Donato Marchetti Adriano sin duda es lo mejor que ha podido llegar a mi vida, es único e inigualable, me hace feliz verlo mostrar tanta buena vibra, mi esposo, es una palabra espectacular y ahora esperamos con ansias la llegada de nuestro hijo. —¿Qué piensas? —siento su vientre abultado pegarse a mi espalda mientras me abraza desde atrás. —En nosotros —murmuro, ya que el bebé está por nacer, nos traslade a una pequeña cabaña en territorio de la manada de mi padre. —¿Pensaste en el nombre para el bebé? —interroga. —Si… y no te lo voy a decir —de sus labios sale un gruñido. —Eres muy malo —protesta, me giro y sujeto su rostro. —Me gusta darte sorpresas, ¿No te agradan? —pregunto. —Sí, pero… —lo callo con un beso. —Nada de peros, —sonríe—. Ahora vamos a mostrarte una sorpresa —sujeto su mano para ir hasta nuestra habitación, lo libero y camino al closet en donde busco un pequeño conjunto azul—. Es lo que le colocare
Liam despierta primero que su padre, se sienta en la cama para mirarlo y luego recuesta su cabeza en el torso desnudo de Enzo. El pequeño cachorro ronronea esperando poder despertarlo, sin embargo, no tiene éxito y recurre a encajar sus dientes en el mismo pezón del mafioso. —¡Joder! —gruñe provocando que Liam se carcajee—. Estás endemoniado, —reprocha con su ceño fruncido. —Papá… —balbucea sonriente, Enzo se sienta en automático al escucharlo. —¿Qué? —interroga sin poder creerlo, Liam le ha dicho papá por primera vez. —Papá… ¡Papá! —grita alzando sus brazos, Enzo lo carga y sale de la cama. No puede contener su emoción y sigue el olor de Mia hasta la cocina. —¡Dijo papá! —suelta al ingresar a la cocina asustando a su esposa que prepara el desayuno. —Dios, me asustaste, —lleva su mano a su pecho. —Liam me dijo papá —dice de nuevo mientras que el cachorro se estira para que Mia lo cargue. —Me alegra mucho —
Enzo despierta con una sonrisa en su rostro al sentir los labios de su esposa sobre los suyos. Se aferra a su cintura y se estira provocando la risa de Mia, ellos se miran directo a los ojos sintiendo esa conexión latente entre ambos. —Buenos días, mi reina —murmura llevando un mechón de cabello de Mia detrás de su oreja. —Hola —besa su torso y deja una caricia en su abdomen. —¿Por qué estás despierta tan temprano? —interroga llevando su mirada al reloj digital de la mesa de noche. —Mi esposo ronca —él abre sus ojos, sorprendido. —Mentirosa —suelta enseguida provocando que Mia se carcajee. —Cierto, no roncas, desperté porque Liam lloro y fui a revisarlo. —¿Qué tenía? —El pañal lleno, se durmió de una vez y lo deje en su habitación —este asiente, Mia traza un camino hacia su polla y Enzo arquea sus cejas. —Eso si me gusta —ronronea provocando su risa, se coloca sobre ella y la besa mientras que sujeta su
Leandro y Adriano son la luz en los ojos de Donato, se siente más que feliz de tener su propia familia, la cual consiente con cualquier cosa. Se establecieron en la manada para poder tener más tranquilidad, alejados de los ojos de humanos en Venecia. —Sh… ya estoy aquí —lo mueve en sus brazos calmando el llanto de su pequeño hijo, Leandro poco a poco se calma mientras tiene el dedo índice de Donato atrapado en su mano—. Eres lo mejor, cachorro —susurra con una sonrisa. El pequeño poco a poco se queda dormido y de ese modo el alfa puede devolverlo a la cuna, pero antes deposita un beso en su frente y suspira por el olor de su cachorro. Regresa a la cama con su omega que enseguida busca el calor de su cuerpo sacándole una sonrisa, lo abraza y se cubre con las colchas para volver a caer en los brazos de la oscuridad. Después de varias horas Adriano es el primero en despertar, se estira en los brazos de Donato y libera un suspiro, Leandro suele consumir mucho su
