Cuando Beta Michael me acompaña a mi cuarto, no puedo concentrarme en nada más que no sean las últimas palabras del Alfa. Me ha pedido, bueno, pedido no, obligado, a que lo acompañe en sus carreras matutinas.
Sé que es algo frecuente que los lobos corran juntos, pero no puedo imaginar ninguna manada en la que los prisioneros salgan con el Alfa invasor. Supongo que por eso Alfa Denzel quiere que vaya junto a él. Si corremos juntos, y la manada lo ve, se darán cuenta de que apoyo al nuevo Alfa, y posiblemente se posicionen también a su favor.
En cualquier caso, mi verdadero problema no es ese, sino que cuando Alfa Denzel me ha dicho que debo correr junto a él, yo inmediatamente he pensado que nunca antes he salido a correr, y nunca antes me he convertido en loba.
Sé que es infrecuente, y aún más a mi edad, en la que ya debería controlar a mi loba interior como si se tratara
Acabo de escucharle decir que nunca se ha convertido, y no puedo creerlo, pienso que debe de ser increíblemente fuerte para poder mantener a su loba interior sumisa; y a la vez, siento una enorme responsabilidad por ser yo el primero en enseñarle a convertirse en loba. La miro mientras se quita la ropa, y trato de retirar la mirada de su precioso cuerpo.No es un cuerpo perfecto, tiene las piernas muy largas y delgadas, y el vientre demasiado plano; pero me encanta, me atrae como la miel a las abejas, y aunque trato de darle un poco de intimidad, mis ojos pasean sin control por su cuerpo de piel inmaculada.- Trata de recordar algo que te haya impresionado a lo largo de estos años, piensa en algo que te haga sentir bien, libre, sin cargas.Ella cierra los ojos, y durante el primer minuto puedo ver como piensa, como intenta concentrarse sin conseguirlo, y eso me enfurece, no puede controlarlo t
Como premio a mi aparente disposición a aceptar a la nueva manada, la que ahora lidera Alfa Denzel, me dejan volver a clase. Aunque esta condición formaba parte de mis peticiones para darle mi apoyo, no esperaba reincorporarme a las clases tan pronto, de hecho, casi había esperado que retrasaran la vuelta hasta estar seguros de que mi apoyo era incondicional. Pero afortunadamente, tras esa primera carrera que me hizo cambiar totalmente mi percepción de la realidad, y de mi misma, me encontré recibiéndola visita de Beta Michael que venía a recogerme para ir a clase. Me vestí rápidamente, poniéndome una camiseta blanca y una falda de tablas, al estilo del uniforme que solía llevar antes de volver a la casa de la manada, y decidí recogerme el pelo en una coleta, pues no me había dado tiempo a lavármelo después de nuestra escapada matutina.Beta Michael me había esperad
Cuando veo la mirada airada de Alfa Denzel, me quedo absorta en la tormenta que se lee en sus ojos. Sus preciosos ojos claros, normalmente pacíficos, se han vuelto turbulentos, y puedo ver reflejados en ellos millones de sentimientos. Y ésto me extraña, porque aunque él es mi Alfa, y entiendo que no desee presenciar esta clase de escenas, se está comportando como si yo fuera su Luna, y me hubiera encontrado en brazos de otro.Me levanto como un resorte, dejando a Albert sentado, y con su erección perfectamente marcada en su pantalón, que él ni siquiera intenta disimular. Trato de ponerme la blusa, pero me apresuro demasiado, y solo consigo abrochar la mitad de los botones, dejando los pechos y el estómago parcialmente visibles. Mis senos, libres de la cárcel del sostén se bambolean mientras yo hago lo posible por cubrirlos, y puedo sentir la mirada de Alfa Denzel paseando por mi piel desnuda.
