La tierra se abierto bajo mis pies y no me ha dado cuenta hasta que ha sido demasiado tarde. Supongo que estaba tan enfadada con Josh, por sugerir que escapara sin él, que no he prestado atención al entorno. Sé que este fallo tan ridículo puede llegar a costarnos la vida, pues no creo que el agujero que se ha abierto bajo nuestros pies sea casual, imagino que será obra de nuestros perseguidores, a fin de cuentas, este bosque está dentro de sus territorios, y supongo que lo tendrán férreamente controlado.
Llevaremos treinta segundos, aproximadamente, cayendo, cuando al fin me golpeo contra el suelo. A juzgar por el lugar en el que he caído, deduzco que he caído contra un suelo de tierra prensada, está frío, y duro, pero al menos, no hay piedras. Josh cae junto a mi, golpeándome en el brazo izquierdo al darse contra el suelo.<
Me quedo muy quieta al escuchar esa voz que pronuncia mi nombre, pero que para mi es absolutamente desconocida; sopeso la posibilidad de mentir, de decir que no sé de quien me habla, pero al final, no puedo resistirme, y decido que debo ser valiente, como siempre he sido.- Si, yo soy Idris, y tú, ¿quién eres tú?- No tengáis miedo, chicos, levantaos, por favor. En cuanto lleguemos a úna zona más cómoda os explicaré todo lo que queráis saber.Yo desconfío, a fin de cuentas, en las últimas horas no he podido confiar en nadie a quien no conociera previamente, por lo que no me siento con fuerzas para confiar en alguien nuevo sin tener ningún dato sobre la persona que me habla. Sigo tumbada en el suelo, haciendo fuerza con mi abdomen para no levantarme, y de pronto, veo que Josh comienza a moverse, y se coloca en cuclillas, para posteriormente comenzar a ponerse de pie.
No tardamos mucho rato en recorrer el túnel, y finalmente, éste desemboca en una habitación pequeña, de paredes blancas, y con una enorme puerta de madera. La habitación está iluminada de una forma muy ténue, pero aún así, el cambio de iluminación nos hace entrecerrar los ojos, y siento como parpadeo toda velocidad, intentado adaptarme al nuevo lugar.- Seguidme, chicos.- dice la mujer, que a la luz de la habitación, puedo ver que es mucho más joven de lo que imaginaba. Tiene la cara muy arrugada, y ojeras profundas; sus cabellos son canos, y su ropa vieja, e informe; pero aún así, su piel es brillante, y sus ojos vivos, y tan llenos de luz, que me recuerdan a alguien, aunque no sabría decir a quien.Me siento hipnotizada por esta mujer que nos está ayudando sin pedir nada a cambio, y la sigo mientras cruza el umbral de la enorme puerta de oscura madera. Josh
Me quedo perpleja, parpadeo, como si esperara que al cerrar los ojos la escena desapareciera,pero eso no sucede, y en cambio, ante mi sigo teniendo a esta mujer envejecida prematuramente, y cuyo rostro está salpicado por una sonrisa amable, y unos ojos vivos que me recuerdan a… ¡mi tía! Ahora me doy cuenta, no tienen el mismo color, pero si la misma expresión, por eso me recuerdan a ella.- ¿Mi madre?- respondo yo con el rostro contraído por la duda.- Si, Idris, soy tu madre.- ¿Cómo puede ser eso cierto? Yo nunca he tenido madre.- veo su expresión dolida, y decido aclarar mi declaración.- al menos, nunca la he conocido.- Idris, hace muchos años tuve que dejarte en manos de mi hermana, renunciando así a mi derecho natural como madre, y eso, me rompió el corazón, así que, por favor, no vuelvas a decir que no tienes madre, porque te aseguro que l
