Horas después
La incomodidad, me despierta. No sé en qué momento me he quedado dormida, pero, por la luz en la habitación, ya se dé día. Aturdida, busco la fuente de mi malestar, por eso, noto un gran brazo que me rodea la cintura.Con cuidado, tomo su mano y él se mueve levemente causando que sienta la verdadera razón de mi incomodidad. Ya que, algo duro, golpea mi espalda. Sabiendo que es, trago duro y con cuidado, alejo su brazo de mí con la intención de salir de la cama.Su brazo, pesa demasiado, por eso, me cuesta moverlo al punto de que sudo bastante con ello. Pero, para mi fortuna, cuando ya lo he levantado y movido un poco, él se aleja de mí y con él se lleva su brazo.‘Al menos me ahorro un arduo trabajo.’ Me digo mentalmente.Suspiro profundo y me giro hacia el hombre que duerme a mi lado, de inmediato, cubro mi boca y cierro mis ojos, deseando quLos guardaespaldas acatan mi orden y encienden el auto para marcharse solo conmigo. Por eso, suspiro aliviada al ver como Ryan solo observa el auto marchándose, mientras sonríe con malicia.‘Este hombre es un demonio lujurioso, ¿Por qué mi padre me casó con él?’ me pregunto mentalmente.Trago duro al ver su mirada firme y me giro para sentirme a salvo al no ver al hombre del que huyo. Aunque eso hace que me preocupe por algo más y es: ¿A dónde voy? ¿Cómo podré regresar a casa?— Disculpen, ¿saben a dónde vamos?— Sí, señora Volkova.— Me llamo Day Creswell. — les recuerdo y ellos me observan por breves segundos.— En la familia del señor, la mujer pierde su apellido de soltera y toma el de su esposo. Así que, desde que se casó, es la señora Volkova. — explica el copilo
De inmediato, miro a mi alrededor en busca de una ruta de escape, pero, no estoy en el asiento de conductor para marcharme y tampoco sé a dónde irme. Por lo que, lo único que puedo hacer es abrir la puerta en el lado donde Ryan no está para correr.Pero, antes de poder salir, Ryan abre la puerta y coloca sus manos en mis piernas, impidiéndome salir del auto.— ¡Ryan! — grito mientras intento alejarme de él.— Todos afuera. — ordena Ryan y los dos chicos se marchan rápidamente del auto, dejándome sola con el hombre que no solo me deja en el auto, si no que, sube a mi cuerpo.Sus manos toman las mías y las deja por encima de mi cabeza, por lo que, intento abrir la puerta que tocan mis manos, pero, por más que quiero abrirlo, no puedo hacerlo. Por lo que, me giro para enfrentarlo, pero, mis labios son atacados salvajemente por él.Intento alejarme de
Su mano se coloca en mi brazo y lo mueve suavemente causando una descarga eléctrica que me hace retroceder con temor. Porque sé cómo se comporta mi cuerpo cuando él me toca.— ¿Sabes que es lo que tanto me gusta de ti, Day?— ¿Qué es? — pregunto, aunque lo que debería hacer es huir lejos de él, la curiosidad hace que me gire y espere su respuesta.— Como eres y como tu cuerpo reacciona a mi toque. Por años, estuve soñando esto, pero, nada se compara con lo que imaginé, porque ni siquiera en mis sueños más locos, pensé que serias tan receptiva a mis toques.— Soy virgen, Ryan. Es normal que reaccione demasiado cuando nadie me ha tocado así.— Y nadie más lo hará, porque eres mía, Day. No permitiré que lo que ahora tengo, me sea arrebatado.— Me tienes, Ryan. Soy tu esposa, pe
Aunque no quiero salir de la habitación, ya estoy aburrida y con hambre, por lo que, salgo de esta en busca de comida. Sin embargo, por mucho que recorro la casa sin llegar a la sala, no puedo encontrar la cocina.— Day, si tienes hambre, ven a la sala, sabes donde esta, la cocina está pasando la sala. — dice la voz de Ryan que se escucha con fuerzas por toda la casa.— Debes estar bromeando— Deja de jugar al ratón perdido, cariño. Aunque es divertido verte caminar de un lado al otro, prefiero verte directamente. — dice Ryan y yo muerdo mi labio con enojo.‘He sido su burla y yo he permitido que eso sea posible. He hecho lo que él esperaba, que tonta he sido.’ Me digo mentalmente.Decidida, camino de un lado al otro, pero, no hay una respuesta que me permita comer sin que me encuentre con él, por lo que, sabiendo que Ryan es un hombre que debo enfrentarlo, camino hacia la sa
