PUNTO DE VISTA DE KYLE

"¿Qué?". Pregunto, casi asustado.

"Deja de hacer preguntas y baja de este coche. Tienes que encontrarla". Me ordena. Las mariposas de mi estómago toman vuelo cuando vuelvo a mirar a la chica de pelo castaño que, de repente, ha dejado de caminar y mira a su alrededor.

"¡Pareja!". Ander grita confiado y mis manos sueltan el volante. Abro la puerta y bajo del coche, sin apartar los ojos de la cara de mi pareja.

No me ha visto, pero está mirando, buscando algo. A alguien. Probablemente a mí.

Su lobo debe haberle dicho que estoy cerca. Por eso está mirando a su alrededor.

"¿Por qué pareces tan perdida? ¿Está todo bien?". Escucho a su amiga preguntar y apresuro mis pasos hacia ellas.

"Mi loba... ella... ella solo...", de repente sacude la cabeza y hace un gesto de indiferencia con la mano. "No importa. Probablemente no sea nada. Vámonos". Siento dolor en el corazón al escuchar su indiferencia.

¿Por qué no le importa?

"¿Estás segura?", su amiga insiste. Ella a