Poco después de un tiempo para Regina estar cerca de Michael, no era nada extraño, a pesar de tener su compañía cerca, quería fingir, sin embargo, en esos minutos que estuvieron a solas.

Este hombre la estaba invitado a comer para de alguna forma evitarle este mal rato por culpa del destino, pero Regina acepto su invitación para que no tuviera que insistir con esto como las veces anteriores.

Total, estos dos puntos de vista eran totalmente diferentes a lo que cada uno quería hacer, porque Michael estaba dispuesto a conocerla hasta su más íntimo secreto, mientras que Regina lo hacía solo por lástima.

—No te preocupes, nada más espero que te guste la comida—fueron las palabras de Michael en ese instante mientras se dirigían hacia la salida de la empresa.

Entonces Regina le ofreció una pequeña sonrisa hasta que vino una chica al frente de ellos.

—¿Para dónde vas con esta mujer?—le pregunto una chica joven a Michael mientras que Regina estaba detrás de él.

Quizás dentro de sus pensamiento