Ella igual planeada entregarlo, no le beneficiaba para nada tener algo que solo fue un préstamo, algo que solo fue con una condición, eso no era un regalo.
—Ah ok, entiendo. —No se sentía incómodo, pero tampoco quería recordar el pasado—. ¿Cómo te va con los libros? —Llegan a su auto y le abre la puerta del copiloto, ella entra y él la cierra para luego adentrarse por el lado del piloto.
—Realmente he dejado de escribir porque me he mantenido muy ocupada. —Él asiente, enciende el auto y lo pone en marcha.
—¿Piensas seguir escribiendo? Es que eres muy talentosa. —Sonríe para sí mismo cuando recuerda que los había leído sin permiso.
—Claro, bueno, no lo sé, si me gusta y es mi sueño, pero realmente escribía para escapar de la realidad, prefería estar en una fantasía ya que mi vida no era del todo feliz. —Se sincera.
Así lo pensaba y deseaba compartirlo, no había nada mejor que compartirlo con él, Ascher siempre la hacía sentir segura de sí misma y en confianza.
—Está bien, pero nunca dejes lo que te gusta hacer, a veces ese tipo de cosas lo necesitamos en nuestras vidas para recordar lo que somos, gracias a ti yo sigo tocando música, sigo cocinando y sigo pintando, no recordaba lo mucho que me hacía feliz hacer ese tipo de cosas, gracias. —Le sonríe y luego sigue mirando su camino, ella se sonroja un poco y tiene suerte que es de noche para que no notará sus mejillas encantadas por él.
—Lo siento por haberte alejado de mí. —Logra decir después de un rato.
—No te preocupes, lo entiendo, pasaste por mucho y créeme que estoy aquí cómo tú amigo, a menos que tú desees otra cosa porque ten en cuenta que yo te quiero para algo realmente serio. —También estaba siendo sincero.
—Discúlpame de verdad Ascher. —Ella se voltea para verlo, estaba muy arrepentida por lo que había hecho.
—Tranquila señorita Ryan, seguramente tenías tus razones, las cuales no sé, pero debía y debo entenderte. —Se ríe un poco para tranquilizarla, tal vez no era una broma, pero quería que supiera que estaba bien y por eso se había reído.
—Eres tan comprensivo conmigo. —Tiene ternura en sus ojos, no se lo puede creer—. ¿Por qué? —Aún no lo entiende, Holly está siendo realmente estúpida en este momento, se supone que no iba a perder el tiempo con él.
—Porque te amo. —La ve y hay tanta verdad en su mirada, realmente estaba enamorado de ella, Holly sonríe ante este momento tan lindo.
—Yo también te amo —dice con tanta emoción.
Ascher se alegra no solo porque sabía que tenía razón, sino porque era realmente sensacional escucharlo de ella. Ascher tenía ese presentimiento de que ella lo amara, pero que lo había alejado para poder recuperarse de su ruptura, aunque igual no tenía sentido, eso ya no importaba, ella ya le había aclarado sus dudas y no le importa el por qué la alejó, solo le importa el resultado del porque lo había hecho, no importa el pasado, antes dolía, pero ahora ya no, porque se aman.
—Quiero que comencemos de nuevo, tú y yo —propone Holly y él está de acuerdo con eso.
—Sería perfecto, ya no hay nadie que nos impida estar juntos. —Estaba muy alegre con la idea de estar juntos—. Por fin Holly, llegó nuestro momento. —Toma la mano de Holly y la besa.
—Pero será paso por paso, ¿sí? —Quería hacer las cosas bien esta vez.
—Me parece bien. —Vuelve a besar su mano, luego anhela el aroma de su piel que tanto extrañaba.
—Dicen que uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz y tú eres el mío. —Cierra sus ojos, sonríe y suspira con tanto amor.
—Y tú también eres el mío. —Besa una vez más su mano y se la devuelve con delicadeza—. Mañana te daré un teléfono, necesito que estemos comunicados, te aviso para que no te lleves una sorpresa de disgusto mañana —le informa mirando su camino.
—¿Qué? ¡No! —Estaba horrorizada por lo que había escuchado—. No quiero que me regales un teléfono Ascher. —Se cruza de brazos y lo mira mal.
