Me quedo bastante sorprendida cuando veo cómo charlan tan animadamente los cuatro mientras ríen y chocan sus copas de vino, es decir, no puedo creer lo bien que se llevan, como si fueran buenos amigos, como si no fuera la primera vez que chocan sus copas entre risas como si alguien hubiera dicho algo muy graciosa, como si fueran esos amigos de negocios, buenos negocios que crean lazos verdaderos y perdurables.Cuando vi a Alisson aquella noche en la fiesta, algo me dijo que ella sería importante, que ella tenía algo, algo que yo querría, que yo necesitaría, luego la vi de nuevo en la escuela y ese pensamiento se intensificó al descubrir que es muy seguro que pertenezca a la segunda familia más adinerada de este pueblo. Sé que los ricos guardan secretos y sé harían cualquier cosa para que no salgan a la luz, pero si indagas lo suficiente sin ser descubierto, si te ganas la suficiente confianza para que ellos te confíen esos secretos entonces lo tienes todo hecho. Ese es mi siguiente pa
Hoy todo se ve de manera distinta en la escuela, hoy puedo percibirlo todo desde una perspectiva diferente, desde un punto de vista cambiante. Hoy puedo verlo todo completamente claro y sencillo. Mientras guardo mis libros de francés en mi casillero y tomo mi bolso de gimnasia para esperar a Andy, ya que al fin puedo decir que es una clase que compartimos juntas, puedo decir que estoy disfrutando de lo que veo.Noto cómo todos estos hombres y mujeres charlan de cosas banales y sin sentido, como solo les interesa competir por el tiempo que tardaron en obtener el nuevo IPhone o cuál fue el mejor lugar al que fueron las vacaciones pasadas. Como digo, conversaciones insípidas que me demuestran los vacíos que se encuentran, aunque sus billeteras estén repletas, al menos de efectivo o tarjetas de créditos, La situación me causa un poco de gracia, porque la vida que tienen es justo la que yo quisiera, la de tener dinero, sirvientes, casas bonitas y demás, pero definitivamente no querría ten
Al salir al estacionamiento Noah me espera recostado en la camioneta 4x4 más grande que he visto en mi vida. De color negro y reluciendo como si acabara de salir del concesionario. Al verlo no puedo evitar sonreír, porque incluso se ve bastante guapo.—¿Qué? ¿Esperabas el auto rosa de Barbie? Mi papá cree que aún puedo ser hombrecito —exclama en cuanto me ve riendo.—Y por eso te dio el auto más grande que encontró con un letrero impreso que dice "soy muy, bastante, heterosexual" —le respondo a lo que él ríe.—Vamos, debemos llegar un poco temprano porque debemos cambiarnos —se endereza en su sitio y abre ambas puertas; la del copiloto y la suya.Me subo de inmediato en mi lado del auto y Noah arranca a toda velocidad por el estacionamiento, atravesandose y yendo más rápido de lo que debería.—¡Carajo Noah! Me colocaré el cinturón —digo sujetándome de la puerta para luego hacer lo que dije. Él ríe.—Nunca dije que fuera un experto al volante.—Y no por eso debes manejar como si estuvi
Al llegar a casa noto que no están los autos ni de Andrew, ni de mi madre por lo que intuyo que sí están, sin embargo, logro ver el estúpido auto de Aaron estacionado justo al frente. Tomo mis llaves y abro la puerta, encontrándome con ambos viendo televisión en el sofá. Al verme, Andy sonríe mientras que Aaron se mantiene neutro.—¿Dónde estuviste? Te llamé, te busqué por todas partes para traerte en el auto, pero no estabas, pensé que te encontraría aquí al llegar.—Lo siento, la batería murió.—Sí, pero ¿dónde estabas? —vuelve a preguntar. Aaron se acomoda en el asiento fingiendo seguir viendo la televisión, pero sé perfectamente que está escuchando toda la conversación y que te una particular curiosidad por saber donde estaba.—Después te lo cuento todo, ¿nuestros padres?—Tu madre salió a hacer algunas comprar y mi padre aun no vuelve de la escuela.—¿Compras? —pregunto refiriéndome a mi madre—, ¿con qué dinero? —ante mis preguntas Andy ríe.—No lo sé, Victoria pregúntale tú a el
