Me quedo en silencio, notando que su suplica no es solo verbalmente, si no que, su mirada también me implora que le permita hacer eso por los bebés o por mí. Por eso, miro hacia el camión de la mudanza, notando que hay más de lo que quiero tener de él.
— Ryan…— Déjame darles un poco de calidez al menos con esto.— No recibiré todo, Ryan. — digo y eso hace que Ryan suspire profundo.— Estas son las consecuencias de tener una esposa joven, ¿no? Son tan…— También puedo rechazar todo esto, Ryan.— Buenas mujeres. Es que la bendición de un hombre consiste en tener una increíble mujer joven. — dice él cambiando rápidamente el discurso que tenía pensado.Niego ante su abrupto cambio, pero, no me intereso en comenzar una discusión innecesaria cuando estoy agotada.— AceptaAunque sé que no es buena idea, decido no estresarme y por eso, regreso a mi casa, colocándole seguro a la puerta y con mi comida, sentarme en la única silla que hay en la sala.— Que molesto. — susurro sabiendo que no hay manera de que pueda hacerlo cambiar de opinión.Así que, me concentro en comer y seguir subiendo fotos de las cosas que quiero vender. Por fortuna, todo estrés que me causa la mudanza de Ryan, queda en el olvido, porque unos mensajes interesantes aparecen en mi página.Sin saber si es una estafa o no, me comunico con ellos y es en eso que me concentro hasta que finalmente aseguramos un encuentro para que ellos me den cosas que pueda patrocinar e incluso, les sirva como modelo de una marca para mujeres embarazadas.Agotada, camino hacia mi habitación y me acuesto teniendo como único mueble mi cama, esa que me trajo Ryan, agotada, comienzo a cerrar mis ojos, pero, apenas e
La molestia me invade y aunque Ryan intenta hablarme, yo hago una señal de alto y camino hacia donde se encuentra la puerta, deseando que no sea un daño demasiado grande, pero, los fragmentos de la puerta en el suelo, me dicen que no es posible que yo duerma con esa puerta así.— Ryan, ¿Qué debería hacer contigo? — pregunto molesta, al ver lo arruinada que quedó mi pobre puerta.— Pensé lo peor, Day. Al llamarte y no aparecer siquiera para decirme que no quieres verme, hizo que pensara lo peor y por eso, destruí la puerta para poder rescatarte.— Estoy bien, solo estaba muy cansada para abrir la puerta, ¿no podías pensar que estaba dormida?— ¡No! La desgracia es lo que abunda en mi vida, por eso, todo lo que los demás ven como algo normal, yo veo un riesgo que quiero evitar. — dice Ryan y yo suspiro profundo.Sabiendo que discutir no
Al día siguientePara mi fortuna, aunque he tenido discusiones constantes el día de hoy, pude dormir tanto anoche, que no tengo tantas ojeras y tengo más energía que los días en los que despertaba en el hospital.— Señora Day, buenos días. — dice uno de los chicos.— Lamento haberlos hecho descansar en una casa vacía, pero, pronto eso terminará. — digo saliendo hacia la calle.— ¿Va a algún lado?— Sí, tengo una entrevista de trabajo. Así que, preparen el auto, les diré a donde iremos.— Buen día, Day, ¿vas a algún lado? — pregunta Ryan entregándome una bolsa con ensalada de frutas, granola, yogurt y un jugo natural.— Ryan…— Vine a darle comida a mis hijos y a demostrarle a la madre de mis hijos que no soy solo un vecino que destruye la casa de su veci
Horas despuésMe alisto con el vestido y zapatos que él me mandó. Como tengo mi propio maquillaje, soy quien se peina y maquilla, sabiendo como debo hacerlo de acuerdo con la ocasión. Por eso, al ser la hora para salir, sonrío al ver que todas esas reuniones aburridas con mi padre, donde pocas veces asistí me sirvieron para saber que hacer o no.Justo cuando salgo de mi habitación, alguien toca el timbre de la puerta y no debo ser adivina para saber que la puntualidad de Ryan es grande. Por eso, camino hacia la puerta y me sorprendo al verlo perfectamente vestido, al punto que se ve muy atractivo.— Te ves hermosa. — dice Ryan sonriéndome incluso con la mirada.— Gracias, Ryan. También te ves muy bien. — digo y él me sonríe.— Los bebés serán muy hermosos. — dice Ryan y yo miro hacia mi vientre que no se ve casi abultado.&mdash
