Isabel

En este instante me encuentro en mi primera ecografía observando por el monitor a mi bebé.

Se ve muy pequeño y puedo escuchar los latidos de su pequeño corazón.Ya deseo tenerlo conmigo y llenarlo de besos.

—¿Mi hijo está bien? ¿Verdad?— Pregunta León

La doctora asiente—El tamaño del feto es perfecto de acuerdo a su edad diez semanas.

—Será el niño y la niña más amado de este planeta te lo juro, Isabel.

Me sorprende que León no sospeche que el niño no es suyo cuando la doctora le acaba de informar el tiempo. Quizás está muy anodadado y confundió las fechas.

Yo sé que está muy mal negarle un hijo a su padre, pero Fede ya tiene a las mellizas y puede tener más hijos con otra mujer, en cambio, León me necesita y necesita a mi hijo para vivir.

Además si le informó a Federico que será papá otra vez el no me permitirá estar cerca de León.

—Ya quiero tenerlo entre mis brazos. No tienes una idea la ilusión que me hace un hijo tuyo y mío.

—Yo sé, mi amor.

Gracias al cielo León no volvió