Capítulo 34: Alfa

No tengo la menor idea de cuánto tiempo llevo sentada en este lugar, y en esta incómoda silla.

No he podido dormir y mi mente no ha parado de pensar en todo lo que sucedió esta noche.

Arca me pidió adelantarme y buscar un auto que nos ayudara a trasladar a Alondra al hospital, pero en el momento en el que me di la vuelta, escuché un ruido y dejé de sentir el olor de Ónix, así que me di la vuelta y regresé al lugar donde se encontraba Alondra, pero el pequeño claro estaba solo.

No había rastros de Arca o de Alondra y mucho menos de los lobos, solo podía observarse la sangre en el lugar donde se encontraba Alondra y los restos de huesos, carne y sangre de los tres cazadores.

No pude

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