Los dos se quedan mirándose fijamente al punto que siento que he desaparecido. Pero, todo se vuelve más molesto al ver como ella coloca su mano sobre el pecho de Ryan y acercándose a la mejilla de Ryan le deja un beso marcado con el color rojo que parece ser únicamente suyo esta noche.Ryan retrocede un poco, pero, no veo desagrado en él. Por eso, dudo que lo haya hecho por molestia. Por eso, los observo esperando que justifique porque retrocedió, pero, solo mira a la mujer que se lo está follando con la mirada.— ¿Nos presentan o necesitan espacio? Porque si me dicen que hacer, no cometeré un error. — pregunto recordándole que estoy aquí.— Oh… lo siento, Day. — dice Ryan recordando que estoy aquí.— Perdón también, pensé que estábamos solos. Es la costumbre de que todos se marchen apenas nos vemos, ¿no es as
Se nota que se esfuerza, es evidente que intenta que yo me quede a su lado, pero, no quiero eso. No creo que pueda hacerlo cuando tengo mucho dolor del que no he sanado y tampoco quiero sanar a su lado.— Ryan, no te aferres.— ¡¿Cómo vas a decirme que no me aferre si tú y nuestros hijos es lo único que tengo?! — exclama Ryan liberando sus lágrimas acumuladas.— Cariño, no tenemos otra oportunidad. Es triste lo que digo, pero, es la verdad. No estábamos destinados y no es bueno forzarnos en algo que no funcionará. Ya no hay otra oportunidad.Ryan niega y de inmediato, entra conmigo al ascensor donde presiona el último piso, mientras yo intento alejarme de él.— Puedes odiarme, Day. Te di muchos motivos para hacerlo, pero, el odio también es un sentimiento y es tan fuerte que solo puede igualarse con el amor, por la intensidad y sus capacidades de
Sus labios no se alejan de los míos, mientras yo siento como mi cuerpo se enciende de tal manera que no es posible para mí alejarlo. Aunque mi mente me dice que sucumbir a la tentación solo complicaría todo, mi cuerpo se aferra al de él, deseando el contacto en todo momento.Aunque en mi mente le digo a mis manos que lo empujen, lo que estás hacen es recorrer su cuerpo, causando que sienta su pecho musculoso y duro, que me hace recordar cuantas veces lo vi lleno de sudor y en movimiento porque estaba en mi interior.— Esto no está bien. — susurro cuando libera mis labios de su beso apasionado, porque comienza a besar mi mandíbula y cuello.— ¿Por qué no debería estar bien? Somos esposos, mi oficina es privada y ambos tenemos muchas ganas de ser uno solo. Así que, ¿Por qué sería malo?— Porque nos vamos a divorciar.— Tú
De inmediato, tomo mi vestido para colocármelo, pero, su mano aferrada a mi brazo, me impide hacerlo. Con molestia, miro hacia Ryan, sintiendo mucho enojo porque su mirada me dice que no sabe lo que ha hecho, cuando sé que no es así.— No sé si es la oficina, Ryan o que tus experiencias con Anastasia son muy importantes para ti. Pero, siempre que intentas ser intimo conmigo, cuando das el paso para que actuemos diferente en esta oficina, traes a tu presenta a Anastasia.— Pero, me preguntaste y con ella es con quien tuve la experiencia de ser padre.— Tienes razón, pero, yo no fui quien trajo al presente a Anastasia, fuiste tú con tu conocimiento relacionado a meter tu polla en alguien embarazada.— Entonces, te molestó que hablara de mi experiencia.— Me molestó que follando conmigo recordarás como follabas con ella, Ryan. Porque comprendo que no puedo hacer que mi