Me siento demasiado cansada estos días, casi tres semanas han pasado desde mi cumpleaños y no comprendo mi cansancio, estoy dormida la mitad del día y Erick ha tomado la costumbre de no abrir ventanas y cerrar cortinas porque ha estado aquí y no quiere la luz del día. Siento que algo trama, y lo peor es que no puedo sacarle la información que necesito, sigo esperando mi periodo, no sé sí ya ha hecho algo para retrasarlo o de verdad no llega por nervios y la situación que estoy viviendo.Estoy en la habitación, en el piso como cuando era pequeña, tengo la cabeza en el colchón, con las piernas estiradas, tengo un vestido en corte A, escote en V, con tirantes al cuello, tengo tacones pero no están en mis pies, de hecho, estoy viendo mis dedos, perdiendo el tiempo. Estoy cansada y no tengo nada que hacer, hoy no tengo ganas de leer, aunque en realidad si quiero tomar un libro y perderme por un gran espacio de tiempo, pero, solo lo hace esos momentos, mi realidad es tan terrible que a vece
No he podido dormir. El insomnio crece en mí, dijo tan poco y me dejó pensando en tanto. Estoy en la completa desesperación, no poder saber qué es lo que está pasando me hace sentir cada vez peor, todos y cada uno de estos terribles días a su lado... ¡Ya no lo soporto! Siento que estoy como al principio, con la mente más revuelta y 20,000 preguntas en ella. Mis sentimientos son cada día más tristes, no sé qué me sucede y lo peor de todo es que sé que no llego a nada, quiero correr, largarme de aquí, reencontrarme conmigo; poder llegar a un café, o pedir una estúpida botella de vino, hacer las cosas más simples de la vida y no tener que pedir permiso. ¡No estoy en Roma! ¿En dónde estoy? ¿Dónde me tiene este hombre? Necesito respuestas que sé que él no me las va a dar, ya no sé qué hacer, sé que no debería de estar muy lejos de casa si es que piensa ir a trabajar o trabajar desde aquí. Ya no sé en qué estoy pensando, que es mi realidad, ¿Esto es mi realidad? No quiero que sea así, no
Algo está mal, muy mal, no puede, no, Erick no está, dormí demasiado, tengo el reloj y comida en el buró, es casi medio día y él no aparece. Salgo a buscarlo fuera de este cuarto es una tontería, no hay ruidos, las cortinas están corridas pero las ventanas cerradas. Casi todo está cerrado, menos la biblioteca, el pequeño gimnasio y por supuesto la cocina, no hay nadie y todo está con llave. ¿Me ha dejado sola otra vez? ¿Voy a estar más días sin él? ¿A dónde carajos se fue? ¿Por qué no me avisó? Preguntas, preguntas, otra vez sin responder, que se quedarán de esa manera. No puedo hacer más. Necesito disfrutar mis momentos sin él, por que realmente no sé si es cuestión de horas o días. Aún sigue siendo una cárcel, pero una sin él.
