Pov: Adriel

— Mmm me encanta, mmm esto... es... delicioso — La miro riéndome.

Mel a veces parece una niña, su espontaneidad la hace tan tierna. Cada reacción fue más inesperada que la anterior, hoy fue un día lleno de sorpresas buenas.

Un día donde solo quiero gritar lo que siento, pero me contengo.

— Te quedo de verdad muy bien, digno de cualquier cafetería, incluso mas rico que Starbucks, es seco y como sin salsa, parece que le pusieron una lamina plastica de salsa, este es... suave y la salsa tiene la textura de la fruta ¡Ohh! — lanzo una carcajada. — Lo sé es ridículo que este hablando así de la comida — asiento pero ella sigue comiendo — Soy de esa gente que puede hablar de comida por mucho tiempo.

— Lo sé, cuando mamá cocina postres siempre quiere guardarte, dice que es la costumbre de tenerte siempre en casa cuando Siena vivía ahí — Sigue comiendo muy compenetrada.

– Tu mamá hace postres ricos pero nada comparado con esto y sabes que amo a esa mujer, pero tenes manos de