CAPÍTULO 09Sus dedos llenos de sangre tocan mi rostro—Nunca te irás, nunca… ¿Ves lo que hago por ti? ¿Puedes ver mi amor? —toca el puente de mi nariz.—Necesitas ayuda Adler… la necesitas—se arrodilla delante de mí.—Lo único que necesito en mi vida es a ti Sabrina, no necesito más nada.Erick coloca la palma de su mano sobre el hombro del alemán—¿Qué hacemos con el cuerpo, señor? —la bestia no deja de mirarme.—Córtenlo en pedazos y dalo a comer a los perros—lo mira con furia—Porque eso es lo que se merecen aquellos que posan sus ojos en mi mujer ¿Entendido, Erick?¿Qué habrá querido decir con eso?Estoy tirada en el suelo, mi cuerpo tiembla al sentir la sangre tibia de ese hombre sobre mi rostro. Erick limpia su arma y con una sonrisa llena de oscuridad guarda la pistola en la funda que sostiene en su cadera.Adler está sonriendo complacido, ha conseguido un perro fiel, uno quizás peor que él, uno que no se tienta a matar. Erick Spencer es un asesino. El alemán sujeta mi codo para
CAPÍTULO 10Me apoyo con los brazos para levantarme del borde de la piscina, coloco mi vestido de rapidez para huir de allí.—Lo siento, Sabrina—. Me detengo al escucharlo musitar palabras—Lamento hacerte juzgado sin conocerte. Suelo pensar y juzgar a las personas como las veo. —chasqueo la lengua.—¿Y cómo ve veo según tú?—Alguien rodeada de lujos, alguien que estar sumisa ante un hombre que la trata como una diosa… una diosa sujeta a un mandato cruel. —pestañeo—Una mujer que hasta ahora me doy cuenta que sufre cada día de su vida. Siento mucho haber sido un patán, Sabrina.—Eres… eres tan extraño Erick Spencer, no conozco nada de los hombres que trabajan para Adler ¿Pero porque siento esta curiosidad contigo? —da un paso y yo doy uno hacia atrás.—Quizás sea tu libertado
Capítulo 11Sabrina SchulzSus ojos me lo dicen todo.Estoy más que segura que de esto no me voy a salvar, mi cuerpo es arrastrado hasta el cuarto de castigos. Ángela se mete en el medio entre la puerta y Adler, pero una pistola en su cabeza la hace retroceder. Erick, está cruzado de brazos y niego cuando veo su intención de intervenir.Cierro los ojos al sentir el clic de la puerta, desde aquí puedo escuchar los sollozos de Angie. Tiemblo al sentirlo pasar por detrás de mí. Camina hasta uno de los cajones que está cerca de la ventana y ahogo un grito al verlo sacar una fusta.—Arrodíllate—, exclama con una tonalidad tan helada que termina erizado los bellos de mi piel.—Adler… —musito con voz entrecortada. El alemán muerde su labio inferior para terminar callándome de una fuer
CAP 12Dejo la prenda a un lado y brinco al sentir la mirada penetrante de Erick Spencer sobre mi cuerpo. Parpadea intentando conectar sus pensamientos. Toma un poco de alcohol y gasas para desinfectar mis heridas y gimo al sentir el escozor en mi piel.El guardaespaldas tiene un ligero color carmesí en sus mejillas, mira hacia la charola por algunos segundos y cierra los ojos. Lo veo cruzar las piernas. —Si te duele me avisas y paro, ¿Sí? —mueve sus pestañas al darse cuenta que sus palabras tienen doble sentido. —Solo si… tú me entiendes.Entierro mis dedos en sabana, muerdo mi labio inferior.—¡Ah! —mascullo despacio.—Sabrina… —le miro a los ojos. —No me estas ayudando si gimes de esa manera—vuelve a pasar el algodón por mi estómago.—¿De qué hablas?, —tapo mi rostro al ver una erecció
CAP 13—¿Qué me estas tratando de decir, Erick Spencer?Coloca su mano detrás de mi cabeza, —Hazle creer que le amas y yo te ayudo a escapar de este infierno.Sus ojos azules me miran.—¿Quieres que me enamore de él? —jala mi mejilla con suavidad.—Jamás… quiero que le engañes y yo te ayudo a destruirlo.—¿Como harás eso? —me alejo de él. Angie abre la puerta y se nos queda viendo.El guardaespaldas deja un beso en mi mejilla mientras susurra. —Ya te lo haré saber cariño…—¿Por qué estás haciendo esto?, —le da una mirada a Ángela y después a mí. Eleva la comisura de sus labios.—Quizás sea un repentino interés por lo prohibido…De la nada empieza a llover.Es como si el mundo supiera el estado de ánimo de la bestia, es como si todo dentro de él lo pudiera sentir nuestro entorno. Camino con precaución para colocarme detrás de él. Las palabras de Erick retumban una y otra vez dentro de mi cabeza ¿Si con esto puedo ser libre? Perdería mi vida si algo sale mal, pero al menos lo intentaría
CAP 14Adler toma el vaso de jugo con sus manos y se lo quito, sus ojos color avellana me miran expectantes. Paso mis manos por sus pectorales marcados y mejillas. El alemán cierra sus ojos disfrutando de mis caricias falsas. Sus manos toman mis caderas y me acomodan en su entrepierna. Abro los ojos asustada y me detengo, porque no es tiempo para tener miedo.Siento el agarre con fuerza en las hebras de mi cabello.—Aunque quiera creer que esto es real… —toca mi nariz con la suya—Sé que me estas mintiendo amor, ¿Por qué eres tan cruel? —me tumba en el suelo y caigo de rodillas.—¿De qué hablas?—De tu repentino interés… de esa mentira donde me tocas y haces como si no te estuvieras muriendo de asco. Me dan unas ganas de… —dice entre dientes y amenaza con golpearme—Me dan ganas de olvidar todo mi amor
CAP 15Yo are the Reason de Calum Scott comienza a sonar, los ojos bien abiertos de Erick me observan y algo pasa por mi cuerpo al verlo sonreír ampliamente. Se afloja un poco la corbata y me extiende la mano.—¿Qué crees que haces? —me asusto mirando alrededor.—Esto en mi época se llamaba bailar, ¿Cómo se llama ahora? —le doy un manotazo en el brazo. Niego.—Si Adler se… —las palabras mueren en mi boca al sentir como me jala del brazo y choco contra él. Me quedo unos segundos sin verle.—No hay nadie en metros, no sería capaz de ponerte en peligro Sabrina. —me da una vuelta al son de la música. —Solo quiero que tu oscuridad tenga un poco de luz.Me burlo. —Eso no va a pasar, al menos no así de fácil, la oscuridad volvería consumirme una y otra vez sin cesar. —me
CAP 16Erick intenta sacarnos por el lado de la cocina, mi prima llora como desquiciada y no era para menos; si una bala nos alcanza ambas podríamos morir. Una de las gemelas ayuda al italiano a salir del castillo. Los hombres de Adler junto a él van detrás del único enemigo directo del alemán. Mi corazón bombea con fuerza al ver como Erick dispara en la cabeza de uno de las guaruras de Gian Lucas. Hay demasiada sangre en el piso y personas muertas abundan el castillo.Adele aprieta los ojos, sostengo con fuerza sus manos para que se tranquilice.—Vamos a morir… vamos a morir…—dice una y otra vez.—¡Cállate!, ¡Cállate! —le hablo entre dientes.Si no le hubiese insistido a Adler para traerla, ahora ella no estaría en peligro.Erick nos da una señal para correr desde la cocina del castillo hasta la puerta que da a la salida.