- Si, Josh, soy yo ¿acaso no esperabas verme pronto?
- No lo sé, no respondiste, y no. Has dado señales de vida hasta hoy, ¿cómo querías que imaginara que vendrías?Supuse que no querrías involucrarte en algo tan grave.
- Josh, tu comunidad y tú me habéis ayudado tantas veces, que no creo que sea capaz de negarme a ayudarte.
Yo me acerco en dirección a Greg y a su acompañante, y le tiendo los brazos, para que sienta que es bienvenido en nuestro hogar.
- ¡Idris! Pero que guapa estás, madre mía, si no quieres a este mequetrefe, siempre tendrás un sitio a mi lado.
- Menos mal que sé que estás bromeando, Greg, si no podría sentirme intimidada.
- Bueno.- dice Josh.- espero que esté bromeando, de lo contrario, tendré que arrancarle la yugular.
- En fin, veo que lo vuestro es ya oficial, y me alegro
El helicóptero vuelva unos cincuenta minutos, y después aterriza en un campo apartado, y desde el que no se puede ver ningún tipo de construcción, ni intuir donde nos encontramos.Una vez allí, los hombres de Greg nos ayudan a desatarnos, y a bajar, y una vez en tierra, donde ya nos esperan varios vehículos negros con los cristales tintados, me sorprendo notablemente al escuchar las palabras del que parece el jefe de los soldados, o lo que quiera que sean.- Greg.- dice con voz grave.- aquí se separan nuestros caminos. Espero que mis deudas hayan quedado saldadas, se que la deuda era grande, pero ya has visto que la hemos pagado con sangre.- Tranquilo, estamos en paz, es más, si necesitas ayuda en algún momento, ten por seguro que la encontrarás en mi hospital.En cuanto nos subimos a los vehículos, Josh mira con car
Las primeras luces del alba me despiertan, y me giro para ver a Idris dormida a mi lado, con su rostro dulce y relajado, sonriéndome. Supongo que debe estar soñando algo bonito, porque si no, no estaría sonriendo.Me levanto despacio, intentado no hacer ruido, y me dirijo a la cocina, pensando en preparar un sencillo desayuno para llevárselo a Idris a la cama.Busco en todos los armarios hasta que encuentro una bandeja, y comienzo a llenarla con frutas, yogur, y bollos que encuentro guardados en una panera.- Bueno, caballero andante, ¿no te estarás pasando con tanta comida?Me giro asustado, pues no había escuchado llegar a nadie, y veo a Greg, mirándome sonriente, y con una sonrisa pícara pintada en la cara.- Es para Idris, ayer… bueno, digamos que gastó muchas energías.- No hace falta que digas nada, Josh,
Querida tía Alana,Espero que te encuentres tan bien como siempre me dices en tus cartas. Y respecto a la noticia de que Emerald ha dado a luz a un pequeño varón que heredará la manada, me alegro, de verdad, ya no les guardo rencor a ninguno de ellos.De hecho, llevamos ya un año en Roca Cañón, y debo confesar que nunca he sido tan feliz, estoy deseando que llegue el mes de octubre, en el que nos vas a visitar.Quería darte esta noticia cuando estas vieras aquí, pero lo cierto es que no puedo esperar para hacerlo. Josh me ha regalado un pedrusco, y antes de que dejes volar tu imaginación, no es lo que crees, me ha regalado la primera piedra para nuestra nueva casa. La va a construir él, con sus propias manos, y deberías ver los planos… es preciosa.En fin, tía Alana, tengo tantas ganas de verte… y de que mamá y tu os reencontr&eacu
Queridos lectores,Si habéis llegado hasta aquí, es que la historia de esta manada os ha atrapado, y me siento contenta por ello, porque estos personajes también me han atrapado a mi en su mundo de salvaje deseo.Espero que aún sigáis con ganas de conocer nuevas historias sobre los miembros de la manda que aparecen entre estas páginas, porque ya tenéis disponible en la misma plataforma de BueNovela, el libro "La decisión del Beta".En esta nueva historia exploraré la historia de Danisa, la mejor amiga de Emerald, que pronto tendrá que enfrentarse a situaciones desconocidas para ella.¿Queréis saber que le depara el futuro a Danisa? ¿Tenéis curiosidad por saber si Michael y ella son una pareja o si su irrefrenable atracción se acabará en algún momento? En ese caso, no os perdáis "La decisión del Beta".Os prometo una h