Las hermanas de Enzo olvidaron por completo que Mia es una humana, ella se encuentra agotada cuando llega a la mansión. Tiene la suerte de que los trabajadores se encargan de tomar las bolsas y llevarla a las habitaciones, como toda madre lo primero que busca es a su hijo encontrándolo con Dantes. —Mamá —Liam baja del regazo de su tío con su ayuda para caminar hasta su madre que lo carga. —Tesoro, ¿Cómo estás? —el cachorro sonríe contento. —Es un niño muy inteligente —expresa el lobo, Mia le agradece por sus palabras. —Amor —el futuro rey llega a ella—. ¿Qué tal ha estado tu día? —interroga. —Tus hermanas deben ser robots, me duelen los pies —se queja provocando la risa de los dos hombres presentes. —Son adicta a las compras, ellas deben estar muy felices por esto de la coronación —anuncia Enzo, ya que el italiano recuerda que en eventos importantes siempre terminaban con sus tarjetas sobregiradas y su padre negando por las constan
Después de un largo entrenamiento, los hombres Marchetti y Valentino deciden regresar a la mansión dividiéndose al entrar para ir con sus parejas o respetivas habitaciones, lo que se encuentran solteros, Kendall no encuentra a su novia y solo Kaori se acerca a este. —Si busca a Ashley, ella se encuentra en la cabaña del lago —este le da una sonrisa e intenta irse, sin embargo, su honesta hermana lo detiene—. Pero antes dúchate, apestas —Kendall alza sus cejas y luego pone los ojos en blanco antes de marcharse a su habitación. El joven alfa se da una ducha rápida y viste con un jean azul, camisa negra de mangas cortas y unas botas militares que provoca que se mire más alto, Kendall abandona la mansión y camina rápido hacia la cabaña del lago llegando en pocos minutos. —Amor —la llama al ingresar, él puede escuchar el latido del corazón de Ashley, y por lo tanto, decide seguir el sonido hacia la parte trasera de la cabaña, encontrándose al abrir la puerta que
Enzo da el primer paso invitando a su amada a seguirlo, él camina con su cabeza en alto portando un traje dorado y siendo el sostén de Mia que tiene su mirada puesta en el frente. Los presentes admiran la belleza de ambos y la conexión que irradian, ellos llegan al altar y como ensayaron hacen una reverencia a los reyes regentes. —Ante ustedes, el príncipe heredero y su esposa, —presenta Leonardo con su imponente voz—. Hoy mi título y el de mi esposa serán transferidos a ustedes para que velen por el bien de nuestros tratados, establezcan el orden en la especie sin anteponer a ninguna sobre la otra y protejan nuestras leyes bajo juramento de sangre —anuncia. —Enzo Marchetti ¿vienes aquí a reclamar tu lugar en la corona bajo tu propia voluntad y presentas a esta joven mujer como tu hembra elegida para dejar la descendencia de la corona? —interroga la reina. —Por el honor, mi sangre y por los tratados juro ante todos que estoy aquí de forma voluntaria para reclamar mi lugar y que l
Estimado lector.Les pido disculpas por la ausencia del capítulo final, pero todo tiene una razón y es que la visión, manos y computador son fundamentales para un escritor.He tenido complicaciones con mi visión, mi resultado fue antimatismo, pero hoy al fin logré conseguir mis lentes para poder escribir tranquilo el capítulo final de este libros.Estoy bastante contento de poder crear nuestra última escena en la cual los dejaré deseando conocer a nuestro próximo personaje: Dantes Marchetti.También estaré compartiendo un nuevo libro “La última hija de la luna” espero verlos por allí y disfrutar de nuevos personajes, trama y del romance de hombres lobos. ¡Pronto tendremos el capítulo final! Yerimil Pérez ❤️