—Mi amor no te lo voy a regalar, te lo voy a prestar, necesito estar comunicado contigo, yo sé que tú puedes comprártelo, ahora tienes trabajo y sé que puedes lograrlo. —Trata de tranquilizarla pues sabía que le temía a volver a ser la misma chica con quién fue con Tim.
—Bueno, está bien, pero te lo devolveré cuando yo me compre el mío —aclara para que no haya mal entendidos cuando llegue ese día.
—No hay problema. —Detiene el auto en su casa—. Solo necesito hablar contigo de vez en cuando así sea por llamada, habrá momentos en lo que estaré ocupado y estresado, y sé que con escuchar tu voz se resolvería todo en mí, eres mi paz. —Le sonríe.
—Está bien. —Baja la guardia y ve su casa, la mira con tanto desánimo, no quería que su momento juntos acabara—. Adiós. —Se acerca a él y besa su mejilla.
—Buenas noches señorita Ryan. —Sonríe para molestarla un poco, sabía que no le agradaba que le dijeran así.
—No me digas así. —Le pone los ojos en blanco.
—De acuerdo. —Sonríe mordiéndose el labio, ella abre la puerta, toma su mochila y no se va hasta que logra escuchar—. Buenas noches señora Basquin. —Ella lo mira divertida y niega su cabeza cómo si él estuviera loco—. ¿No te gusta? —Muerde su labio tratando de aguantar su felicidad.
—Me encanta. —Expresa con tanto deseo hacía ese posible sueño de ser su esposa, pero no se adelantaría, sería maravilloso, aunque no sabemos lo que pasará en el futuro.
Finalmente Holly cierra la puerta y Ascher no se va hasta que ella esté adentro de su casa, él saca su celular y llama mientras maneja.
—Charlie, quiero para mañana el mejor celular de este año por favor —da sus órdenes y ella asiente del otro lado de la llamada.
Cada uno estaba feliz por este nuevo comienzo que se darían al fin, Holly cierra la puerta principal y se recuesta en ella con tanta felicidad, se muerde el labio sonriente negando su cabeza, no podía creer que al fin sería feliz con la persona que ama, sube a su habitación toda emocionada como una pequeña, se encierra en su habitación y comienza a bailar como hubiese ganado un grandioso premio, bueno, realmente si lo había ganado.
Tocan la puerta de su habitación y Holly se extraña, todos deberían estar durmiendo, ella se dirige hacia la puerta y la abre, era su madre, Martha aprieta sus labios lamentando la molestia y le muestra el teléfono de la casa.
—Alguien estuvo llamándote todo el día. —Se lo ofrece y Holly ya sabía quién era.
—De acuerdo, gracias. —Recibe el teléfono y no le muestra ninguna expresión a su madre, aún necesitaba poder perdonarlos, cierra la puerta y coloca el teléfono en su oreja—. ¡Aló! —contesta para que sepa que ya está disponible.
—Te dije que te le alejaras de mi hijo y así tus hermanos no saldrán lastimados. —Elizabeth estaba más que furiosa.
—¡Pues haga lo que se le dé la gana! No tengo miedo y si algo le llega a pasar a mis hermanos, Ascher será el primero en descubrirlo y no porque yo se lo vaya a decir, sino porque él siempre sabe todo y él quiere demasiado a mis hermanos, así que ¡no más amenazas señora Basquin! —dice Holly muy firme.
Al fin tenía el valor de enfrentar a esa mujer tan cruel, pero era lo bastante crédula como para creer que Holly sigue siendo la misma chica que se deja manipular como antes.
