Si Nala hubiese asesinado al hombre de esa manera delante de toda la manada, sin primero haber logrado que confiaran en ella y la aceptaran como mi luna, no la hubiesen tratado como una hechicera redentora, sino como una bruja peligrosa y malvada.
— Quieres decir que ese hombre… — Luciano no termina su frase.
— Hubiese muerto frente a todos nosotros y la manada, desangrado por múltiples heridas en su cuerpo — Luciano silva y el anciano sabio me mira.
— Nos estás mintiendo, tus poderes no están desapareciendo, logras controlarnos a Nala y a mí, ¿cómo explicas eso? — Le digo con los dientes apretados.
— Esos poderes ya los tenía desde pequeño.
— ¿En serio?
Eso no tiene ni pies, ni cabeza, todos hemos estudiado biología y los hombres lobos no somos muy diferentes a los humanos, tal vez más rápidos, pero al momento de concebir pueden pasar varias horas como sucede con los humanos y Nala además de ser una hechicera, sigue siendo una humana. — Volviendo al momento en el que se supone que Nala y Ónix te engendraron, nada de lo que dices sería lógico, porque si tus padres estuvieron juntos en la luna llena, de todas formas la concepción podría haberse hecho muchas horas después, al día siguiente o al siguiente. — Luciano se me adelanta al expresar mis propias conclusiones. — Eso podría pasar en el caso de que fuera una concepción normal, pero la unión de la hechicera y el alfa es diferente. No tengo claro lo que debe suceder, pero es algo poderoso, único,
Nala Apesar de que pude ver el cuerpo destruido de Belatrix, todavía me cuesta demasiado aceptar que la he perdido para siempre y que nunca más volveré a ver sus hermosos ojos claros y su ceño fruncido mientras descubría cosas fascinantes sobre la civilización humana. Ella siempre fue la inteligente de la familia, la hermosa, la deportista, la que tenía muchos amigos y se la llevaba bien con todos ellos; mientras que yo siempre fui la hermana, normal. No puedo quejarme y decir que era invisible o que nadie me amaba porque no sería verdad, solo que yo era, normal, con notas normales, para nada extraordinarias, con amigos como todo el mundo, pero sin profundizar en la amistad, tanto así que nunca he tenido un mejor o mejor amiga; siempre es
“Tienes que descansar un poco, sé que es difícil lo que estás viviendo, pero no olvides que yo estoy aquí para ti” — Querida, ¿Qué deseas hacer con los restos de tu hermana? — Me vuelvo a mirar a Rommel y no puedo contestarle a Ónix, porque a pesar de lo que acaba de decir, no sé si en realidad puedo contar con él. Rommel y Loretta han estado a mi lado durante todo el funeral, al igual que Arcas y Alondra, y me doy cuenta de que muchas de las personas que se encuentran en este lugar no conocían a mi hermana, pero la han acompañado porque son mis amigos y por fin empiezo a sentirme parte de algo. — Yo… No lo sé — Respondo un poco dispersa, no tengo la menor idea de lo que voy a hacer ahora con mi vida. — Puedes guardarlos en casa mientras decides
“Mamá, aléjate de él” Caigo del orgasmo ocasionado por los dedos de Ónix y por sus besos, como si hubiese derrapado y me hubiese deslizado en caída libre por un abismo. Abro los ojos y detengo mis movimientos, dejo reposar mi cabeza contra la pared y observo el cabello oscuro de Ónix enredado entre mis dedos mientras este continúa atacando mis senos. “Has que se detenga ¡Ahora!” Vuelvo a escuchar la voz y de inmediato me remuevo contra el cuerpo de Ónix y lo empujo con fuerza. — Ónix, ¡Detente! — Exclamo y él abre los ojos y se queda mirándome de una manera extraña. Con la respiración entre cor
— Del futuro — Agrega Arcas y me vuelvo a mirarlo y a pesar de que ya me había fijado en su atractiva cara de adolescente, vuelvo a hacerlo y descubro lo que siempre estuvo ahí.Arcas se parece mucho a Ónix, con la misma mandíbula cuadrada y el rictus en los labios, solo que los ojos y la parte superior de su cara se parecen a ella, tal como la recuerdo en una de las únicas fotos que mi padre me dejó conservar de mi madre.Me siento sobre la mesa de centro y me llevo las manos al cabello y empiezo a enredarlo de nuevo entre mis dedos. Un dolor de cabeza comienza a taladrar mis sienes y yo solo quiero cerrar los ojos y volver a despertarme la mañana en la que Belatrix quería llevarme al bosque y negarme rotundamente.
Nala Mi corazón late acelerado, mis sienes palpitan y tengo la garganta reseca y con mal sabor, estoy segura de que voy a enfermarme y solo tengo ganas de volver a casa y esconderme debajo de las cobijas.¿Quién dijo que para ser valiente se necesitaba hacer esto?— Nala ¿Te encuentras bien? — Me vuelvo a observar a Alondra y de inmediato me siento avergonzada por lo que acabo de pensar.Ella ha perdido a su bebé y recibió una paliza de los cazadores estando en forma de loba y, sin embargo, interrogó al hombre de la cicatriz y a sus hombres durante horas y en este momento se encuentra con nosotros en la entrada de la cueva prohibida.
— ¿Cómo es posible? — Alondra exclama segundos después de responderme telepáticamente.Ha escuchado mis pensamientos y me ha respondido y estamos frente al Chistos por lo que se supone que no debería pasar.— Mi madre ha sido secuestrada por Homero, el beta de la manada. El que era el hombre de confianza de mi padre — Responde Ónix con una voz fría y pausada.“La traición se encuentra por todas partes, alfa. Ni los hombres lobos, ni los humanos lo han aprendido. ¿Y por qué la buscas aquí?”Pregunta el inmortal al parecer muy aburrido y desinteresado.— Porque Homero se dirigió haci
Me alejo de Ónix y como si estuviese siendo parte de una hipnosis, me acerco al hombre que hace más de dos años lloré y que todavía lloro sin lograr acostumbrarme a su ausencia. — Mi querida Nala, estaba esperando ansioso el momento en el que fin pudiera escuchar tu voz — Dice de inmediato Christos o mi padre, en este momento no logro entender nada de lo que sucede. — Nala, él no puede ser tu padre, no eres inmortal — La voz de Alondra me distrae por un momento y un segundo después tengo frente a mí a mi padre, solo que su calor se ha evaporado y solo parece un ser frío, sin color. — Lo ha hecho muy bien alfa Ónix, una nueva vida crece en las entrañas de mi querida Nala — ¡Oh por Dios! Es real que estoy embarazada.