Entro en la habitación y cierro la puerta tras de mí. Me siento en la silla junto a su cama, agarrándole la mano.

“Hola, Luna”, dice y su voz es ronca.

“Paisley. He hablado con Gamma Sirona. ¿Hay algo que pueda hacer?”.

“No. Esperaba que no fuera tan grave, pero...”.

Extiendo la mano, tocando su brazo. “Puedes tomarte el tiempo que necesites. Te ayudaré en lo que necesites. Todos en la manada lo harán. Así es esta manada, nos ayudamos unos a otros”.

“Gracias, Luna”. Se queda callada un momento y luego me mira. “Has visto el vínculo de pareja en ambos lados. Lo que tienes con el Alfa Eli hace que parezca que el vínculo de pareja es especial, bueno, lo que nos dicen como cachorros que se supone que debe ser. Lo que tuve con tu padre no fue eso. No era un mal compañero, pero tampoco era uno bueno. Pero ahora, sabiendo lo que le hizo a tu madre y a ti, no sé si podría volver a confiar en el vínculo de pareja”.

“Cuando conocí a Eli, no quería una pareja. No quería sufrir como vi sufri