Noah se detiene frente a una casa enorme y sofisticada, una casa que parece haberla ya visto, por fuera es mucho más hermosa que la de Max y casi tan hermosa como la de Aiden, ¿Aiden? Porque siempre tengo que pensar en él, tranquila, tal vez es solo porque son las únicas casas con las que puedo hacer la comparación en mi mente, dice mi voz interior solo para tranquilizare.Me bajo del auto agradeciéndole al conductor por haberme traído y comienzo a caminar por el camino en medio del césped para llegar a la puerta, sin embargo, la voz de Noah me detiene, haciendo que me gire para verlo.—Victoria, espera… creo que deberías llegar con esto —abre una de las puertas de la parte trasera del auto y saca lo que parece ser una caja de pastelillos.—¡No! ¿más cosas? Esto es… no puedo recibir eso.—Olvidé decirte que compraras algo y lo recordé camino a tu casa. Se verá muy mal si llegas sin ningún presente. Hazme caso, Victoria.—Está bien —me acerco hasta él y tomo la caja en mis manos—, pero
Salgo del espacio que luego del pequeño mini infarto noto, es una habitación. Cierro la puerta con mucho cuidado, y camino hacia la que me dijeron, es la habitación de Alisson. Al acercarme escucho música y risas, así que toco la puerta dos veces, las risas se detienen y Alisson pregunta quién es. —Soy Victoria, tu madre me dijo… vine a saludarte —contesto. —Claro, pasa —contesta así que yo abro la puerta, encontrándome a dos chicas muy conocidas para mí acostadas en la cama de Alisson mientras esta ultima está de pie frente a su espejo gigante. Al entrar a la habitación recuerdo la película que veía Andy, la habitación es casi tan magnifica y meticulosa como la de Regina George. Es hermosa. Al verme, Valerie y Melanie me sonríen con sus ya conocidas sonrisas falsas para mí y es cuando noto que las hijas de puta de abajo se me hacían muy familiar porque son las madres de estas arpías. Ellas están fumando marihuana con sus ojos ya bastante achinados, Alisson, al parecer también lo
Nunca me había sentido tan desnuda frente a un hombre, tan expuesta ante él, tan nerviosa, no es muy normal en mí; así es como me siento justo ahora en el auto de Aiden con su música puesta en la radio, sus brazos fuertes tomando el volante y el aire acondicionado haciendo que los vellos de cada parte de mi cuerpo se alcen al unísono.—Si quieres puedo apagar el aire acondicionado, te ves un poco…. Helada —es lo primero que dice Aiden desde que accedí a subirme en su auto.Tal vez es una estupidez llevarlo hasta mi casa, sin embargo, al recordar que su matón ya sabe exactamente donde vivo, quien es mi madre y absolutamente todo de mí, ya no puedo hacer, ya no puedo ocultarme, solo aprender a jugar su juego y… me está gustando.—No es necesario, si quieres dejarlo encendido, puedes hacerlo —contesto metiendo mis manos entre mis piernas. Él lo nota y ladea una sonrisa intentando evitar reírse.—Creo que, si te estás helando, querida Victoria —me contesta alejando su mano del volante y a
Es fin de semana y Noah nos ha invitado a Andy y a mí a pasar el día en su casa ya que sus padres están fuera o algo así. Después de haberlo dejado “plantado” al irme con Aiden en vez de esperarlo como lo habíamos acordado, tuve que inventarle una excusa muy bien elaborada ya que es bastante intuitivo; simplemente no pude contarle la verdad porque, no puedo contarse a nadie, ni siquiera a Andy, debido a que ni siquiera yo he planeado cómo manejar la situación, cómo moverme ante un león como Aiden, pero por mucho que lo he estado pensado todo este tiempo desde que me trajo a casa, siempre llegaba a la misma conclusión por mucho que cambiara los camino o alternativas; si no es él, no es nadie. Yo no quiero un niño de papi y mami que espere paciente a que su mesada llegue, no quiero un niño manipulado por una madre hija de puta que muy probablemente le prohíba estar con una mujer de mi clase social. Creo que he dejado más que claro que quiero un hombre, un hombre que me lo de todo, que t