Cada vez que la escucho hablar sobre ello, mi corazón me duele. Sé que pasamos por una época horrible, por suerte, debido al trauma que supuso para mí tanta violencia doméstica, no recuerdo las veces que me puso las manos encima, fue algo que mi cerebro eligió borrar de mi memoria para mi bien.La parte que más tristeza me da es saber que mi mamá sí es capaz de recordar cada parte, cada golpiza. A ella le ha tocado sufrir el doble, por ella y por mí y sé que, muchas veces, se culpa a mí misma por ello, cuando el único culpable fue ese patán.-Mamá, lo que tienes que pensar es en lo fuerte que fuiste al decidir abandonarlo. Me protegiste con todas tus fuerzas, todavía hoy lo haces. Eres una guerrera, lo sabes y estoy muy orgullosa de ti por esoMuchas fueron las veces en las que ella me acostaba a dormir antes de que mi padre llegara borracho a la casa, o me mandaba a hacerle algún mandado que no existía para que no estuviese en la casa cuando él se ponía agresivo. Aunque, ya yo lo
En el rostro de Ale puedo apreciar algo de sorpresa al escuchar mi pregunta, pero también sonríe ante mi reacción. Creo que le está gustando que le exprese lo que estoy sintiendo en realidad.Él me mira fijo y asiente con su cabeza para luego tomar mi mano y tirar suavemente de mí hasta llevarme al dormitorio.Una vez ahí los dos, tengo que reconocer que todo el valor que tenía se esfumó de mi cuerpo. De repente, la habitación me pareció demasiada pequeña para los dos, comencé a sentir como si las paredes se estrecharan cada vez más.Entre balbuceos soy capaz de pedirle diez minutos para entrar al baño y ahí aprovecho para ponerme mi pijama. Al salir, la sonrisa lujuriosa de Ale me recibe. Creo que nunca en la vida me había mirado de esta manera, hay algo diferente, como deseo carnal.No se lo piensa dos veces, se levanta de la cama y sale caminando en mi dirección haciendo que una punzada de susto y adrenalina se apodere de mi estómago. No es tímido en lo absoluto, coloca una de sus
-Sí, soy yo. Ha llegado el momento para que dejes de huir como una rata de alcantarillaSu voz me trae tantos malos recuerdos que quisiera poner mis manos en los oídos para no tener que escucharlo. Temo por mi madre, por mí y por los gemelos.Con este señor nunca sabe qué puede pasar y, por lo que veo, no ha venido en mucho son de paz que digamos. Su voz está alterada y tiene los ojos muy rojos. Estoy casi convencida de que ha estado consumiendo algo.¿Cómo se atreve a decirle esas palabras a mi madre? Si hay alguna rata en esta habitación es él. ya soy mayor, no pienso permitir que le ponga un solo dedo encima a mi madre, no me importa lo que tenga que hacer.-¡Papá! ¿Qué mierda haces tú aquí? –le pregunto muy molesta, quiero asegurarme que se entere de que no le tengo miedo-¿Quién te dijo dónde estaba viviendo?Las palabras de mi madre de hace solo minutos antes me vienen a la cabeza “es imposible que se imagine que hemos viajado de Tennessee hasta Seattle”. Que lejos estáb
Ya está, lo he dicho. Llevaba toda la tarde pensando en eso. Desde que pensé que a los gemelos les podía suceder algo, no he podido quitarme el cargo de culpabilidad de encima. Si algo les llega a haber sucedido, no sé qué hubiera hecho.Miro a Alex y tiene los ojos clavados en mí, abiertos de par en par y con un aspecto melancólico.-Nerea, ¿de qué me estás hablando? –me hace la pregunta, pero no me da tiempo para contestarla- no puedes estar hablando en serio ¿verdad? No puedes renunciar -Alex, no lo entiendes, puse a los pequeños en peligro ¿y si algo hubiese pasado? Este es mi trabajo y lo he hecho fatal. Es la vida de dos bebés, de tus bebés, con eso nada me puede salir mal-¿Te has vuelto loca? Los gemelos han tenido varias niñeras y ninguna, escucha bien, ninguna los ha cuidado como tú, ni les ha brindado la atención que tú. Era imposible que supieras que tu padre se iba a aparecer ahí en casa de tu madre, es lo mismo que si los hubieses sacado a dar un paseo y te lo hu
