Cuando veo como Alfa Denzel me deja allí sola, asustada, y herida, decido que no puede ser tan arrogante, y salgo en su búsqueda.
Es un lobo enorme, y apenas si puedo seguir su estela con mi cuerpo cansado y maltrecho, pero no voy a rendirme ahora, a fin de cuentas, hace solo media hora, pensaba que no me quedaba otra opción salvo morir presa del cazador furtivo que me peseguía por el bosque. Así que, supongo que puedo enfrentarme a Alfa Denzel y salir ilesa.
Al llegar a la casa de la manada soy consciente de que tendré que cruzar estas puertas con mi forma de loba, pues mi ropa ha quedado abandonada en el bosque, y no estoy dispuesta a dar un espectáculo para todos los miembros de nuestra manada.
Entro, y Bete Michael me detiene antes de que pueda alcanzar al Alfa. Él me coge en sus poderosos brazos, y yo me resisto, me revuelvo, y lo araño, pero él apenas parece enterarse de mis intentos de
Salgo de la habitación en la que Emerald descansa, y troto muy rápido, necesito llegar a mi cuarto antes de que alguien me vea, en mi forma de lobo, en medio de la casa de la manada.Nadie en mi mundo se transforma en su casa, para eso está el bosque, y las zonas de entrenamiento, pero es una norma no escrita, que un lobo solo se transforme en exterior. Aunque la mayoría de nosotros nos controlamos muy bien, hay ocasiones en las que un hombre lobo, en su forma animal, siente que los impulsos primarios lo dominan, y deja que lo venzan, en especial cuando tenemos humanos alojados entre nuestros muros. Por ese motivo, intentamos que nadie se convierta estando en la casa.Pero ésta, era una situación extraordinaria. Cuando la enfermera habló conmigo, y vi como la pobre mujer se sujetaba las temblorosas manos, y bajaba la mirada, intentado restar importancia a las heridas de la pierna de Emerald, supe que era más grave
Me despierto con la respiración acelerada, los ojos vidriosos de pasión, y los muslos frotándose el uno contra el otro en un intento de contener el anhelo que ha surgido en mi interior. Trato de recapitular, y mis mejillas se tiñen de rubor al recordar lo que acabo de soñar.Durante unos minutos, he escapado de esta sala de enfermería, y me he colado entre las sábanas del Alfa. Aún puedo sentir mi sexo latiendo con cada pensamiento que ha cruzado mi traicionero cerebro. Estaba en una lujosa y moderna habitación, tumbada en unas sábanas que acariciaban mi espalda, y he podido sentir como Alfa Denzel me tocaba, me lamía, me poseía.No sé de donde ha surgido la idea, pues nunca jamás he compartido mi cama con un hombre, al menos si no contamos mi ceremonia de apareamiento, cuando mi primo Aldo estuvo a punto dedesvirgarme en una cama de sábanas negras.Pero esta
Después de anoche, cuando al fin llega la mañana, consigo un poco de paz en la ducha. Abro el agua fría, y cuando siento como las gotas de agua helada resbalan por mi piel, me olvido de todo, salvo de que soy el Alfa, y tengo una responsabilidad con mi manada.Salgo de la ducha aterido de frío, me enrollo una toalla en las caderas y me paso la mano por mi corto pelo para comprobar que todo esté en su sitio.Cuando entro a la habitación,no m sorprende encontrar a mi Beta sentado en el escritorio trasteando con su teléfono móvil. Beta Michael es un romántico, y no había querido tener móvil hasta hace un año, o así, cuando le llevé un teléfono de última generación, bien envuelto en papel de regalo, y se lo di en una de nuestras reuniones. Al principio, me miró malhumorado, y me dijo muy claramente que solo lo utilizaría para comunicarse conm
La amable enfermera dela manada volvió al día siguiente, y se quedo muy sorprendida con la evolución de mis heridas. - Emerald, ésto es increíble.- me dijo con los ojos muy abiertos por la sorpresa.- estás totalmente curada, solo te queda un poco de herida superficial, pero ya no necesitas permanecer aquí por más tiempo. Te pondré un apósito para evitar que pueda infectarse, y solo tendrás que venir por aquí cada mañana para que podamos cambiarlo. - ¿Puedo irme, entonces? ¿Puedo hacer vida normal? - Yo te recomendaría no convertirte en los dos días siguientes, para evitar una recaída, pero por lo demás, no tengo problema en que lleves una vida normal, de hecho, estoy segura de que te beneficiará. - Muchas gracias, realmente me apetece tomar un poco de aire fresco. Después de que la enfermera me coloque delicadamente la venda de la que me había hablado, se despide de mi con un abrazo, y yo me voy
