Me limpio los ojos mientras Thomas y Tula se dirigen al interior. Tula es una hada tan dulce. Bueno, todos lo son, pero hay algo en ella que me ha tocado el corazón desde que la conocí.

"No sé cómo podemos agradecértelo, Ailduin", le digo mientras me acerco a él.

"No es necesario. Eres un líder de manada. Harías cualquier cosa en tu poder para ayudar a aquellos que buscan tu guía y protección. Yo soy igual. Mis dones son diferentes a los tuyos, Grace. O, al menos, un poco diferentes".

"Ahora", dice, antes de girarse hacia las otras hadas, "¿alguien más necesitaba mi ayuda antes de comenzar mi entrenamiento con los Guardianes?", pregunta él.

"Señor Rey Ailduin, señor. Nos preguntábamos si podríamos pasar más tiempo con usted mientras está aquí".

"Solo queremos estar cerca de usted".

"No seremos una molestia".

"Podemos ayudar, si nos necesita".

Puedo sentir que la paciencia de Eli comienza a decaer, así que intervengo. "¿Qué tal si nos acompañan a cenar esta noche? Organizaremos