—wow, una chica ambiciosa.—sabes que lo soy, ahorita voy a relajarme en mi jacuzzi mientras que espero como la vida de acomoda sola...Flor decide no darle más importancia y cuelgan. Regina pasa el resto del día haciendo lo suyo, es decir, nada.El lunes el doctor Alfred ya había mandado los E-mails a Diego con los resultados. Este se encontraba en la oficina de su mansión, chequeando el respectivo e-mail desde su ordenador; su rostro cambio de inmediato, sus ojos se tornaron brillosos por las lágrimas que se aproximaban: "su esperma está en óptimas condiciones, capaz de embarazar al instante, sin embargo los óvulos de su esposa son infértiles, no hay posibilidad de que el embarazo sea posible por medios naturales".«esto destrozará a Regina» pensó Diego mientras se levantaba del escritorio para darle la triste noticia a Regina. Esta salía del baño desnuda cuando Diego la intercepta.—¡Cariño! Me asustaste— exclama saltando en
El mundo tenía más color ahora que las posibilidades de ser papá están más altas que nunca, bueno... No puedo ir tan deprisa cuando a penas estoy organizando todo.Tenía una reunión con mi fiel consejero, mi gran amigo Max, el que no solo actúa como mi hermano mayor, aunque sea solo dos años mayor, es mi figura familiar más cercana, con excepción de mi tía Brillit. A ella solo la veo una vez cada tantos años.—¿Qué tal está todo?— me saluda dando un abrazo y palmadas en la espalda.Max se encargaba de vigilar todo el proceso en el nuevo restaurante, al ser el que menos dinero puso en cuanto a la construcción y materiales para lograr la inauguración, se tomó muy en serio el papel de gerente general del lugar; encargándose no solo de que todo esté en óptimas condiciones si no también de los empleados.Nos sentamos en la mesa de siempre, en la más espaciosa y privada que tiene el salón.—¿El lugar va bien no?— pregunta Diego d
Me llamo Martina Crembell, mi vida hasta ahora estaba llena de pobreza, crecí en el barrio más peligroso y triste de la ciudad, mi padre me abandono a penas se enteró de mi existencia, un cobarde, típico de esos hombres que son buenos para follar y malos para responsabilidad.tengo solo veintidós años y no pude terminar mis estudios, debido a que mi madre fue diagnosticada con cáncer... Una mierda de enfermedad, lo descubrimos cuando un día dejó de comer como antes; dejó de hablar, respirar e incluso mirar como antes; como si ella supiera que está pasando por algo horrible. Se desmayó en la cocina y no fue si no hasta la noche que termine mi jornada laboral rutinaria, que la encontré tendida en el suelo.La lleve a un hospital público dónde me dijeron que tiene cáncer... La quimioterapia y radioterapia son tan costosos, que ni vendiendo todas las frutas del mercado del señor José podía costearlo. Necesitaba un puto milagro, si es que esa clase de co
El día fue agotador para el grupo; habían pasado no solo más de cincuenta chicas, si no que a demás de eso, ninguna estaba en las medidas exactas para tener al bebé, ninguna calificaba.Mujeres fumadoras, alcohólicas, que aún lo son o lo fueron, tomando antidepresivos, con condiciones físicas difíciles para el parto. Un sin fin de cosas que Diego no pasaba por alto, quizás un par de chicas con el visto bueno, sin embargo no eran suficientes para mandarlas al chequeo, si alguna daba una enfermedad o algo así, entonces se encontraría en el mismo punto de partida que del principio.Fue cuando el vigilante avisa que aún hay otra chica.—¿No creen que estamos perdiendo el tiempo aquí?— insinúa Regina un poco irritada.—aun falta una, probaremos y luego decidiremos.— afirma Diego con esperanzas.Llega la chica, para los ojos de Regina solo se veía como una andrajosa pobre y con arapos sucios, con poca clase y para nada acept
—¡Es obvio que todo esto es una locura Flor! Hay demasiadas mujeres, y todas juran parecerse a mi.— digo disimulando la irritación por todo este show que monto mi esposo.Flor no aguanta la risa. Eso me da más rabia.—amiga, perdón que me burle, pero es que tienes tan mala suerte, te toco el hombre que sueña con familia.Yo volteo mis ojos en blanco, odio que tenga razón.—Diego es un hombre excelente, bueno en la cama, adinerado a morir, muchos negocios, visionario... Guapísimo. ¡Porque tiene que querer una familia!Nos encontrábamos al final del salón, yo fingía que iba al baño, cuando obviamente solo quería dejar de oír los patéticos gritos de auxilio de todas esas mujeres que pedían ser embarazadas por mi guapo esposo. Que ridículas.—Regi, velo de este modo, no tienes que cargar con eso, y tu esposo se ve tan feliz, deberías apoyarlo...La miro con desagrado. Quizás la estúpida tiene algo se razón.