- Me llamo Danisa Wolfgang, tengo veintiséis años, y acabo de mudarme a la ciudad. - Estupendo, señora Wolfgang, y díganos, ¿por qué quiere trabajar con nosotros? Danisa posó su penetrante mirada en cada uno de los asistentes a aquella reunión, y cuando h**o terminado de observarlos, se retiró un mechón de pelo de su larga melena castaña, que había escapado del recogido elegante que se habia hecho ese día; se alisó la chaqueta de traje azul marino que se fundía con sus curvas, y se dispuso a responder. - Señorita Wolfgang, por favor, y respecto a su pregunta, bueno, verán,mi sueño siempre ha sido trabajar para ustedes, desde que era pequeña ya me dedicaba a recortar fotografías en las que salían sus modelos, y ponerlas en mis cuadernos escolares, así que, como entenderán, trabajar aquí sería un sueño hecho realidad. El consejo de directores de Alexia Fendong Corp se quedó en silencio. Habían entrevistado a muchos candidatos para aquel puesto de trabaj
Dos años antesDanisa estaba mirando su reflejo frente al espejo, y sabía que algo no estaba bien, pero no era consciente de qué podía ser. Se giró en dirección a su amiga Emerald, que la esperaba sentada en la cama, con las piernas cruzadas, y decidió preguntarle a ella.- ¿Crees que me falta pintalabios?- dijo mientras ponía moritos.- Por favor, Danisa, acaba de una vez, la fiesta va a acabar y tú aún no habrás terminado de arreglarte.- Bueno, no te pongas así, es que me veo rara.- Normal, eso es porque te has teñido el pelo de color plata, y ya te dije que ese color no te favorecía.- Está bien, tenías razón, en fin, vamos a esa dichosa fiesta.- dijo mientras se aplicaba otra capa de brillo de labios.Ambas bajaron juntas al sal&
De vuelta a la realidad, Danisa contempló la sala, y le pareció todo demasiado pulcro, demasiado minimalista, carente de alma o carácter, pero imaginó que la decoración de aquel lugar les habría costado una fortuna, y de hecho, estaba tan absorta en la contemplación de los cuadros de estilo ultra moderno, y las sillas con enrevesadas tramas en sus tapicerías, que ni siquiera se dio cuenta de que la mujer a la que estaba esperando entraba en la sala. Ella carraspeó, y y Danisa se volvió rápidamente hacia donde la mujer se encontraba.- Señorita Wolfgang, ¿le gusta la nueva decoración de nuestra oficina?- Demasiado sobria para mi gusto, pero es ciertamente elegante y transmite calma.- Eso espero, porque nos ha costado una pequeña fortuna.Danisa se rió, sin mucho aspaviento, solo una pequeña sonrisa, y un sonido atrevido acompañand
Al día siguiente, Danisa se levantó muy temprano, en parte por la emoción de estar en una ciudad nueva, y en parte porque está nerviosa a causa de la cita que tiene esa tarde con su nueva jefa. Aunque sabe que no le queda otra opción a parte de aceptar la sugerencia para reunirse en el club, una parte de ella desearía haber mentido, y haberse inventado una buena excusa para no acudir al lugar.Ahora, lo único en lo que puede pensar es en que el club debe de ser un lugar muy exclusivo si Alexia Fendong ha decidido enviar a un coche con chófer a recogerla, e incluso le ha advertido que se vista de etiqueta para esa noche. Así que, sin poder evitarlo, Danisa comienza a revolver en su armario, sacando vestidos,pantalones, faldas, e incluso blusas, pero nada parece lo suficientemente adecuado para el evento de esa noche, así que se pone unos vaqueros y una camiseta, y se va en busca de un vestido que pueda lucir