Capítulo 1959
Todos contuvieron la respiración y observaron atentamente.

Caprice miró, completamente impasible.

Cuando el personal sacó el último artículo del bolso de Caprice, una tarjeta de crédito normal, la decepción apareció en los rostros de todos. Fue en ese momento crucial cuando registraron otro bolsillo oculto en el bolso de Caprice, uno que ella rara vez usaba.

Sus expresiones cambiaron cuando metieron la mano en la bolsa. Sacaron algo y lo levantaron en el aire.

La superficie del diamante rosa brillaba bajo las luces del techo, reflejando su brillo en todas direcciones. Era el collar con la piedra preciosa.

Todos se quedaron sin palabras, especialmente Caprice. Ella tartamudeó:

—De ninguna manera... ¡¿Cómo podría estar en mi bolso?!

—Caprice... Isabel se volvió hacia ella.

Caprice habló con una pizca de pánico en su voz:

—¡Isabel, no fui yo! ¡No lo robé!

—Lo sé, te creo.

Era sólo un diamante rosa; Desde pequeña, Caprice no sentía afición por las piedras
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