—¿Qué te dijeron?— pregunta repetidamente mi amiga Julia, exaltada y con curiosidad.Yo quede petrificada, sin palabras, sosteniendo con fuerza el papel con la dirección de la clínica.Julia al notar que no emito ningún sonido, quizás por el shock, me arranca de las manos el papel.—¡No puede ser!— grita después de leerlo— ¿Fuiste seleccionada?Yo asiento en cámara lenta y aún mirando a la nada.—¡Fuiste seleccionada!— me abraza como si hubiese ganado la lotería o algo así.Yo reaccione ante su emoción y detuve sus pequeños saltos y celebración.—¡Detente! No cantes victoria, aún falta que me examinen y vean que no tengo ningún tipo de enfermedad o algo así...—¡Aaayyy! Pero no seas tan aguafiestas, mira que entraste con negatividad y te seleccionaron. Eso es más que suficiente para celebrar.—no hay que celebrar nada... ¿Que hay de bueno en quedar embarazada de un desconocido caprichoso?— dig
Miré la actitud de la chica frente a mi, Martina... No era parecida a las demás, con las otras chicas hablé un par de minutos y eran tan... Supongo que normales, sin embargo con Martina, la conversación era un poco más fluida, incluso me hacía reír.No me esperé su respuesta de "vender frutas en la calle", es decir, es muy jóven... Debería estar estudiando o trabajando de algo que le guste, no creo que le guste vender en la calle, en fin.—entiendo... ¿Por qué no estás estudiando? — pregunté de impulso.—cosas mayores a mi...—definitivamente arruine el momento, no debí excederme con mi imprudencia.—perdon la curiosidad...—no, está en su derecho, es decir... Es probable que sea la futura incubadora de su bebé. Tiene que saber quién soy. Cosas personales pasaron, debí enfocarme más en llevar la comida a la casa que pasar horas en un salón. Ví prioridades.—entiendo... ¿Tienes hermanos?—no, soy hija única.
Mi adorado pero a veces insoportable esposo no estaba en casa, decidí poner en marcha mi juego sexual con mi ex, Ricardo, marqué su número mientras me daba una ducha, quería oír su sexy y ardiente voz.—¿Ahora estás en disposición para mí?— pregunta Ricardo—por supuesto... Estoy en la ducha.—sabes lo mucho que me encantaría estar ahí contigo...Pensé en invitarlo a casa pero eso es mucha adrenalina y peligroso, dos cosas que me fascina, sin embargo no puedo arruinar todo el esfuerzo que tengo con Diego, si me llega a descubrir está infidelidad yo podría perder mucho dinero, y eso no está en mis planes.—¿Qué te parece vernos en un hotel? — sugiero de manera seductora, es incapaz de decirme que no, sabiendo lo bien que la pasa conmigo.—¿Cuál?—uno discreto...Él sonrie suavemente, logrando aturdir mi corazón ardiente, sabe que no puede resistirse a mi.—claro... Ahora eres una mujer casada y