Ella siente unas terribles nauseas cuando observa que el hombre no deja de sangrar y los empleados intentan sostener a Federico.

Isabel creyó que devolveria el estómago pero no fue así y cuando tomo un vaso con agua se calmó...

Se dirigió a la salida del restaurante porque está comenzando a sentirse mal y desea irse a su casa.

—Te vas tan pronto —Fórmula Mariano mientras sostiene su brazo

—Me siento mal

—Entonces te llevo a casa. Lamento lo que presenciaste no tengo idea quien es ese demente...

—Ni idea—Ella niega con la cabeza

—Me voy está noche y creo que no volveré a verte Isabel. Me arrepentiria toda la vida si no hago esto.

El une sus labios a los suyos en un beso intenso y arrasador con el cual devora sus suaves labios. Isabel no le corresponde pero tampoco se aleja ella se encuentra en un completo estado de asombro.

Federico quien acaba de salir del restaurante pagando una suma de dinero por los daños simplemente los observa y forma puños en sus manos.

Él desliza sus manos hací