Los días han pasado, Efrén ha ido y venido al igual que Erick, aunque no ha estado muy conversador conmigo, no sé qué le sucede y no tengo ganas de preguntárselo, aunque hablar es lo último que le pasa por la cabeza a este hombre, él es un completo misterio, lo mismo que él hecho de saber dónde estoy, tirada aquí en el piso, amordazada y debajo del escritorio de Erick, con esposas que me impiden moverme, pero más que eso una amenaza que no quiero se haga realidad. No sé si Erick no tiene otra opción de hacer esto por la visita que está frente a mi o porque simplemente desea que no olvide su control sobre mi.Me ordena no moverme, que el radio de esta maldita pulsera es de menos de un metro y me da pavor que sea realidad, además hay alguien aquí con el que Erick está hablando. Por un segundo pienso en que puede ser mi ayuda, pero comprendo muy pronto que eso no va a suceder, primero por como estoy y segundo porque es claramente amigo de Erick, en conclusión rápida, a mí no me va a ayud
Sé que han pasado días, demasiados, Erick viene y se va, mis ejercicios se prolongan, aquí es donde paso la mayor parte del día, hace tres días inicio mi periodo, él regresa puntualmente y me está ayudando a contar el tiempo, a pesar de que no sé qué fecha es, por lo menos sé el tiempo que pasa. No estoy haciendo nada que Erick no acepte, no estoy diciendo nada que él no apruebe, y estoy sufriendo cada día más. Todos y cada uno de estos días que paso con él, son cada vez peores, siento que mi cerebro se apaga cada vez más y no solo en un ámbito de aprendizaje o conocimiento, sino que ya no soporto no hacer las cosas por mí misma, no tolero la situación, pero sé que de una u otra forma no tengo muchas opciones, he estado debajo de su escritorio en más de una ocasión en todos estos días, así como a un lado de ese mismo escritorio con un estúpido collar y la misma bola como mordaza, no sé qué espera, que piensa o realmente que quiere, no sé lo que hay en su mente y mi lado analista inten
Me levanto sin ánimo de festejar; hoy es cumpleaños de Erick y lamentablemente tengo órdenes muy claras de celebrarlo a su manera. Dios, pasar otra noche con él, no lo deseo, estoy consiente que me queda un largo día para hacer todo lo que me pide sino quiero que esto sea un tormento peor. Salgo de su cuarto antes de que se dé cuenta y me voy a mi mío sin hacer ruido, creo que son pasadas las 6 de la mañana, me meto en el gimnasio, necesito correr para olvidar, estar con él me es todavía difícil, me siento mal, necesito despejar la mente. Termino y me voy directa a la ducha, el agua fría ha terminado siendo un consuelo, luego de un rato me siento un poco mejor, o por lo menos con más fuerzas. Entro en el vestidor y dado que la noche anterior Erick me ordenó no usar ropa interior, y ponerme un vestido, busco el menos escotado y más largo. Un azul menta, con cintura alta y escote alto, me llega a media pierna, es de sifón muy suelto, no verá nada que no quiera mostrarle todavía. Me p
Es casi medio día, algo le pasa a Erick, no se ha movido de su despacho, ha estado casi todo el día encerrado por el momento espero que no me importe, no sé qué pueda ser, y no deseo ni pienso preguntarle, solo he entrado y salido para darle su comida, ha tomado demasiado vino, no sé qué le sucede. Solo sé una sola situación, no me puedo quedar aquí con él. Estoy en el vestidor, tratando de esconderme, Erick está furioso y sé que va a venir a desquitarse conmigo, lo veo en su mirada, no sé qué desea, pero seguro no es nada bueno. Estoy detrás de la isla que alberga la mayoría de los accesorios, estoy acomodando zapatos, tratando de evitar que pueda buscarme, solo quiero que olvide mi presencia y no hacer el mayor ruido para que no venga hacia aquí. —¿Señora Nicole? —¿Efrén? —digo asustada. —¿Dónde está usted? —En el vestidor ¿pasa algo? —trato de ignorar mi obvia preocupación. —No, solo le informo que voy a cerrar su puerta, por su propia seguridad, quiero saber si ¿desea
Los días han pasado después del pequeño percance con Erick, no lo he visto desde ese día, Efrén se encargó completamente de él y le quitó la llave al cuarto cuando vio que Erick no era un riesgo, esto fue casi dos días después, yo me quedé en el cuarto, un tanto inquieta no por el hecho de estar encerrada, supongo que a eso me he acostumbrando, sino en parte por la curiosidad, intriga y duda de ¿por qué Erick se habrá puesto de esa manera? Al final solo disfruté de mis dos días sin él encerrada tranquilamente, los demás, tampoco estuvo pero pude salir de mi habitación, tuve la oportunidad de ir al jardín un poco y tratar de encontrar similitud a algún lugar que yo conociera para poder reconocer el lugar donde estoy. Claramente fue una pérdida de tiempo. Hoy regresó Erick y aunque parezca increíble, o por lo menos para mí, se ha disculpado por la actitud que vi de él en su cumpleaños, dice solo una cosa, alguien al teléfono lo puso mal y no supo cómo reaccionar. Al final ha derrumbad