PUNTO DE VISTA DE SELENA

"¿Ya terminaste de poner...?". Me detengo y levanto las manos burlonamente, totalmente molesta por la situación que tengo enfrente. "¡Todavía estás poniendo la mesa!". Regaño enojada y las dos sirvientas dejan de hacer lo que están haciendo y se inclinan ante mí.

"Ya casi terminamos, señorita".

"¿Casi?", pregunto atónita, dando largos pasos.

"¿Por qué casi? ¿Van a tardar una eternidad en poner la mesa para una sola persona? Dios mío, ¿por qué son todos tan vagos y molestos? ¿No puedo asignarles una tarea y confiar en que la harán bien y a tiempo?".

"Lo sentimos mucho por el retraso, señorita".

"¡Sí, da igual! Sigan con eso de una vez".

"Sí, señora". Las dos inclinan la cabeza de nuevo antes de seguir con lo que estaban haciendo, esta vez con mucha urgencia. Resoplo y regreso a la cocina, donde me encuentro con el chef que me ayudó a cocinar, sirviendo la última comida en un plato.

"¿Aún no terminas?", pregunto malhumorada, con las dos manos apoyadas en