Ayse se quedó en silencio pensando qué responder, no quería ofenderlo, pues no solo era el hermano de su mejor amiga, sino que además también lo consideraba cercano a ella, por eso era difícil verlo como algo más, cómo un hombre para formar un hogar, pues no albergaba sentimientos románticos de ningún tipo hacia él.

Pero también era cierto que era de buenos sentimientos, amable, atento y estaba segura que podría ser un excelente padre y una buena influencia para sus hijos, aunque Ayse aprendió a luchar sola y a sacar adelante a los niños sin el apoyo de un hombre, no era fácil pero tenía de su lado a sus amigos que se convirtieron en su familia.

Su matrimonio con Berat fue solo unos meses antes de fallecer y nunca hubo una intimidad, cuando se mudaron con él para cubrir apariencias no compartieron habitación ni intimidad, eran solo unos compañeros de piso que disfrutaban la compañía uno del otro.

No se consideraba una feminista empedernida ni ni una mujer empoderada que se creía más