"Será mejor que te pongas de rodillas antes de que aparezca el Beta". Lisa amenaza y yo caigo de rodillas. Todo mi cuerpo tiembla como si hubiera tocado un hilo de vida. Nunca había estado tan asustada en mi vida.

¿Juguetes sexuales?

Santa diosa. Beta Ronald me va a destrozar.

"Señora Lisa, tiene que creerme cuando le digo que no tengo nada que ver con esto. Me han tendido una trampa. Por favor". Le suplico con voz temblorosa, pero la expresión de su cara me dice que no está dispuesta a escuchar nada de lo que tengo que decirle.

¿Está metida en este plan?

¿Sabe que soy inocente?

¿Tanto me odia como para meterme en este lío?

"¡Mentirosa! Ahora sé que no solo eres una ladrona, sino también una puta. ¿El Beta? ¿Intentaste hacerle insinuaciones sexuales al Beta? ¿En qué estabas pensando?", me ataca. Abro la boca para hablar, pero me faltan las palabras. Mi boca se mueve, pero no sale ningún sonido. Hay mil gritos atrapados en mi garganta y me toco nerviosamente los labios para compr