Trago duro y asiento, sabiendo que no puedo bromear con un viejo zorro y eso, solo hace que Ryan sonría complacido e incluso, se atreva a acariciar mi cabeza, como si intentará contentar a un perro.— Que buena chica. — dice Ryan y yo golpeo su mano.— No soy un perro, para que me trates así. Ahora, cocina rápido, tengo hambre y también, quiero salir a recorrer la ciudad. — digo con frialdad.— Como ordenes, esposa. — dice Ryan girándose para tomar los ingredientes.Nuevamente, tomo el pan porque no pienso perderme de dicho placer, solo por su interrupción y es comiendo este que observo el cuerpo de Ryan. Su espalda es ancha, al no tener una camisa, me permite ver cada musculo que hay incluso en su cuello.‘¿Cómo es posible que un hombre tenga músculos firmes en su cuello?’ me pregunto mentalmente.Todo su cuerpo es ancho y grueso, ni si
La llamada termina con el mensaje de la contestadora, por lo que, cuelgo la llamada y miro al hombre que no se ve nervioso, pero, no puedo decir si es porque no lo está o si oculta demasiado bien las cosas, por lo que, miro fijamente al hombre que no deja de mirarme.— Dime la verdad, Ryan. Es tu oportunidad de ser sincero conmigo. Nos casamos y quizás mi padre te pidió algo a cambio por eso, pero, debes entender que un matrimonio donde desde el principio se miente, está destinado al fracaso.>> Así que, te daré la oportunidad de que me hables de todo esto. Quiero saber si realmente vas a ser sincero conmigo sobre mi padre y vas a dar un paso hacia atrás, porque mentirme es retroceder al punto que la distancia sea demasiado grande entre nosotros.— Day, deja de pensar tonterías, no te estoy mintiendo.— Te lo preguntaré una vez más, ¿Qué pasa con mi padre?
Por la sorpresa, comienzo a toser una y otra vez, porque por la impresión, la comida se ha atascado en mi garganta. El desespero me invade por no poder respirar y Ryan se baja de la silla para abrazarme y con su mano en un puño, masajea el inicio de mis estómago, haciendo presión para ayudarme.He visto esto muchas veces, yo le digo el abrazo del oso salvador y es eso lo que sucede, permitiendo que después de expulsar un poco de comida, pueda respirar bien, aunque por el miedo de morir ahogada estoy agitada.— Ten cuidado, casi me muero cuando vi la alta posibilidad de quedar viudo. Apenas llevamos un día como esposos, no quiero que mueras y menos tan pronto.La voz de Ryan muestra evidente preocupación, pero, sus palabras me hacen sentir que está bromeando. Además, fue justamente por palabras como esas que casi me ahogo con mi comida y él sigue como si no lo supiera.— ¿Cu&a
Comienzo a asentir, porque no sé qué decir y me marcho a mi habitación, sintiendo que mi corazón late demasiado rápido. No sé qué está haciendo Ryan conmigo, pero, es evidente que no soy la mujer de antes y eso es debido a lo que él hace.Para mí, él sigue siendo alguien molesto que no quiero como mi esposo, pero, ya puedo tolerar comer a su lado, porque eso lo hice deseando ello. No importa si lo hice por agradecimiento porque me ha cocinado o no, acepté y estuve cómoda con ello.Así que, en eso hemos avanzado bastante. Pero, la incomodidad por sus confesiones, sigue siendo algo que se mantiene en mí. No lo conozco y hasta donde hemos llegado, no es una mala persona, pero, si es desgastante.— Siento como si me hubiese casado hace años y fue hace pocas horas, ¿es esa una de las consecuencias de casarme con alguien mayor? — me pregunto a p