Pov Anastasia.

Cinco meses, es justo el tiempo que ha pasado. Meses en los que he podido vivir sin el temor de salir a la calle, usando libremente las redes sociales, visitando a mi familia en mi ciudad natal, mostrando una radiante sonrisa, pero lo más importante, viviendo plena felicidad junto a mis amigos y el hombre que amo.

Estoy parada frente a el espejo en ropa interior. Mi panza está grande y hay lágrimas en mis ojos, siempre que la veo me pongo sentimental al recordar que hay una vida dentro de mi, aunque bueno, ya Danna se encarga de recordarnos a mi y a su padre su existencia siempre que dormimos abrazados y ella comienza a bailar zumba en mi barriga. Ah, por cierto, si, es una niña, oficialmente seré madre de una hija de Dante. Hablando de él, llevo más de 48 horas sin verlo y eso me está matando. Desde que regresó a tomar el control de la oficina nuestro tiempo se resume a las noches y encima el muy idi