Yusuf se sentía el villano de la película por la manera en que estaba resolviendo la situación pero Ayse no le había dejado opción, mientras recorrían el camino pensó en que había dejado cabos sueltos, porque en la medida que pasaran las horas su ausencia llamaría la atención.

— Por favor permíteme tu celular.

— ¿Acaso me estás secuestrando?

— Tómalo cómo quieras, no quiero que nos interrumpan, que de pronto lleguen al lugar al que iremos.

— ¿Me darás permiso de enviarles un mensaje a mis amigas para que no se preocupen?

— Se conciente, no le digas cosas que les preocupen, les hagan buscarte y quizá terminen por llamar a la policía, no quiero el noviecito tuyo persiguiéndonos, así que escribeles y luego me darás el teléfono.

Ayse no sé acordaba con tanta conmoción que aquel día justamente Kadir iba a visitarla por lo que debía avisarle a las chicas, además de que él no sabía nada sobre esa parte de su pasado y no quería que se enterara así.

— No veo por qué tengo que dártelo.

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