Hola lector, se que todos estamos intrigados por saber de Mia y Enzo, pero todo esto es parte de la historia y avise con tiempo de que tendríamos a Donato como un personaje principal aquí. Todos los Marchettis son de importancia y esta es una historia muy extensa, ya que tenemos 10 hijos de Leonardo y todos podrán debutar en la obra, ¡Ser pacientes!
Donato Marchetti —¿Seguro que esa es su casa? —cuestiono mientras observo desde el auto el lugar en el que vive Mia. —Si alfa, le tome esta fotografía aquí mismo, —no dejo de mirar la foto, ella no tiene hermanos. —Debe ser un niño que cuida, —susurro. —Señor, ese niño lleva la esencia de su hermano, —estoy muy sorprendido, Enzo nunca me dijo que durmió con Mia, no puede ser su hijo el cachorro que tiene cargado. —Es muy pequeño, no existen posibilidades de que sea hijo de mi hermano, te recuerdo que los cachorros de un alfa león nacen en menos de seis meses y si fuera el bebé de Enzo, ya tendría unos tres meses de nacido, —los cálculos son muy malos para ser honesto. El bebé que Mia tiene en sus brazos apenas debe tener como un mes de nacido, tal vez hasta unas tres semanas y la humana fue liberada hace un año, no concuerdan las fechas. —¿Qué quiere hacer? —pregunta. —No le digas nada a Enzo, me acercaré a Mia y averiguaré si el cachorro es de mi hermano, —le digo. —Entendido
Donato Marchetti La humana se mira muy asustada, me dejo pasar a su casa después de aclararle que soy Donato. Puedo escuchar el latido de su corazón, se nota que no le agrada el hecho de que este en su hogar, sin embargo, necesito saber si el cachorro es un Marchetti. —¿Qué haces aquí? —pregunta sentándose en el sofá individual. —Estoy por trabajo en el país y quise pasar a saludarte, —le digo, ella asiente y cruzo mis dedos—. Y me llevo la sorpresa de que tienes un hijo, —murmuro, se tensa—. De mi hermano, —añado, no estoy seguro de lo que afirmo, pero ya lo confirmaré. —No es de tu hermano, es mi hijo, —su entrecejo se frunce.
Mia LennoxDejo una caricia en la barriga de mi hijo, es un niño bastante tranquilo y nunca me da problemas, ya entiendo la razón por la que nunca sea enfermado, es igual que él, suspiro. —Nada en la vida sale como uno quiere pequeño, —susurro. No soy tonta como para dejar que mi bebé esté en peligro, pero tampoco quiero volver con Enzo, no merece tener a este ser tan especial en su vida. Es un idiota y un cretino que me utilizo, para luego dejarme tirada como si no valiera nada, suspiro, ya que en el fondo solo quiero vengarme y hacerlo sufrir. —Mia, llegue en cuanto pude, —mi mejor amiga ingresa a mi habitación, no pude quedarme callada mucho tiempo con ella, le conté toda la verdad sobre Enzo. —¿Qu&e
Mia Lennox Donato llega a mi casa y lo invito a ir a mi sala, se sienta y me hace entregarle a Liam, se nota que le gustan bastante los niños, le sonríe. —Es idéntico a ti, no tiene nada de su padre, —lo escucho decir. —Algo sacará de su padre, —le digo. —¿Qué debes decirme? —Volveré contigo a Venecia, sin embargo, me tienes que prometer que mi hijo, Ashely y yo, estaremos a salvo. —Los llevaré al lugar más seguro de todos, —puedo ver que su expresión es bastante entusiasmada. —¿Dónde? —A la mansión de los Marchetti, con mi padre, el rey Leonardo, —me mira y luego a