Hace ya dos días desde que Alfa Denzel me encontró en una situación comprometida con mi profesor. Desde que ésto sucedió, ni siquiera se ha molestado en presentarse a la hora convenida para las carreras matutinas, y he tenido que dedicarme a correr a solas.Hubiera podido renunciar al trote matutino, pero después del primer día, no quería perderme la sensación de libertad de dejar que mi cuerpo se transforme, y correr a toda velocidad en mi forma cánida. Aunque nunca había pensado que transformarme en loba pudiera aportarme tanta felicidad, he descubierto que es la sensación más liberadora que he tenido nunca.Después de la primera conversión, el dolor de la transformación ha ido disminuyendo, y ahora es solo una leve molestia que siento antes de disfrutar de la más absoluta libertad. Mi cuerpo se tensa
Cuando veo como Alfa Denzel me deja allí sola, asustada, y herida, decido que no puede ser tan arrogante, y salgo en su búsqueda.Es un lobo enorme, y apenas si puedo seguir su estela con mi cuerpo cansado y maltrecho, pero no voy a rendirme ahora, a fin de cuentas, hace solo media hora, pensaba que no me quedaba otra opción salvo morir presa del cazador furtivo que me peseguía por el bosque. Así que, supongo que puedo enfrentarme a Alfa Denzel y salir ilesa.Al llegar a la casa de la manada soy consciente de que tendré que cruzar estas puertas con mi forma de loba, pues mi ropa ha quedado abandonada en el bosque, y no estoy dispuesta a dar un espectáculo para todos los miembros de nuestra manada.Entro, y Bete Michael me detiene antes de que pueda alcanzar al Alfa. Él me coge en sus poderosos brazos, y yo me resisto, me revuelvo, y lo araño, pero él apenas parece enterarse de mis intentos de
Salgo de la habitación en la que Emerald descansa, y troto muy rápido, necesito llegar a mi cuarto antes de que alguien me vea, en mi forma de lobo, en medio de la casa de la manada.Nadie en mi mundo se transforma en su casa, para eso está el bosque, y las zonas de entrenamiento, pero es una norma no escrita, que un lobo solo se transforme en exterior. Aunque la mayoría de nosotros nos controlamos muy bien, hay ocasiones en las que un hombre lobo, en su forma animal, siente que los impulsos primarios lo dominan, y deja que lo venzan, en especial cuando tenemos humanos alojados entre nuestros muros. Por ese motivo, intentamos que nadie se convierta estando en la casa.Pero ésta, era una situación extraordinaria. Cuando la enfermera habló conmigo, y vi como la pobre mujer se sujetaba las temblorosas manos, y bajaba la mirada, intentado restar importancia a las heridas de la pierna de Emerald, supe que era más grave
Me despierto con la respiración acelerada, los ojos vidriosos de pasión, y los muslos frotándose el uno contra el otro en un intento de contener el anhelo que ha surgido en mi interior. Trato de recapitular, y mis mejillas se tiñen de rubor al recordar lo que acabo de soñar.Durante unos minutos, he escapado de esta sala de enfermería, y me he colado entre las sábanas del Alfa. Aún puedo sentir mi sexo latiendo con cada pensamiento que ha cruzado mi traicionero cerebro. Estaba en una lujosa y moderna habitación, tumbada en unas sábanas que acariciaban mi espalda, y he podido sentir como Alfa Denzel me tocaba, me lamía, me poseía.No sé de donde ha surgido la idea, pues nunca jamás he compartido mi cama con un hombre, al menos si no contamos mi ceremonia de apareamiento, cuando mi primo Aldo estuvo a punto dedesvirgarme en una cama de sábanas negras.Pero esta
Después de anoche, cuando al fin llega la mañana, consigo un poco de paz en la ducha. Abro el agua fría, y cuando siento como las gotas de agua helada resbalan por mi piel, me olvido de todo, salvo de que soy el Alfa, y tengo una responsabilidad con mi manada.Salgo de la ducha aterido de frío, me enrollo una toalla en las caderas y me paso la mano por mi corto pelo para comprobar que todo esté en su sitio.Cuando entro a la habitación,no m sorprende encontrar a mi Beta sentado en el escritorio trasteando con su teléfono móvil. Beta Michael es un romántico, y no había querido tener móvil hasta hace un año, o así, cuando le llevé un teléfono de última generación, bien envuelto en papel de regalo, y se lo di en una de nuestras reuniones. Al principio, me miró malhumorado, y me dijo muy claramente que solo lo utilizaría para comunicarse conm