Carlos no entendía nada de lo que estaba pasando, cuando había salido de casa aquella madrugada porque había recibido una llamada del hospital para decirle que Daniela había tenido un paro respiratorio, sintió que muchas cosas podían pasar si ella partía dejando este mundo, como no saber qué hacer con el niño de un año de edad hijo de la chica.

Cuando llegó al hospital supo que alguien vestido de enfermero había entrado en la habitación de Daniela para colocar algo en la bolsa suero de hidratación, pero no había resultado porque una enfermera abrió la puerta y lo encontró allí de pie preguntó quién era, pero este la hizo aún lado y salió corriendo, lo que había en la inyectadora era un tiempo de droga que paraliza a las personas, pero gracias a la interrupción de la enfermera no había pasado nada.

Carlos visitó el área de seguridad del hospital donde revisó las cámaras de seguridad, pero no encontró nada que le diera una pista de quién era el hombre que entró en la habitación por