Tras dos días escondidos en el subsuelo, las horas de descanso comienzan a ser excesivas, y empiezo a sentirme agobiada por la falta de actividad. El agobio acaba traduciéndose en mal humor, y ni Josh ni yo estamos muy comunicativos tras tantas horas aquí abajo.- Chicos.- dice mi madre durante la cena del segundo día.- a mi me encantaría que os quedarais una larga temporada conmigo, pero creo que sería bueno para vosotros volver al mundo exterior.- Pero, mamá.- digo yo.- ¿qué dices?- Pues que no es sano vivir aquí encerrados, sin que os dé la luz, o sin que podáis ejercitarlos adecuadamente. Una vieja como yo está acostumbrada ya a estas cosas, pero no quiero que eso os pase a vosotros.- Mamá, estoy de acuerdo con esa observación, lo que quiero decir es que no tienes porqué quedarte aquí, sola, en esta guarida, nada te a
La madre de Idris ha probado ser una mujer valiente, y fuerte, capaz de resistir sola durante muchos años, y más que eso, ha sido capaz de mantener intacto su buen carácter, cosa que a Idris y a mi nos está costando un poco, viviendo bajo tierra, así que cuando me lleva al lugar en el que hay cobertura para el teléfono móvil, decido preguntarle acerca de la rutina que ha seguido durante todos estos años.- Señora.- comienzo.- me parece increíble que haya sido capaz de mantener un espíritu tan alegre durante tantos años de soledad y encierro.- Bueno, Josh, es que he tratado de mantenerme siempre activa, y por supuesto, nunca he dejado de salir al bosque, siempre extremando mis precauciones, claro está, pero nunca he dejado de intentar llevar una vida normal, o como mínimo, todo lo normal que podía permitirme que fuera
Después de que mi madre y Josh regresaran de la zona en la que es fácil conseguir cobertura, Josh estuvo taciturno, incluso se acostó temprano, sin apenas comentarme nada.Al principio pensé que tal vez estuviera cansado, pero tras varios días de incertidumbre, y tras ignorar sus gruñidos continuos, me rindo a la evidencia,y asumo que ha tenido algún problema al comunicarse con Greg.Me encamino hacia la habitación, con la intención de enfrentarme a él y descubrir qué está sucediendo, cuando un terrible ruido asola la casa. Siento como las paredes tiemblan, y el ruido es tan grande, que siento la necesidad de cubrirme los oídos con las manos, esperando que no se partan mis sensibles tímpanos. Trato de pegarme a una de las paredes, pues tengo la sensación de que la casa se va a derrumbar sobre nosotros, y cuando al fin el temblor cesa ligeramente, me quedo pasamada,<
- Si, Josh, soy yo ¿acaso no esperabas verme pronto?- No lo sé, no respondiste, y no. Has dado señales de vida hasta hoy, ¿cómo querías que imaginara que vendrías?Supuse que no querrías involucrarte en algo tan grave.- Josh, tu comunidad y tú me habéis ayudado tantas veces, que no creo que sea capaz de negarme a ayudarte.Yo me acerco en dirección a Greg y a su acompañante, y le tiendo los brazos, para que sienta que es bienvenido en nuestro hogar.- ¡Idris! Pero que guapa estás, madre mía, si no quieres a este mequetrefe, siempre tendrás un sitio a mi lado.- Menos mal que sé que estás bromeando, Greg, si no podría sentirme intimidada.- Bueno.- dice Josh.- espero que esté bromeando, de lo contrario, tendré que arrancarle la yugular.- En fin, veo que lo vuestro es ya oficial, y me alegro
El helicóptero vuelva unos cincuenta minutos, y después aterriza en un campo apartado, y desde el que no se puede ver ningún tipo de construcción, ni intuir donde nos encontramos.Una vez allí, los hombres de Greg nos ayudan a desatarnos, y a bajar, y una vez en tierra, donde ya nos esperan varios vehículos negros con los cristales tintados, me sorprendo notablemente al escuchar las palabras del que parece el jefe de los soldados, o lo que quiera que sean.- Greg.- dice con voz grave.- aquí se separan nuestros caminos. Espero que mis deudas hayan quedado saldadas, se que la deuda era grande, pero ya has visto que la hemos pagado con sangre.- Tranquilo, estamos en paz, es más, si necesitas ayuda en algún momento, ten por seguro que la encontrarás en mi hospital.En cuanto nos subimos a los vehículos, Josh mira con car