo de esta manera y mantenlo lejos de su esposa.Como deseaba romperle la cara a todos
Todos se quedaron quietos por un momento, Jena solo recordaba su voz, lo recordaba con un tono frustrado, quizás de alguna sesión, estaba desesperado, angustiado, podía escuchar la voz en su cabeza pero no podía ver una imagen clara.“Débora me abandono, por este maldito problema… y yo solo quiero recuperarla…” —¿Está segura doctora Lapointe? —Jena tardo en responder, intentando recordar que más se habia dicho ese día o cualquier otro, se despabilo observando al hombre sometido por dos uniformados, estaba segura que Conan no le haría daño. —¿Doctora?—Si, esta bien, por favor suéltenlo.Los ojos de Conan se entornaron con tanta ternura su boca se curvo en una sonrisa.—Suéltenme, ya suéltenme.Los oficiales no tuvieron otra opción, el hombre anciano le dio una terrible rabia quitarle las esposas, Conan se apresuró a tomar su mano, la llevo a su boca besándole el dorso, el dolor en sus venas se calmo apenas el la toco.Era demasiado amoroso para no apreciarlo, atento, preocupado y co