Días después…

Dentro de la cabeza de Ava, ella estaba más que determinada a encontrar a Ruth, sin embargo, cuando se dio cuenta del sitio que debía ir, le dio demasiado miedo.

Entonces le quería pedir ayuda a Regina, aunque estaba en la casa en estos momentos. Ava era demasiado atrevida con todo lo que estaba haciendo.

Aunque nunca le había tenido miedo al éxito, mucho menos ahora que tenía una pista importante en sus manos.

Poco después, ella salió encontrando a Regina utilizando su teléfono mientras tenía puesto los lentes de sol que Ava le había regalado.

—Regina, ¿Te puedo pedir un favor?—eso fue lo primero que se le ocurrió a Ava para hablar con ella.

—Sí, claro, tonta—le respondió Regina de forma cariñosa.

—Ayer encontré una pista importante acerca de Ruth, pero la verdad ella está encerrada en una especie de manicomio, así todo loco para enfermos mentales—sin embargo, Ava se sentó al lado de Regina para seguir echando esos cuentos de terror—solamente quería saber si me puedes a