Ya han pasado más de doce horas desde que el Alfa Denzel y yo estuvimos en el jardín. A pesar de haberme duchado, frotado, y vuelto a lavar con un jabón diferente, siento que puedo oler el rastro de sus dedos sobre mi piel, y ésto me está volviendo loca, porqué no sé como hacerlo desaparecer. Aunque el olor del Alfa me preocupa, también lo hacen los rugidos de mi estómago, que no deja de castigarme con vergonzosos rugidos de hambre. No he vuelto a salir de mi cuarto desde lo sucedido, y evidentemente, siento hambre. Pero era tal la vergüenza que sentía con solo imaginar que podía cruzarme con Alfa Denzel en el comedor, que he preferido permanecer aquí encerrada, sin permitir que nadie me visite. He dicho que sufría malestar en el estómago, y que seguramente fuera contagioso, para evitar que Vicenta entrara en la habitación y descubriera la realidad. Pero me siento al límite de mis fuerzas, y decido salir de aquí. Sé que en algún momento tengo que abandonar estos muros, y pre
Después de la excursión de compras a la ciudad, Danisa y yo hemos. Estado viéndonos con frecuencia. A veces se unen también sus amigas, a las que al parecer conoce desde el jardín de infancia, y otras veces quedamos solo ella y yo. La verdad es que Danisa se está convirtiendo en una buena amiga para mi, y me alegro por ello, porque desde que me obligaron a salir del internado, no he podido hablar con ninguna chica de mi edad. Danisa es divertida, alocada, y me obliga a ayudarla en los complots más estrafalarios que he oido jamás, como por ejemplo, cuando me pidió que la ayudara a fingir, ante la cocinera de la manada, que sufría una terrible enfermedad intestinal que solo podía curarse comiendo unas cuantas onzas de chocolate. La pobre mujer se alteró tanto al pensar que una muchacha tan joven y bonita podía estar sufriendo por su culpa, que le dio una tableta de chocolate entera.Hoy h
Al final, Danisa y yo nos pasamos más de dos horas ojeando coloridas fotos, y probando distintos peinados, y tras darnos cuenta de nuestras escasas habilidades para la peluquería, acabado cepillando y planchando el pelo de Danisa, que queda impecablemente liso. La ayudo a maquillarse los ojos con un vivaz tono verde claro, y cuando la veo finalmente arreglada,me sorprende lo perfecto que es todo el conjunto. Danisa, de algún modo ha conseguido fusionar la sofisticación que ella deseaba, con el estilo fresco y alegre que suele llevar a diario. La observo dar vueltas con el increíble vestido multicolor, y me siento contagiada de su alegría.Cuando finalmente acabamos con ella, me siento yo en el tocador, y dejo que Danisa despliegue toda su creatividad con mi cabello. Al fina acabo luciendo un moño de estilo años cincuenta, que queda muy elegante, y conjunta perfectamente con el vestido que me he comprado para la ocasi&oac
Siento las pesadas garras del Alfa Denzel apretando mis miembros, y durante varios segundos tengo la desagradable sensación de que me va a despedazar. He intentado soltarme de su agarre, pero no creo que sea posible, pues sus garras son fuertes, y su cuerpo musculado exuda poder.Se aleja corriendo, conmigo entre sus ‘brazos, y mientras nos alejamos puedo escuchar los gritos alterados de Albert, que se ha quedado parado en el mismo punto en el que hace tan solo unos minutos nos besábamos con frenesí. Escucho su voz cada vez más lejana, y puedo oír como le pide a Alfa Denzel que vuelva y descargue su ira contra él.Nos metemos en el bosque, y a pesar de la oscuridad que nos rodea, puedo reconocer los lugares por los que hemos pasado juntos en nuestras carreras matutinas.- Denzel, suéltame.- le pido yo.- te acompañaré adonde me pidas, pero no quiero que me lleves en brazos como si no pudiera cam