Aliss

Había quedado con el lobo negro para ir a comer a un sitio de pasta.Me ilusionaba la idea porque en la aldea la única pasta que comíamos eran los fideos de la sopa y saber que había un mundo de posibilidades entre formas y salsas me sorprendía y emocionaba a partes iguales .Estaba en mi habitación cuando tocaron en la puerta.

—¿Quién es?— pregunté sabiendo que era el moreno.

—Soy yo,Hans— se escuchó al otro lado.

—¿Hans?,no conozco a ningún Hans— dije aguantando las ganas de reír.

—Quizás conozcas a Patrick,he oído que te encanta gemir su nombre—

—Lobo engreído— bufé abriendo la puerta.

—Hola preciosa—

—Hola presumido—

—¿Lista para irnos?— preguntó con una gran sonrisa

—Sí,lista—

El moreno me ofreció su mano y yo la tomé sin dudarlo.Me encantaba la sensación que se sentía al rozar su piel con la mía.

Esta vez no iríamos andando o montada en su lobo así que me llevó al garaje y nos montamos en el que suponía era su coche, un deportivo negro precioso.

—Va contigo— le dije cuando e