Comienza a trazar un camino en mi cuello con sus labios, muy suavemente, dejando que su aliento me ocasione un cosquilleo increíble. De un momento al otro, siento su lengua contra mi piel y me estremezco de inmediato soltando un gemido desde lo más profundo de mi garganta.-¡Mierda! Preciosa, si continúas haciendo esos sonidos, no voy a responder de míNi siquiera soy capaz de contestarle. Todo mi cerebro se está concentrando en el contacto de su piel con la mía, en las sensaciones que me está proporcionando lo que está haciendo y vaya que se siente bien, más que bien, se siente increíble.Abre su boca dándome pequeñas mordidas y besos en el camino. Su mano en mi trasero comienza a moverse hacia delante, hasta llegar a mi sexo haciendo que me retuerza. No le hace falta mucho, solo con tocarme enciende cada parte de mi cuerpo.Dejo que experimente, que explore los lugares de mí que no ha conocido aún y se siente extremadamente placentero. Los pelos de su barba me arañan un poco, pero
Me he pasado todo el día de hoy pensando en el momento en el que conozca a los familiares de Alex. Su primo no me agradó para nada y, por desgracia, es su cumpleaños, así que tendré que disimular mi desagrado. Espero que los demás sean agradables.Toda mi vida he sido bastante sociable, aunque, debo admitir que me encuentro algo nerviosa. Son personas acostumbradas a los lujos, a las altas etiquetas, a bailes de salón y yo no. No puedo evitar pensar en que puedo hacer un papelazo y eso me aterra.Es la primera vez que su familia me conocerá y es el primer evento al que asistiré con Alex como su pareja oficial, tengo que estar a la altura.“Pareja oficial” me encanta como eso suena. Creo que va a tener que transcurrir un buen tiempo para que yo me acostumbre a la idea de que mi novio es Alex Black. Bueno, mi novio no, no le hemos puesto una etiqueta a nuestra relación. Es que ni siquiera estoy segura de que tengamos una “relación” como tal.En fin, el punto es que me verán caminand
Estoy congelada completamente. No sé si está ahí porque ha sido invitada a la fiesta o no. Aunque, me imagino, que si la hubiesen invitado, Alina se lo hubiera comentado a Alex para no traer a los bebés y me lo hubiera dicho a mí también hace un rato cuando ella salió en el tema de conversación ¿no? Es lo lógico.Me giro hacia Alex y en su cara solo puedo ver enojo, mientras que, Alina y Sed tienen los ojos abiertos de par en par y están tan paralizados como yo. Supongo que ahí está la respuesta a mi pregunta, no parece haber sido invitada en lo absoluto.Los gemelos no hacen más que llorar y patalear sobre ella. Temo que se les caiga de los brazos porque sé que pueden llegar a ser fuertes cuando no quieren ser cargados y no parece que ella tenga mucha destreza. Tengo que admitir que me parte el alma ver esta escena. Como quiera que sea, ella es su madre y sus hijos ni siquiera la reconocen como tal. No puedo parar de preguntarme qué habrá hecho para que no tenga permitido acercar
-No, no tienes derechos porque tú misma renunciaste a ellos. No veías la hora de hacerlo. Solo fuiste su incubadora humana porque no te quedó más remedio, pero no eres su madre. Ya no tienes un lugar en sus vidas, tú misma lo elegiste. Dicho esto, creo que parece más que obvio que no tienes nada que hacer aquí-Es muy feo eso que dices, Alex. Yo los tuve en mi vientre durante nueve meses, los di a luz, sufrí los dolores. no voy a permitir que me olviden-Ahora, pero muy bien que no te importaron por meses –las palabras salen de mí antes de que pueda darme cuentaTengo tanta ira que me es imposible contenerme, alguien tiene que ponerla en su lugar.-Desde hace meses, Alex se ha encargado de ellos y tú no habías aparecido ni una sola vez, ni para preguntar si estaban bien o no, mucho no te interesan entonces-Alex, ¿puedes explicarme quién demonios es esta que se cree con el derecho de hablarme así?-Ella ha sido más madre para los bebés que tú misma, así que tiene todo el d