—Yo amo a su hijo y no me alejaré de él por su estúpida amenaza, además, no puedes tocar a mis hermanos, yo los estoy protegiendo muy bien, así que perro que ladra no muerde, al menos tengo la ventaja de tenerlos conmigo, si usted los tuviera y me estuviera amenazando entonces ahí si reaccionaría, pero no de la manera que usted desea, ya que por sus amenazas usted sería la principal sospechosa, no querrá que una mujer tan importante como usted vaya a la cárcel solo porque no desea que su hijo esté conmigo o ¿sí?, o ¿no querrá que su hijo la odie, cierto? O que su nombre esté en la lista negra, tiene suerte de que quiero tanto a su hijo que no le contaré de esto porque es lo menos que quiero conseguir, que odie a su madre por haberme alejado de él —finaliza y no espera respuestas para cortar la llamada, solo quería ser escuchada.Flashback—¿En dónde estabas jovencita? —Su madre la esperaba con las manos en la cadera, estaba muy preocupada por su llegada, ya era de noche.—¿Qué te impo
Holly se siente como una guerrera por haberle respondido de esa manera a la señora Elizabeth, quién desde hace tiempo la estaba amenazando, Elizabeth desde que se enteró por Tim que Ascher está enamorado de Holly, comenzó a amenazarla anónimamente, le enviaba correo en dónde le advertía que se le alejara de Ascher o pagaría las consecuencias, Holly nunca hizo caso hasta el día que alejo a Ascher de ella, el recuerdo de ese día lo piensa con tanta rabia, le sorprendió que esa señora llegará su casa aquel día, ese mismo día en la noche fue cuando llamó a Ascher con urgencia, para luego lastimarlo y alejarlo.***—¿Qué harán el fin de semana? —Mónica pregunta abriendo su casillero mientras que sus amigas la esperaban.—Yo saldré con Jack. —La rubia sonríe embobada.—Yo trabajaré. —Da media sonrisa y Mónica hace un gesto de desagrado.—Dile a Ascher que necesitas vacaciones, hay que salir cómo amigas. —Termina de colocar algunos libros en su casillero y luego lo cierra.—No le pediré eso,
—¡¿Ascher?! —lo llama y aunque su vista está pendiente de la carretera, ella siempre tendría su atención.—¿Si señorita Ryan? —Mira a los lados antes de cruzar el semáforo en verde.—Tienes permiso de faltarme el respeto. —Ella se siente tranquila al sacar este tema y aunque hace unos momentos Ascher tenía pensado hacerlo, queda confundido a lo que acaba de decir.—¿Cómo así señorita Ryan? —Que él le diga así le irrita un poco y le pone los ojos en blanco.—Me refiero a que me muestres todo de ti hasta tu lado más oscuro, quiero que si eres un chico atrevido, puedes serlo conmigo, te lo digo o te doy permiso por el hecho de que si vamos a ser pareja, no quiero que temas a tener un apetito sexual conmigo solo por mi pasado, créeme que necesito esto, no quiero seguir teniendo la idea que todos los momentos sexuales son en llanto y, contigo aquella vez que lo hicimos nunca me sentí mal, de hecho quise más, pensé que por mi pasado nunca viviría mi vida sexual, pero contigo quiero vivirla,
—Gracias. —Vuelve a besar su mano y la ve muy sonriente, por fin había encontrado a una chica que no le iba a exigir más de la cuenta, simplemente lo valoraba y eso le gustaba a Ascher.—Muy bien, comamos, en unos minutos tendré que trabajar nuevamente. —Toma sus palillos y Ascher asiente.—Tienes razón señorita Ryan. —Está de acuerdo con ella.—Entonces me parece que tú bebida no lo tomaremos hoy. —Lleva una rodaja a su boca.—Tal vez. —Alza sus hombros un poco inocente—. Podría guárdala para otra ocasión —sugiere.—Pues sí, además, se ve deliciosa, ¿qué es? —pregunta muy intrigada.—Es un vino llamado La Española, es espumante y muy deliciosa, tiene sabor a fresa. —Ella asiente lentamente.—Seguramente debe ser carísimo, no debes gastar tanto para poder disfrutar cosas conmigo Ascher. —Se siente un poco mal y él ríe levemente.—Esa botella sinceramente no cuesta nada, yo no compro cosas por lo caro que sean señorita Ryan, yo compro lo que quiero y porque me gusta —le aclara muy amab