Adriano D´angelo Desperté sobre el torso de mi jefe, recuerdo todo lo sucedido anoche, no creo que haya dormido con el empresario soltero más codiciado de toda Italia. Sus brazos me envuelven de manera protectora mientras que mis piernas descansan al lado de su cadera, no es la mejor manera de dormir si alguien me lo pregunta, me duele hasta lo innombrable. Soy un novio infiel, eso es un cargo horrible de conciencia, ni tengo idea de en qué estaba pensando cuando decidí tener sexo con mi jefe y es que Dios, fue la mejor noche de mi vida, ya que me hizo sentir como la persona más importante de todas en este mundo. Mi mente está nublada en su totalidad, olvidando por un momento que soy algo diferente y que este hombre no es humano, Dios, es mucho para procesar y arruinar este momento tan agradable. La respiración de Donato eleva su torso, suspiro y me siento muy viscoso, allá atrás, es la sensación más extraña de todas. —¿Estás despierto cachorro? —lo esc
Donato Marchetti Tres semanas después. Observo al joven pelirrojo dormir a mi lado, me sigue molestando que a pesar de todo lo que hemos experimentado quiera regresar con ese Jhonatan, no puedo tampoco retenerlo a mi lado. La primera semana aquí en Estados Unidos, fue sencilla, reuniones, rueda de prensas y fiestas benéficas, Adriano hizo buen trabajo, debo mencionar y aunque su celo término seguimos teniendo sexo. Adriano al principio se sentía muy mal, no lo obligue a tener sexo conmigo, ya que no soy de esos hombres, sin embargo, le he demostrado que lo que quiero con él no es un simple revolcón. Estoy muy interesado en este joven pelirrojo, no tengo duda de eso, ya hasta lo proclamo como mío y cuando se trata de sus necesidades la pongo primero que cualquier cosa. Puede sentir que este quiere más de mí y que igual que yo se siente atraído, pero pensar en Jhonatan es lo que lo distrae de sus sentimientos hacia mi persona. Por otro lado, tengo a mi hermano Enzo
Sicilia. Es una hermosa isla de Italia que se ubica en la punta de la bota, amplia cultura y tradiciones, con una capital llamada Palermo. Los bosques en Sicilia son escasos. La joven de apellido Lennox no deja de mirar por la venta del Jeep que los recogió en el aeropuerto, se siente ansiosa mientras que su pequeño descansa en sus brazos. Ni siquiera presta atención a lo que le dice Ashley que le habla sobre lo hermosa que es la isla y ahora que tiene conocimiento del mundo sobrenatural le cuesta aceptar que es controlada por la familia Marchetti en total secreto y que la gran mayoría de sus habitantes no son humanos. En estos años Leonardo ha llenado Sicilia con muchos hombres leones, lobos, vampiros y brujos, creando de ese modo un reinado próspero, es un rey con una gran fama y todos desean ser parte de su manada. Los cambiantes pueden vivir si así lo desean en los bosques de Sicilia, es sorprende la vida que llevan las personas desde que tienen un rey control
Enzo MarchettiSuspiro para levantar mi ropa interior y luego mi pantalón, ya se ha vuelto aburrido el sexo con Kristin, no me siento complacido al cien por ciento con la vampiresa y tenerla a mi lado cada hora es agobiante. —Amor, me gustaría ir de compras, —me dice. —Hoy no estoy de humor para compras, —el auto se dirige a la empresa, ya deseo que Donato llegue y se haga cargo de su parte. —Por favor, —ruega. —Kristin te he dicho que no, —se cruza de brazos mientras refunfuña, no la soporto y pensar que la hice mi esposa es lo peor de todo. Cuando el auto se detiene ni siquiera espero que el chofer abra la puerta para bajar, camino hacia la entrada principal del edificio y esta se abre en automático. Escucho a la vampiresa llamarme y la ignoro, por suerte el ascensor está listo para que pueda ingresar y subir solo a mi oficina, suspiro. Según tengo entendido, Donato llega hoy a Italia, se supone que era ayer, sin embargo, no impo