—Gracias por tráeme a casa. —Le sonríe cuando estaciona su auto al frente de su oscuro hogar.—De nada, estoy a tus órdenes. —Le guiña el ojo siendo coqueto y ella se ruboriza.—¿Qué harás mañana? —Saca conversación, pues porque aún no quería entrar a su hogar.—Pues... Es sábado. —Se lo piensa y hace un gesto recordando—. Trevor estará de cumpleaños mañana, organizó una reunión y lo más probable es que vaya, ¿y tú? —Da media sonrisa.—En la mañana nada, pero tengo que trabajar en la tarde. —Aprieta sus labios con lamentación.Ella quería disfrutar su juventud saliendo con sus amigos, pero para Holly ser adulto le tocó desde que sus hermanos nacieron.—De acuerdo, entonces estaré pendiente para llevarte y buscarte. —Se acerca a ella y le deja un beso cerca de los labios.—No tienes por qué hacerlo, disfruta el cumpleaños de tu amigo. —Da una sonrisa penosa.—Voy a fingir que no escuché eso. —Él sonríe y ella le pone los ojos en blanco un poco divertida, él siempre tenía que mandar—. Q
Mientras devora sus labios, una mano traviesa toca su seno y juguetea con ella un poco, luego desplaza su mano, pasa su vientre, deja de mover sus caderas y acaricia sus labios vaginales con dos dedos, ella se asombra, pero no lo detiene, con el dedo medio comienza a jugar en la entrada de su vagina, dando leves golpecitos y con el pulgar hace fricción circularmente en su clítoris, los movimientos varían, de lado a lado, arriba abajo, y la velocidad era lenta al principio, pero poco a poco fue aumentando, a medida que se intensifica el movimiento, la respiración de Holly aceleraba, quería más y que mejor señal con un;—Mmm. —dice entre sus besos, muy deseosa.Ascher no detiene lo que hace con su mano, pero si deja sus labios y se hunde en su cuello, quería seguir escuchando, lame su cuello y su mente aún no entendía a qué se refería con lo del aseo personal, él creía que estaba deliciosa, podría ser que no estuviera lista, sin embargo, no era momento de pensar en eso.Ascher suspende
—Está bien hermosa, entonces te dejaré las llaves en la cocina y disfruta tu día, te quiero. —Estaba animada.—También te quiero. —Sonríe en los labios de Ascher.—No puedes plantar a tu familia para salir conmigo nena. —Gira su cabeza a un lado para suspender el beso.—Ascher, gracias a ti tengo momentos en familia, gracias a ti tengo paz y llevamos tiempo que no salimos, además, no escuché que mi abuela se ha quejado, ella lo entiende y desea que lo disfrute. —Trata de buscar sus labios y no los obtiene hasta que él se los devuelve.—De acuerdo. —Lo acepta.Después de que la familia de Holly se fuera, Ascher sale en toalla luego de su baño, baja hasta la puerta principal y recibe la ropa que Fredycsen le ha traído por su llamado, una vez tomado ese atuendo tan elegante, Fredycsen se va, pero no sin antes ser agradecido por su jefe.Ascher se dirige a la habitación de Holly para dejar su traje en la cama, podía escuchar la regadera y era obvio que Holly se estaba dando un baño, vuelv
—¿Llamada importante? —Arquea una ceja divertida cuando Ascher se acerca un poco frustrado, él cambia su actitud en el momento que la ve, como Ascher dijo una vez, ella es su paz.—Un poco importante. —Se sincera y se detiene al frente de ella—. Todos los atuendos te quedaban hermosos, ¿pudiste escoger algunos? —Mete la mano en su bolsillo y saca su billetera.—Solo escogí uno Ascher. —Le pone los ojos en blanco—. Con ese me basta. —Da media sonrisa.—Pero si te gustaban más de un vestido, no habría problemas en comprarlos —dice despreocupado.—No Ascher, esta tienda aparte de ser lujosa, es demasiado costosa, nunca te pondría en esta situación de comprar lo más caro. —Se cruza de brazo a la defensiva.Ella no quería que él siguiera insistiendo en comprarle hasta la tienda si era necesario. Ascher muerde su labio con diversión, en serio lo volvía loco esa carita enojona.—Por el dinero no habría problema. —Inclina su cabeza y posa sus labios en su oreja—. Además, esta es una de mis ti